Durante la semana que finalizó, a veces nombrándola, otras no, tan sólo indicándola como una de las empresas de la alimentación más importantes del país, en muchos círculos opositores y en sus cajas de resonancia mediáticas, sobre todo en los espacio centrales del canal C5N, se mencionó casi con algarabía los achiques que viene haciendo ARCOR, como síntoma de un dato incontrastable, el desaguase económico y social que con deliberada intención provocó el gobierno de Cambiemos. Pero el llamado “círculo rojo”, que sí es cierto tiene resquebrajaduras y algunas cuentas pendientes con Mauricio Macri, es cierto; sin embargo a la hora de las decisiones capitales apoya con todos sus bagajes a los ocupantes de la Rosada.
El desmadre de la causa judicial “de los cuadernos”, o de las fotocopias de los cuadernos, llevo a muchos de los capos de la lumpen burguesía argentina a posiciones de una incomodidad no prevista, y se enfurecieron al descubrir que los empecinamientos políticos, judiciales y mediáticos contra el kirchnersimo provoca daños colaterales no deseados, poner el peligro la continuidad de negocios, patrimonios y hasta libertades personales de muchos de sus conspicuos titulares o gerentes.
Además, ,cuando muchos hijos y entenados de ese empresariado de rapiña – son ellos lo que lucran a mansalva con la ola inflacionaria y la imparable carrera de los precios básicos, como lo de la alimentación, por ejemplo – se acogieron al blanqueo previsto por la Ley 27260, lo hicieron falsificando, mintiendo a menos, en sus declaraciones; lo que, por internas dentro de la propia AFIP, ahora está quedando al desnudo con probables derivaciones fiscales y panales de gravedad: a menos que todo ello, una vez más, los “resuelva” el trapicheo mafioso de la política., todo ello de informaciones provistas desde adentro del ente recaudador.
Sin embargo, el escenario electoral de cara a octubre es decisivo a la hora de garantizarles a ellos, los empresarios, un orden de políticas públicas de saqueo a la sociedad con destino al engrosamiento de las arcas patronales. Eso es todo y por eso sucede lo que bien informa este sábado el diario Página 12, en nota que pasamos a reproducir.
Las grandes cámaras empresarias que conforman el Grupo de los 6 (G6) difundieron un comunicado alineándose con la estrategia oficial destinada a tratar de generar estabilidad de cara a las próximas elecciones presidenciales. “Compartimos la necesidad de avanzar en la construcción de consensos, promoviendo el diálogo entre las distintas fuerzas políticas y actores sociales”, aseguró la entidad integrada por la Asociación de Bancos Argentinos, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la Cámara Argentina de Comercio, la Cámara Argentina de la Construcción, la Sociedad Rural Argentina y la Unión Industrial Argentina. La Asociación Empresaria Argentina (AEA) también respaldó la iniciativa.
El gobierno de Mauricio Macri comenzó en los últimos días a negociar una declaración conjunta con parte del peronismo como señal a los mercados. La intención es consensuar diez puntos entre los que sobresalen la necesidad de lograr equilibrio fiscal, respeto a los contratos y derechos adquiridos, mayor integración al mundo, independencia del Banco Central, creación de empleo a través de “legislación laboral moderna” (un eufemismo que suele esconder el avance de la flexibilización), reducción de cargas impositivas, consolidación de un sistema previsional y federal sostenible, estadísticas transparentes y cumplimiento de las obligaciones de deuda.
“Adherimos al carácter prioritario de lograr los acuerdos básicos para fomentar el crecimiento sostenido y sustentable de todos los sectores y regiones del país. Para ello resulta imprescindible contar con políticas de Estado que tengan el largo plazo como prioridad, que brinden certidumbre y estabilidad al sector productivo, impulsando la inversión y la creación de empleo de calidad”, expresó el G6, entidad que desde hace tiempo viene reclamando el cumplimiento de varios de los puntos incluidos en el decálogo para reducir costos e incrementar ingresos.
“Sin acuerdos programáticos que convoquen y comprometan a todos los partidos políticos, Argentina profundizará los problemas que la llevaron a una década sin crecimiento. El consenso alcanzado sobre estos 10 puntos debe constituir el hito a partir del cual implementar definitivamente las medidas necesarias para contener la inflación, reducir la carga impositiva, promover la inversión, generar empleo y consolidar la seguridad jurídica, requisitos ineludibles para avanzar hacia el desarrollo de un país inclusivo y federal”, concluyó la entidad en el comunicado.
Por su parte, AEA también apoyó el acuerdo que busca alcanzar el gobierno con las corrientes del peronismo que han sido más cercanas e incluso llegaron a votar en el Congreso leyes clave para el Ejecutivo, tal fue el caso de las bancadas que responden a Sergio Massa, Miguel Angel Pichetto y el gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey. “AEA apoya la celebración de un acuerdo entre diferentes fuerzas políticas de nuestro país en relación a políticas públicas en temas clave”, destacó para luego enumerar el decálogo que empezó a circular el jueves. “Este tipo de acuerdos contribuye a brindar mayor previsibilidad al futuro económico y social de la Argentina, y por lo tanto hace posible generar un clima favorable para las inversiones y la generación de empleo”, concluyó la entidad integrada por grandes firmas como Grupo Clarín, Techint, Arcor, Laboratorio Bagó, Grupo Miguens, Grupo Roggio, Cartellone, Coto e Impsa.