El intendente platense de Cambiemos se enfrenta a una realidad poco feliz para el conjunto de los cooperativistas, inspectores municipales y profesionales de la salud y la educación que exigen respuestas de un Municipio que durante los últimos cuatro años profundizó la crisis laboral, aumentando así la pobreza en los barrios de la capital bonaerense. Esta semana iniciarán nuevas protestas frente a la Municipalidad, exigiendo reincorporaciones y mejoras salariales. En cuanto al sistema educativo, las escuelas provinciales afrontan graves problemas edilicios que ponen en riesgo la vida de docentes y cientos de alumnos que no pueden desarrollar sus jornadas con normalidad. De igual manera, el sistema de salud bonaerense se encuentra desbordado por la falta de insumos provocado por los recortes presupuestarios de la gobernadora María Eugenia Vidal. Los últimos días del macrismo al frente de la Gobernación exponen la crudeza de una provincia sumergida en deudas y falta de presencia estatal.
Por Carlos Lópz / La propuesta de la diputada provincial Florencia Saintout para convertir a La Plata en una ciudad con justicia social es exactamente lo inverso a lo que ocurre hoy en la localidad gobernada por el macrista Julio Garro. Los próximos días serán claves para las luchas de las organizaciones sociales y los gremios que vienen reclamando mayor acción del Municipio ante el fuerte ajuste que lleva adelante Cambiemos y que afecta tanto a cooperativistas municipales como a docentes y profesionales de la salud. El electo gobernador Axel Kicillof, será desde el 10 de diciembre un actor clave para buscar vías de comunicación con un gobierno local que gestiona con autoritarismo y en contra de los más necesitados.
Al igual que lo hizo durante la última campaña electoral, el jefe comunal platense volvió a engañar a los trabajadores municipales una vez más. Luego de aceptar reincorporar a los cooperativistas despedidos antes por su gobierno, dio marcha atrás con la medida por molestarse por un comunicado presentado por las organizaciones. El secretario de Coordinación Municipal, Oscar Negrelli, fue el encargado de comunicarle la semana pasada a los 159 trabajadores que no serán reincorporados, en una medida que nuevamente ocurre a partir de los intereses políticos de Cambiemos, ya que los despidos comenzaron luego de las últimas elecciones contra trabajadores que habían fiscalizado para el Frente de Todos y que se encuentran vinculados al Movimiento Surge.
El viernes 22 de noviembre Negrelli informó a los trabajadores que serían reincorporados y el lunes siguiente esa decisión quedó en el olvido luego de un comunicado publicado por las organizaciones en el que se resalta la lucha organizada de los sectores trabajadores para lograr reincorporar a los despedidos. “Lo que dijimos no es nada fuera de lo normal en el marco de ningún conflicto social. Pero le molestó al intendente Garro, porque Negrelli plantea que es el intendente el que toma la decisión y que nosotros estábamos no reincorporados. Todo esto se suma con una serie de agresiones y barbaridades, nos dicen que somos revolucionarios de pacotilla, poniéndonos una discusión con el hambre y la zozobra de 159 trabajadores”, explicó Ángel Ibáñez, representante del Movimiento Surge.
Frente a esta situación es que este próximo jueves 5 de diciembre los cooperativistas volverán a movilizarse con un abrazo simbólico en las puertas de la Municipalidad platense. Además, las organizaciones involucradas ya acordaron que si no existe una comunicación formal de parte del intendente solucionando las reincorporaciones, los trabajadores comenzarán entre el 9 y 10 de diciembre un acampe para visibilizar la situación al momento que se realicen los recambios de autoridades municipales que darán comienzo a una nueva gestión. “Ni con Menem teníamos una situación como esta cuando se reincorpora, pero estos tipos están acostumbrados a jugar con la vida de la gente”, apuntó Ibáñez.
Los cooperativistas no son los únicos que afrontan el descarado olvido de Garro. Los inspectores de la Secretaría de Convivencia y Control Ciudadano llevan diez días consecutivos de protestas por la falta de una propuesta salarial por parte de la Municipalidad que permita actualizar los retrasados salarios. Garro había acordado con la gremial un aumento del 16,4%, un bono de 6 mil pesos a pagar en dos tramos -uno en octubre y otro en noviembre- y la reapertura de la paritaria en noviembre para ajustar los salarios a la inflación oficial de octubre, que fue de 3,3%.
Sin embargo, el último punto del acuerdo no fue cumplido por el gobierno local, lo que desencadenó en el cese de actividades de los trabajadores desde el lunes pasado. La retención de tareas se extiende a las dos jornadas de 8 a 14 horas y de 15 a 21 horas, involucrando a las áreas de Bromatología e Inspecciones, Tránsito, Estacionamiento Medido y Licencias de conducir. Pese a marchar por distintos puntos de la ciudad y del Gran La Plata y luego presentar un reclamo formal ante el Ministerio de Trabajo provincial, los trabajadores se encuentran sin ningún tipo de acercamiento oficial de la gestión de Garro, por lo que continuarán con reducción de tareas durante esta semana.
La desidia es aún más pronunciada en sectores como la Educación, en donde también se involucra la falta de acción del gobierno provincial. En agosto de 2018, Sandra Calamano y Rubén Rodríguez murieron a causa de una explosión en la Escuela Nº 49 de Moreno. Desde ese momento, el Estado provincial no hizo más que desligarse de responsabilidades y aumentar la desidia sobre los establecimientos educativos, incluso hasta disolviendo por orden de la gobernadora María Eugenia Vidal el organismo que se encargaba del control del mantenimiento de los edificios.
Esta semana pasada en Florencia Varela, una docente sufrió heridas en sus brazos y cabeza luego de derrumbarse parte del techo de la Escuela Nº 28 del barrio Villa del Plata. Los gremios se movilizaron rápidamente, ya que desde hace meses vienen reclamando que junto a las mejores salariales el gobierno provincial debería declarar una emergencia que atienda los graves problemas de infraestructura en los establecimientos educativos.
Esta situación afecta también a las instituciones de La Plata, donde las escuelas Normal N° 1 y N° 5 sufren una invasión de palomas que afecta al desarrollo de las actividades. A su vez, la Primaria Nº 46 y la Secundaria Nº 94 de Arana continúan sin servicio de agua debido al incumplimiento en el pago del servicio desde el Consejo Escolar. Por su parte, la Escuela N° 29 y la Secundaria Nº 11 Anexo 1 se encuentran compartiendo un único establecimiento en calle 25 entre 526 y 527 sin servicio de gas. Todas estas situaciones exponen la desidia que atraviesan docentes y alumnos al afrontar cada jornada.
La falta de presencia de las autoridades municipales y provinciales es la principal característica que deja ver la gestión de Vidal en la provincia. Un estudio realizado para la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires publicado esta semana asegura que en el territorio bonaerense «familias que nunca habían pedido comida hoy sí lo hacen» y «que se trata de una problemática que afecta a miembros de una clase media incipiente que en los últimos años dejó de serlo o que cayeron en la pobreza». Luego de un relevamiento realizado en distritos como Almirante Brown, General San Martín, Moreno, Hurlingham, Lomas de Zamora y Florencio Varela, las autoridades del organismo alertan que «los merenderos y comedores donde antes era habitual la asistencia de jóvenes de hasta 16 o 17 años, hoy también reciben a personas de la tercera edad, abuelos y padres de familia».
El sistema de salud también se encuentra seriamente afectado con faltante de vacunas que podrían evitar que se expandan enfermedades que parecían erradicadas en distintas localidades bonaerenses. La falta de alimento de buena calidad en las familias, como el consumo semanal de leche y carne, obliga a las personas que son madres y padres de familia a dejar de consumir ciertos alimentos ricos en proteínas para cubrir la cuota alimentaria mínima para sus hijos.
En esta línea se han movilizado durante la semana pasada los trabajadores de la salud que llevaron sus reclamos al Ministerio de Salud de la provincia para exponer que desde que Cambiemos perdió las últimas elecciones provinciales se profundiza “un abandono de las acciones de gobierno” que ya existían en el gobierno macrista y que ahora generan “situaciones sin resolución en las diversas áreas que siguen funcionando sólo a expensas del compromiso y la tarea de los trabajadores estatales”, tal como explicaron en un comunicado desde la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la provincia de Buenos Aires (CICOP).
En La Plata los hospitales locales que son de los más concurridos en la provincia se encuentran con permanentes inundaciones, problemas de electricidad y alerta por posibles derrumbes, debido a que se ha sobre explotado las instalaciones por la falta de salas de pronta atención durante el gobierno de Cambiemos. La política local del intendente Garro se mantuvo en la misma línea que la gobernadora, permitiendo un desfinanciamiento sobre las políticas de promoción y protección de la niñez y adolescencia, medidas que se tradujeron en el vaciamiento de los Servicios Locales y los Programas de la Dirección de Niñez y Adolescencia en la ciudad, de igual manera que con la precarización de sus trabajadores.
No alcanza con un acto de Garro o Vidal en un hospital ni tampoco con promesas que nunca se volverán realidad. La provincia de Buenos Aires, y la capital como mayor expresión actual de crisis social y económica, necesita de un gobierno que escuche a los más necesitados, que proponga políticas públicas para volver a incluir más ciudadanos en un plan de desarrollo sustentado, con participación de todos y todas los bonaerenses. Es por ello que la llegada del Frente de Todos es una oportunidad para terminar con el olvido que genera pobreza en cada barrio de la provincia.