El gigante asiático se reinventa al apuntalar la industria digital aparte de continuar apoyando la construcción de infraestructura en vías de transporte. El programa de recuperación económica implicará un déficit fiscal por 3.6% este año. Esto le permitió a la economía china recuperar su crecimiento pero persisten desafíos para incluir a la población marginada en el progreso tecnológico.
Por Ulises Noyola Rodríguez (*) / La crisis económica causada por el coronavirus apareció en condiciones diferentes en la economía china con respecto a la crisis financiera de 2008. El programa masivo de inversión en infraestructura como respuesta a la crisis financiera dejó a las compañías estatales severamente endeudadas lo que limitó su capacidad de invertir en grandes proyectos de infraestructura. Pero ahora el gigante asiático ha escalado en la economía mundial contando con nuevas tecnologías, personal calificado y mercados externos. El primer ministro Li Keqiang anunció el objetivo de crear nueve millones de empleos este año donde las empresas privadas jugarán un rol crucial en la reactivación económica.
El gobierno chino ha impulsado el gasto en investigación con el fin de apoyar a las industrias de tecnología avanzada especialmente redes 5G, informática, inteligencia artificial y tecnología digital. La tecnología digital ofrece la oportunidad de estimular la expansión de compañías que están generando un ingreso importante en la pandemia entre los cuales se encuentran entretenimiento, educación y servicios en línea. Aparte el personal contratado por las empresas en el ramo de tecnología digital puede trabajar en sus casas lo cual reduce la posibilidad de contagios. La apuesta del gobierno chino en el desarrollo tecnológico ha rendido frutos considerando que los jóvenes están mejor capacitados para dedicarse a actividades que aporten más ingresos.
Cabe destacar que la iniciativa privada tiene el rol preponderante en la economía china en comparación con las empresas estatales. Como prueba de ello las empresas privadas aportaron un 60% de la producción nacional, un 50% del ingreso tributario junto con un 80% de los empleos urbanos hace dos años. El impuso de la industria digital beneficiará a los empresarios chinos que controlan la tecnología digital entre ellas Alibaba, Huawei, Tencent y Baidu. Por ende las empresas privadas aumentarán su preponderancia convirtiéndose en el motor de la economía china en los meses subsiguientes pero requerirán el apoyo económico de las autoridades públicas para continuar impulsando la inversión y generación de empleos.
Para ello el gigante asiático ha aprovechado la digitalización de la economía de Estados Unidos incrementando sus ventas de electrónicos con lo cual ha conseguido el financiamiento necesario para apuntalar a las empresas privadas. Las compañías chinas están exportando cada vez más productos tecnológicos entre ellos computadoras, celulares y circuitos integrados demandados por las empresas estadounidenses que están aumentando sus ingresos con la creciente demanda de electrónicos. Como resultado, el comercio entre Estados Unidos y China no ha sido perjudicado de manera sustancial a pesar de la pandemia y la guerra comercial. El ingreso de divisas será aprovechado por el gobierno chino para continuar implementado el programa Made in China 2025 y así depender menos de la tecnología importada de Estados Unidos.
La compañía Foxconn, que sobresale en la producción de componentes electrónicos, está contratando personal a escala masiva ante el incremento de pedidos ofreciendo bonificaciones como un estímulo a los trabajadores. Sin embargo, la exportación de componentes tecnológicos continúa dependiendo de una mano de obra barata, factor que resulta un incentivo para que las empresas multinacionales inviertan en China. La fuerza de trabajo proviene de las áreas rurales donde la población migra a las ciudades en busca de empleo. Por lo tanto, una gran parte de la población rural regresó a las ciudades para trabajar en las fábricas con la flexibilización de las medidas de confinamiento.
La baja remuneración de la fuerza de trabajo representa una barrera para la ampliación de la clase media lo cual ha impedido incrementar el consumo de bienes. El número de migrantes trabajando en ciudades representó alrededor de un tercio de la fuerza de trabajo (290.8 millones de personas) el año pasado por lo que una parte importante de la población se encuentra en condiciones precarias. La marginación de los migrantes de las provincias rurales no propiciará una rápida recuperación de las pequeñas empresas que se beneficiarían del fortalecimiento del poder adquisitivo de los trabajadores. En consecuencia, las empresas tienen un mercado bastante restringido de suerte que la recuperación de sus ingresos no es seguro en medio del confinamiento.
Pese a los empleos creados, muchos migrantes (13 millones de personas) no encontraron empleo en las ciudades de suerte que regresaron a sus lugares de origen. Como respuesta el gobierno chino ha asistido a la población vulnerable aumentado los seguros de desempleo junto con los subsidios de supervivencia. Cabe destacar que las provincias rurales han tenido problemas de violencia, tráfico de drogas y robos por la marginación económica la cual está reflejada en muchas regiones donde abundan los vendedores ambulantes. Los programas sociales han impedido que el desempleo agrave la violencia en las provincias rurales en donde la población difícilmente encontraría un empleo rápidamente ante la falta de oportunidades.
Por otra parte, las autoridades chinas han impedido una segunda oleada de contagios en Beijing estableciendo estrictas restricciones en el movimiento de personas. Entre las restricciones destacaron la imposición de una cuarentana sobre las ciudades con más personas infectadas, la reducción de personas permitidas en el transporte público y supermercados, el cierre de escuelas y el monitoreo de las personas enfermas. Las medidas tuvieron resultados efectivos al contener la expansión de contagios evitando la imposición de más restricciones que hubieran afectado a la economía china.
Sin embargo, los trabajadores migrantes continúan en una condición vulnerable porque muchos no cuentan con prestaciones sociales como un seguro médico en sus empleos en las ciudades. Este grupo tiene una alta probabilidad de contagio puesto que está ocupado en actividades en donde está en contacto con muchas personas como la construcción. En consecuencia, el gobierno chino debe continuar aumentado el gasto en salud con el propósito de cubrir los gastos de los trabajadores migrantes quienes están expuestos a adquirir enfermedades en sus lugares de trabajo.
Como parte del plan de recuperación, el presidente Xi Jinping anunció el aumento de la inversión pública en la construcción de infraestructura que contribuirá a conectar las ciudades, terminar las vías de comunicación y mejorar el transporte público. Estos programas han favorecido a las empresas industriales estatales en varios sectores como el acero, cemento y petróleo, entre otros. Como resultado, la producción industrial se recuperó en mayo del año en curso con respecto al período antes de la aparición del coronavirus aparte de que las empresas estatales iniciaron contrataciones de personal empleando a estudiantes chinos egresados de universidades. También la deflación de precios se contuvo amortiguando la caída de ingresos de las compañías.
La inversión pública dio un respiro a las empresas estatales industriales que tienen problemas de sobrecapacidad especialmente en el acero, carbón y cemento. Por ejemplo el Grupo Tewoo reestructuró su deuda a causa de la falta de ingresos el año pasado. Las compañías estatales se favorecieron con la extensión de las obligaciones de sus pagos con los bancos chinos evitando la quiebra de empresas lo cual habría exacerbado el desempleo. Pese a la realización de inversiones, las empresas necesitan una reestructuración considerando que muchas de ellas operan con ineficiencia, corrupción y niveles de producción insostenibles.
Es importante la reestructuración de las empresas en una situación financiera crítica que estén impregnadas de corrupción. Por consiguiente, varios ejecutivos en empresas estatales están siendo investigados por casos de corrupción particularmente en los sectores de energía y materiales industriales. La erradicación de la corrupción permitirá ahorrar una cantidad considerable de recursos que se destinaría a industrias más eficientes que a su vez emplearían a más trabajadores disminuyendo por tanto el desempleo.
En esencia el gigante asiático está impulsando a las industrias emergentes acelerando la revolución tecnológica en las tecnologías digitales. La asignatura pendiente es incluir a los trabajadores migrantes en los beneficios con el fin de consolidar una clase media. Además, la eliminación de la ineficiencia de las empresas estatales es crucial para contar con más recursos para la industrialización.
(*) Texto tomado del sitio Alainet.