Los logros del macrismo son las miserias de las mayorías. Así se puede definir a un gobierno que en todos sus niveles gubernamentales ha logrado un contundente rechazo por la falta de medidas políticas en favor de los más necesitados. Paritarias sin definiciones, hospitales sin insumos y comedores repletos de menores y adultos que se acercan por un plato de comida son algunos de los indicadores que marcan una gestión completamente comandada por el olvido y el ocultamiento. La presidenta del bloque Unidad Ciudadana FPV – PJ en la Cámara de Diputados bonaerense, Florencia Saintout, propone aportar una construcción de unidad con distintos sectores que mantengan una mirada puesta en las clases populares para dar vuelta las políticas de “uno de los gobierno menos transparentes de la historia”. Es que la gobernadora María Eugenia Vidal destina millones de pesos a cuidar su imagen ante los medios de comunicación en este año electoral, mientras que prefiere dejar de lado las demandas de los miles de bonaerenses que reclaman atención del Estado porque los ingresos no cubren las necesidades básicas y los barrios cada vez tienen más problemas estructurales, a lo que la gestión simplemente responde que no hay más fondos públicos para invertir. “Ya no sabemos cómo decirle a este gobierno que el salario no alcanza”, expresan los trabajadores del Estado que le siguen reclamando a la gobernadora una paritaria justa y acorde a la realidad inflacionaria.
Por Carlos López / Ante la profunda crisis social y económica que atraviesan los bonaerenses, la presidenta del bloque Unidad Ciudadana FPV – PJ en Diputados, Florencia Saintout, en una entrevista en Radio Del Plata expresó que “la provincia ha perdido empleo, se ha empobrecido, la gente la está pasando muy mal en líneas generales, con sectores populares que están cada vez peor. Estas cosas no aparecen en los medios de comunicación” porque “el blindaje mediático tan tremendo que tiene María Eugenia Vidal no es porque los medios la quieran, sino porque hay intereses muy claros que se ven en la cantidad de recursos de la provincia de Buenos Aires que se pone en los medios”, denunció la legisladora.
A su vez, la diputada kirchnerista que supo ser concejala platense por la misma fuerza y decana de la Facultad de Periodismo de la UNLP, también denunció que “el gobierno de María Eugenia Vidal es uno de los menos transparentes de la historia, lo cual es impactante porque tienen un discurso de transparencia y diálogo cuando en realidad son un gobierno totalmente oscuro”, y puntualizó que “cuando un gobierno es una maquinaria de generar pobreza, genera más inseguridad, sumado a que la Policía Bonaerense también está atravesada por un momento de destrucción de acuerdos para vivir juntos, con un gobierno que es estructuralmente corrupto”.
La semana pasada una masiva movilización de trabajadores y movimientos sociales agrupados en la CGT y las dos CTA puso en las calles un reclamo que trasciende hoy a la clase media y el campo popular en su conjunto, golpeados por los fuertes ajustes que el macrismo realiza en todos los niveles sociales. Pese a que la política de propaganda de Vidal es negar las consecuencias de su gestión, los bonaerenses protestan porque la calidad de vida cada vez se encuentra más lejos de lo esperado y miles de familias tienen que salir a pedir para comer, cuando hace meses no lo necesitaban hacer.
Bajo la consigna “Unidad, producción y trabajo argentino” miles de bonaerenses marcharon por las calles de la Capital Federal para llegar al Obelisco como centro de agrupamiento para demostrar que distintos sectores se oponen a una política económica aliada al Fondo Monetario Internacional (FMI) a costa de la vida de los argentinos. Los constantes cierres de las pequeñas y medianas empresas, la falta de nuevas oportunidades laborales, la reducción de los fondos destinados a Salud y Educación, y la mano dura aplicada como política de Seguridad para reprimir a los que protestan por el hostigamiento del gobierno son algunos de los pilares que ponen en pie a miles de trabajadores que no soportan la desidia y el silencio del gobierno macrista. Estos reclamos podrían congeniar en una protesta aún mayor, si es que el próximo jueves se logra fijar una nueva movilización en el encuentro regional de gremios que se realizará en la sede porteña del SMATA.
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) también reclama intensamente que la gobernadora dé una respuesta para rever la propuesta salarial del 20% con revisión más un bono de siete mil pesos, aceptada sólo por UPCN y Fegeppba. Es que durante el 2018 el aumento total para los trabajadores estatales fue del 32%, cuando el gobierno provocó una inflación del 47,6%. Teniendo en cuenta la inflación proyectada para este año, los dirigentes exigen un aumento del 23% para una paritaria que ni siquiera comenzó a ser tratada por el gobierno provincial.
“Ya no sabemos cómo decirle a este gobierno que el salario no alcanza, que un auxiliar de la educación que ingresa cobra entre 13 y 14 mil pesos, que un enfermero que ingresa a trabajar cobra 18 mil pesos, y que eso está por debajo de la línea de la canasta familiar, que es de 27 mil pesos. Entonces, ¿cómo vamos a llegar a fin de mes? No llegamos, gobernadora de la provincia de Buenos Aires”, reclamó esta semana en una conferencia de prensa la delegada de ATE en el Hospital de Niños de La Plata, Eliana Aguirre.
La Plata ha pasado de ser una ciudad fundamental en el desarrollo industrial de la provincia a formar parte del podio de localidades con más cantidad de personas en situación de pobreza en el país. Esta transformación del hambre fue posible gracias a las políticas de ajuste y los recortes que inició el macrismo a nivel nacional y provincial y que en la capital bonaerense comanda el intendente Julio Garro. Los fondos municipales hoy son destinados a reparar y acondicionar cuestiones que no hacen a las necesidades primordiales de los habitantes, como lo es el cuidado de los espacios públicos, mientras que miles de platenses pasan cada vez más hambre en los barrios periféricos e incluso ya dentro del casco urbano, donde históricamente se concentró el mayor poder adquisitivo de la ciudad.
Es así como el pasado viernes el arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Manuel Fernández, se reunió junto a diversos referentes políticos de la ciudad para comunicar la preocupación de la Iglesia por la cantidad de pobres y la falta de oportunidades que tienen las personas para salir de esa condición, afectando no sólo a los adultos, sino también a miles de niños que no logran acceder a las necesidades básicas, poniendo en riesgo el futuro de una generación entera.
El monseñor llevó adelante un mensaje del Papa Francisco en la búsqueda de conformar una unidad que luche contra la desidia estatal actual en la región de La Plata, Berisso y Ensenada. Saintout, como una de las principales referentes políticas de la ciudad y futura precandidata a la intendencia, estuvo presente en el encuentro que reunión a diferentes sectores políticos de la oposición, en donde declaró que “es imprescindible tejer lazos con distintas fuerzas políticas para que de una vez por todas en la ciudad los chicos puedan comer en su casa con sus familias”.
Al puntualizar sobre esta situación en La Plata, Saintout ya había remarcado días antes en declaraciones radiales que “la capital en este tiempo tiene 270 mil nuevos pobres y en un año sumo 70 mil pobres; tenemos un intendente claramente alineado con el macrismo que no reacciona ante una ciudad en la que todos los días cierra un comercio. La Plata es una ciudad donde en los barrios hay hambre, además de muchísimos otros problemas como que faltan las vacantes en jardines, tenemos un cordón frutihortícola con productores que están abandonando el cordón y una ciudad en la que ni siquiera los comedores pueden dar respuestas a las demandas”, explicó.
Precisamente el jueves pasado la gestión del intendente platense realizó la rendición de cuentas de 2018, fuertemente criticada por la subejecución de partidas en áreas sensibles, práctica que se ha instalado como moneda corriente en el gobierno de Cambiemos. La rendición de Garro esta semana entrará en sumario y luego se votará en el recinto del Concejo Deliberante el próximo 24 de abril, pese a que los concejales opositores sólo tuvieron dos días para leer un dictamen que no fue acompañado como se esperaba por los secretarios oficiales de cada área afectada.
El 60% de las partidas asignadas por el gobierno de Garro son destinadas a obras y servicios, cuando otras áreas como desarrollo social tienen una fuerte necesidad de alimentos que queda relegada. Además, frente a una ciudad que cuenta cada vez con más barrios empobrecidos, el gobierno municipal prefirió asignar partidas extras sin justificar a la empresa que presta el servicio de recolección de residuos ESUR S.A., con un contrato que se elevó en unos 62 millones de pesos, y otra con una nueva licitación para la compra de 600 cámaras de seguridad.
La gestión macrista tendrá que explicar por qué se gastaron sólo 234 millones de pesos en Seguridad cuando el área tenía asignado 715 millones, o por qué se ejecutaron sólo el 70% de las partidas asignadas al Fondo Educativo. De igual manera, y pese a la negación constante de Cambiemos, la baja en la recaudación de impuestos pone en evidencia que el macrismo ha logrado extender la pobreza, principalmente con el cierre de comercios que dejan de aportar al pago de la Tasa SUM, que demostró una baja del 15,44% de acuerdo a lo presupuestado, y la Tasa de Seguridad e Higiene con un reducción de unos 125 millones de pesos según lo esperado.
La clase media tampoco escapa a los ajustes feroces del macrismo, porque si bien los barrios más desprotegidos han sido los principales perjudicados por la falta de trabajo y el hambre, otros sectores que durante el kirchnerismo lograron acomodarse económicamente hoy sufren nuevamente. Unas 150 familias en La Plata mantienen permanentemente intimaciones y movilizaciones al Banco Hipotecario de esa localidad para exigir que se destraben los préstamos del Pro.Cre.Ar. Bicentenario 2017, el cual al no concretarse según lo pautado les impide comenzar las construcciones de sus viviendas. Además, en caso de iniciar el proceso, los vecinos platenses ya han sufrido una importante reducción en la capacidad de compra porque cuando fueron sorteados podían comprar los materiales con una cotización del dólar a 16 pesos, ubicado hoy en más de 44 pesos.
Debora, una de las vecinas afectadas que reclama por una urgente Ley de Emergencia UVA explicó que “exigimos que como esto es una política de Estado impulsada por el gobierno de turno, pedimos que nos escuchen y nos puedan dar una solución a este problema. Nos prometieron que los créditos iban a ser la solución al problema habitacional de los asalariados y hoy la verdad es que es todo lo contrario”, afirmó.
Claro que el sueño de tener una casa propia ya dejó de ser posible con los gastos que se deben afrontar ahora, y más aún cuando el consumo se reduce a las necesidades básicas que necesitan las familias. Como ocurre todas las semanas desde hace varios meses con muchos comercios, esta semana en La Plata la Heladería Zohel, ubicada en 44 y 139, anunció el cierre definitivo de sus puertas por la crisis. Es que según un relevamiento sobre la actividad comercial en la capital bonaerense se comprobó que con respecto a un año atrás los locales cerrados aumentaron en un 185% y los locales comerciales alquilados se redujeron en un 20%.
La política de María Eugenia Vidal, y que tiene su continuidad con Julio Garro en La Plata no hace más que generar nuevas brechas en una sociedad que intenta sobrevivir cada vez con menos capacidad de compra. Los salarios no alcanzan y los servicios y el transporte suben a niveles históricos. Insólitamente una persona con un empleo promedio se encuentra destinando más de un 100% más de gastos de transporte para ir a trabajar que lo que le demandaba cuando Cambiemos asumió al poder. Mientras la gobernadora replica el modelo discursivo mediático de Mauricio Macri con promesas que no se cumplen y logros que sólo ellos ven pero no pueden demostrar con hechos, miles de bonaerenses reclaman que el Estado aparezca de una vez por todas y que se concreten políticas para asistir a los más necesitados. Sólo una alternativa electoral podrá detener la profundización del hambre y la pobreza que el propio gobierno ha generado.