Fueron detenidos diez genocidas del Grupo de Artillería 101 del Ejército en el marco de la causa por el asesinato de Vicki Walsh – hija de Rodolfo-, José Coronel, Ismael Salame, Ignacio Bertrán y Alberto Molina Benuzzi. Un enorme operativo de septiembre de 1976 desplegado por las Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Este martes fueron detenidos Carlos Alberto Orihuela, Ricardo Grisolía, Gustavo Antonio Montell, Hugo Eduardo Pochón, Guillermo César Viola, Domingo Armando Giordano, Héctor Eduardo Godoy, Gustavo Gilberto Tadeo Juárez Matorras, Danilo Antonio González, Abel Enrique Re, en el marco del allanamiento ordenado por el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 3 a cargo del Juez Daniel Rafecas en la causa que investiga uno de los operativos más brutales de la dictadura.
En mayo de 2017 se presentó como querellante Patricia Walsh con la representación de Myriam Bregman junto a abogados y abogadas del CeProDH exigiendo justicia por el asesinato de su hermana María Victoria Walsh. Meses después se presentó Lucía Coronel, hija de José Coronel, otro de los militantes asesinados en el operativo y de María Cristina Bustos desaparecida en la ESMA, donde Lucía estuvo secuestrada siendo bebe.
La investigación por la masacre de la calle Corro fue iniciada recién en 2015.
Transcurrieron 45 años del operativo desplegado en Corro 105, esquina Yerbal, en el barrio porteño de Flores. Era el 29 de septiembre de 1976 cuando el barrio amaneció militarizado. La casa fue rodeada por más de cien soldados y hombres de los grupos de tareas que reportaban al Primer Cuerpo del Ejército y el Grupo de Artillería Aérea 101 (GADA). En su interior se encontraban cinco militantes integrantes del secretariado de Montoneros, Vicki Walsh, José Coronel, Ismael Salame, Ignacio Bertrán y Alberto Molina Benuzzi.
El operativo contó con la participación del Ejército y de todas las fuerzas de seguridad: Policía Federal, Gendarmería y hasta Bomberos. El despliegue fue enorme, había autos, tanques, camiones con bazookas y hasta un helicóptero. El operativo estuvo dirigido por el coronel Roberto Roualdes y Ernesto “el Nabo” Barreiro -genocida cordobés condenado por su rol en esa provincia y cabecilla del alzamiento carapintada de 1987-. Estuvo también al mando el jerarca del Batallón 601 Héctor Vergez.
La orden de quienes comandaban el brutal operativo era “tirar para arriba”. En aquella terraza, apenas comenzado el día, se encontraban resistiendo los cinco militantes. En la casa también se encontraba la hija de Vicki Walsh de apenas un año y unos meses. Un día antes Vicki cumplió años.
Luego de la resistencia durante hora y media y de combate totalmente desigual, los cinco militantes resultaron asesinados y la hija de Vicki secuestrada.
Luego de 45 años de impunidad, se avanza un paso en la búsqueda de justicia, diez de estos genocidas fueron detenidos en la mañana de este martes. Fueron parte de los que estuvieron en el operativo de la calle Corro 105, integraban el Grupo de Artillería de Defensa Aérea 101.
Texto tomado de La Izquierda Diario.