Pobreza cero. Crear trabajo. Créditos para viviendas. No vamos a ajustar. Todos eslóganes vacíos de contenidos con los que el gobierno de Mauricio Macri asumió la presidencia en 2015. Así le va.
Por Diego Manuel Rodríguez / Las grandes mayorías transitaron estos cuatro años una lenta pero inevitable caída de su poder adquisitivo, sin un proyecto de país que le definiera rumbo. Se perdieron 200.000 puestos de trabajo. Esto significó que la desocupación pasó del 5,9% y alcanzó los dos dígitos: 10,6%. Y estos números continúan en aumento.
La falta de políticas para el desarrollo de las principales empleadoras en nuestro país logró que -según la propia AFIP- actualmente cierren 43 PyMES por día. El resultado ineludible es el aumento de la pobreza. En el primer semestre de 2019 un cuarto de los hogares del país (25,4%) y un tercio de las personas (35,4%) estaban por debajo de la línea de pobreza. Los índices de indigencia son estremecedores: 5,5% de los hogares y 7,7% de las personas son indigentes.
En 2015, Argentina tenía, por lejos, el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) más alto de América Latina: casi 600 dólares mensuales; hoy se encuentra en un piso de 283 dólares.
Tras las políticas adoptadas durante estos cuatro años, mientras otros países de la región lo aumentaban, el nuestro seguía disminuyendo, cuya caída solo es superada por Venezuela.
Esta caída no es circunstancial ni consecuencia de la situación que atraviesan los países con economías emergentes: esta caída era necesaria para reducir los costos de producción; en este modelo, el salario es un costo.
El salario se ha reducido en un 50%, avasallando las necesidades básicas de los trabajadores. Estamos ante un nivel de desempleo altísimo, donde los derechos laborales cada vez se acotan más. El último ejemplo de esto, es el decreto de necesidad y urgencia, ya declarado inconstitucional por varios jueces, que pone un límite al cálculo de indemnizaciones por ART como consecuencia de accidentes permanentes o muertes.
¿Cuánto más se puede vapulear a los trabajadores? Tenemos empresas como Rappi, Pedidos Ya y Glovo, que se jactan intermediadoras de una relación libre entre consumidores y quienes proveen el servicio de envío, encubriendo así relaciones laborales fraudulentas y violatorias de los más elementales derechos laborales, como obra social, jubilación, aguinaldo, vacaciones pagas, etc. Este modelo hace creer a los que emplean este tipo de trabajo que ellos son quienes están montando su propio emprendimiento.
Este modelo, es el que Cambiemos ha implementado, como también en el año 2016 subsidiaron a la empresa Mc Donalds (60 Millones de Pesos por año aproximadamente) a los fines de tomar empleos a jóvenes con un salario menor al SMVM, poniéndolos en situación de vulnerabilidad.
Por último, se observa que ha crecido la creación de trabajo bajo la modalidad del Monotributo, donde es el propio trabajador quien debe hacerse cargo de los costos mencionados en el párrafo precedente.
Estas políticas públicas no dinamizan la incorporación de los trabajadores al mercado laboral, por todo lo contrario, la precarización del trabajo, solo empeora las condiciones laborales.
El mercado se encuentra así sin regulación normativa, ante un ex Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, absorbido por el actual Ministerio de Producción de la Nación.
Es en este contexto, donde actualmente las políticas adoptadas por Macri, ha desplazado las negociaciones colectivas amparadas en la ley 14250 de Convenciones Colectivas de Trabajo, no atendiendo los reclamos y pedido de reuniones constantes de los Gremios y Sindicatos de gran parte del país, y quienes son fundamentales para la defensa de los derechos, amparo y mejoras de las condiciones laborales de los trabajadores.
Es necesario garantizar nuevamente estos derechos, fomentar el trabajo y ocuparse de las PyMES en un trabajo gradual y fortalecido, atendiendo a un nuevo mercado complejo.