Que “a ninguna familia le falte un plato de comida”, expresó la diputada provincial y directora designada del nuevo Consejo Universitario bonaerense, Florencia Saintout. La ex concejala platense y ex decana de la Facultad de Periodismo (UNLP) también apuntó contra las políticas de Cambiemos que sólo han generado más desempleo y pobreza durante los últimos cuatro años, y que desde la oposición en la capital bonaerense buscan revertir para que se dejen de aplicar políticas municipales orientadas a unos pocos.
Por Carlos López / En la capital de la Provincia se manifiestan con gravedad las consecuencias económicas y sociales de los cuatro años del gobierno de Cambiemos. Los barrios periféricos de La Plata que concentran más cantidad de habitantes se encuentran ante serias dificultades que no son atendidas por la Municipalidad como ocurre en otra medida con las necesidades del casco urbano. Desde hace más de 20 días, incluso en zonas cercanas al centro de la ciudad, miles de platenses se encuentran sin agua potable por razones desconocidas y desde el Municipio no se encabezó ningún tipo de acompañamiento a los vecinos que desesperados por la situación buscarán avanzar por vías legales esta semana.
La situación de los barrios platenses es una de las grandes preocupaciones que rodean a la capital bonaerense. El intendente macrista Julio Garro desde su primera gestión decidió no ocuparse de las dificultades que afrontan los barrios periféricos de la ciudad, lo que obliga a los vecinos a agruparse para luchar en las causas comunes frente a una Municipalidad que no ofrece asistencia alguna y que desde comienzo de este año viene siendo apuntada por el conjunto de la sociedad por los intentos de despidos masivos de cooperativistas y trabajadores y trabajadoras municipales.
La falta de presencia del Estado local es moneda corriente en algunos barrios como Hipódromo, El Dique, Mondongo y la zona de Plaza España, donde muchos vecinos se encuentran sin suministro de agua potable desde hace más de 20 días. Los habitantes afectados comenzaron esta semana con una nueva denuncia pública porque muchas de las familias afectadas incluyen entre sus integrantes menores y personas adultas mayores, lo que complica aún más la grave situación de no contar con un bien básico como el agua.
Las dificultades son mayores en un momento del año en el que se están registrando altas temperaturas. La empresa ABSA ante esto no ofreció ninguna explicación oficial hasta la fecha y es por ello que los vecinos le reclaman al intendente que el Municipio los proteja con alguna medida o que al menos ayude a visibilizar una causa oculta. El último viernes se realizó una movilización a las oficinas de la empresa ubicadas en 7 entre 57 y 58, pero los vecinos no fueron atendidos por ninguna voz oficial y tampoco recibieron ninguna confirmación sobre el estado de los numerosos reclamos que iniciaron.
Las principales quejas fueron reportadas desde los edificios ubicados en diagonal 80 entre 116 y 117 y de igual manera en 119 y 38, zonas donde al menos unas 200 familias son las más perjudicadas por la cantidad de días que llevan sin agua, lo que sin embargo no fue necesario para que exista alguna atención o iniciativa por parte de la empresa, como podría haber sido el envío de un camión de agua potable para abastecer la falta de suministro de la red. Los vecinos no vieron otra alternativa que apelar a la solidaridad vecinal y evalúan iniciar acciones legales en los próximos días.
A diferencia de esta realidad que viven miles de vecinos, desde el gobierno nacional comenzó el mes pasado la ejecución del programa Argentina Hace, por medio del cual se buscará mejorar la calidad de vida de los ciudadanos al mismo tiempo que se genera trabajo en diversas localidades a partir del desarrollo de la obra pública vinculada a las redes de agua potable. Este trabajo es coordinado directamente desde el Ministerio de Obras Públicas de la Nación y la empresa Agua y Saneamientos Argentinos (AySA).
Las políticas neoliberales aplicadas por Cambiemos en la provincia de Buenos Aires durante el gobierno de María Eugenia Vidal y, fundamentalmente en La Plata, han provocado que el desempleo y la pobreza aumente a altos niveles, lo que inevitablemente llevará varios meses de trabajo para recuperar al territorio como uno de los centros urbanos con más producción de la provincia. En este sentido, la diputada provincial y ex concejala platense, Florencia Saintout, denunció en su cuenta oficial de Twitter que el intendente macrista “destruyó la ciudad de La Plata”.
“Por eso -continuó- se conformó el Consejo Regional de Argentina Contra El Hambre con actores políticos, sociales, académicos y científicos. Entre todxs ya estamos trabajando para que a ninguna familia le falte un plato de comida”, remarcó la referente kirchnerista en la capital de la provincia.
A lo que se refiere Saintout es al lanzamiento en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) que a fines de la semana pasada hizo el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, para dar comienzo al Consejo Regional Argentina contra el Hambre. El programa tiene como principal objetivo reunir a referentes sociales, políticos, académicos y científicos en un equipo de trabajo multidisciplinario que se enfoque en potenciar acciones sociales y económicas con el uso de la tarjeta Alimentar en seis municipios de la provincia de Buenos Aires, que para ello recibirán una inversión de más de 156 millones de pesos.
Por su experiencia académica, Saintout busca incentivar al conocimiento como motor de recuperación de valores que construyan políticas que fomenten la justicia social y la igualdad de oportunidades. Es por ello que la semana pasada la directora del Consejo Universitario provincial acompañó al presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la inauguración de un nuevo edificio de la Universidad Nacional de Hurlingham. La ex decana de la Facultad de Periodismo de la UNLP subrayó allí que “en una Argentina de pie la inversión en educación pública es fundamental”.
Es que con el nuevo gobierno la intención es que las Universidades Públicas no sólo sean centros de formación, sino que además conformen un programa de políticas públicas que puedan ser gestadas para aplicarse hacia el conjunto de las comunidades que tanto las necesitan. El ajuste macrista de lo últimos cuatro años provocó la caída de la clase trabajadora en su conjunto y las problemáticas de los sectores troncales como la producción, la salud y la educación se vieron profundizadas por el abandono de inversión y la falta de soluciones que incluyan a las grandes mayorías.
Esta orientación es la misma que llevó al nuevo gobierno a anunciar que se duplicarán los fondos destinados al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET). Apostar a la ciencia y la tecnología es una clara muestra del proyecto de desarrollo social que buscan los nuevos gobiernos nacional y provincial. Tal como lo expresa Saintout, las Universidades, los centros de investigaciones y los programas de políticas oficiales deben ser puestos al servicio del desarrollo de las comunidades, premisa que ella misma encabezó cuando en abril de 2013 puso a disposición las instalaciones de la Facultad de Periodismo de La Plata que conducía para asistir a los inundados de una de las mayores tragedias en la historia de la ciudad.
Pese a que los gobiernos de Cambiemos, como ocurre aún en La Plata, dificultan el desarrollo del nuevo paradigma, el Estado argentino vuelve a ubicarse como un garante de que los argentinos vuelven a recibir un apoyo social en busca de alcanzar nuevos derechos. El conocimiento aplicado a las propuestas políticas es hoy uno de los caminos que hace pensar posible un futuro más prometedor que el duro pasado vivido con políticas de ajuste y excesiva toma de deuda internacional a costa del pueblo.
La recuperación de la provincia de Buenos Aires y de la capital bonaerense como principal centro de producción no es una tarea fácil ni rápida. Pero la lucha contra el hambre tampoco puede ser una tarea meramente económica a costa de endeudar a futuras generaciones, sino más bien debe empezar en un aula donde se pueda fomentar la concepción política del desarrollo social y económico con la inclusión de todos y todas.