La gobernadora de la provincia de Buenos Aires no logra mejorar su imagen de cara al próximo año electoral. Es que la realidad de la provincia más importante del país sigue siendo alarmante, con nuevos despidos, miles de trabajadores que rechazan los aumentos salariales por encontrarse muy por debajo de la inflación esperada para este año, e índices que pobreza que crecen, como consecuencia de las políticas públicas de Cambiemos. A su vez, María Eugenia Vidal quiso aprovechar las iniciativas del colectivo de mujeres actrices que desencadenó una serie de denuncias públicas sobre abusos, violaciones y privaciones ilegítimas de la libertad perpetrada por varones, y se sumó erróneamente a destacar políticas de género a nivel provincial que no existen como tales y que incluso exponen la precarización laboral de las mujeres que atienden la línea 144 de asistencia contra casos de violencia de género. Sucede que la gobernadora, pese a su condición de mujer, reproduce al pie de la letra la receta de dominación y explotación machista y patriarcal.
Por Calos López / Las trabajadoras denuncian que el gobierno provincial sólo dispone de 70 operadoras para atender más de 30 mil denuncias que siguen en aumento, además de que un 90% de ellas se encuentran precarizadas. Este lunes el kirchnerismo platense, apoyado por referentes provinciales y nacionales, tiene previsto presentar el Ateneo Néstor Kirchner en La Plata con la diputada bonaerense Florencia Saintout a la cabeza para “hacerle frente a los saqueadores del gobierno”. El acto debió realizarse el viernes pasado pero sus organizadores lo suspendieron para solidarizarse con las víctimas del temporal que ese día azotó a La Plata y sus alrededores.
La situación que atraviesa a nivel social la provincia tiene su mayor expresión en La Plata, localidad que es una clara muestra de la desidia con la que actúa Cambiemos a lo largo y ancho del país, y que afecta principalmente a los municipios con más población en la provincia de Buenos Aires. En la capital bonaerense se registran unos 245 mil pobres, de los cuales 82 mil son niños y adolescentes. Además, la franja de indigentes se elevó a unas 54 mil personas, afectando puntualmente a 13 mil niños y adolescentes. Otro indicador que el gobierno del macrista Julio Garro no quiere reconocer es que en la ciudad ya existen unos 116 comedores y copas de leche para alimentar a niños y jóvenes, y lo más grave de esto es que esa cantidad ya representa el doble de lugares que existían en 2016.
Los gremios son los primeros en demostrar el descontento de la clase trabajadora por esta realidad que afecta a todos los distritos bonaerenses, principalmente los que se ubican dentro del Conurbano Bonaerense. El miércoles pasado los judiciales nucleados en la Asociación Judicial Bonaerense (AJB) marcharon hacia la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires para reclamar una nueva oferta salarial y mantuvieron una jornada de paro para rechazar una propuesta salarial del gobierno de Vidal que suma un 2% a cobrar en diciembre y acumula un 30% anual, al menos 15 puntos porcentuales por debajo de la inflación proyectada para este año.
Esta situación es similar para distintos gremios que responden a la CGT y la CTA, y por ello marcharon el jueves pasado en 12 localidades bonaerenses ubicadas a lo largo de la ruta 5 en pedido de “mayor trabajo y producción”. El portal Diario Contexto publicó las palabras del secretario de la CTA, Juan Muñoz, quien explicó que “buscamos construir la unidad entre los trabajadores para hacer más fuerza frente al poder de los gobiernos de Macri y Vidal y para dar una señal al resto del gremialismo en búsqueda de la unidad de cara a las elecciones”. Los ejes del rechazo colectivo al macrismo tienen su fundamento en los despidos masivos, la pérdida del poder adquisitivo, la caída de la actividad industrial -según el INDEC en octubre las industrias utilizaron sólo el 64,8% de sus maquinarias- y las reformas previsional y laboral.
La única respuesta que tiene Vidal es la represión. Antes de finalizar el año la gobernadora contará en su registro con una nueva represión a trabajadores. En este caso el ataque policial ocurrió la semana pasada contra empleados despedidos de Cresta Roja, la planta de la empresa avícola que se encuentra en el distrito de Esteban Echeverría y que, si bien había sido respaldada por Macri como un modelo de producción hacia el próximo año, la realidad es que los obreros que fueron cesanteados no serán reincorporados.
“Hicimos una olla popular y así nos respondieron. Estamos en una situación crítica, tenemos a 1.600 suspendidos y han llegado 180 cartas de despidos sin indemnización”, afirmó uno de los trabajadores que encabeza el reclamo, Walter Legui. La respuesta de Vidal durante todo el conflicto se correspondió con lo ocurrido en esta última oportunidad, balas de gomas y gases lacrimógenos fueron lanzados por la Policía Bonaerense contra hombres, mujeres e incluso niños que aguardan una respuesta frente a los portones de la fábrica para conocer el futuro de sus familias.
Misma situación atraviesan las familias que quedaron en la calle por los despidos de la empresa metalúrgica Siam de Avellaneda. Los trabajadores se movilizaron durante la última semana al Ministerio de Trabajo bonaerense para reclamar reincorporaciones, ya que el martes próximo vencerá el plazo para la conciliación obligatoria y la firma continúa sin dar respuestas a los reclamos de los empleados cesanteados. Los trabajadores explicaron en un comunicado que “la empresa se comprometió a reactivar la producción, reducir la desocupación con la generación de 600 puestos de trabajo, realizar inversiones para maquinarias e instalaciones. Contrariamente ha reducido la planta a cerca de 60 trabajadores, con retiros voluntarios y despidos. Y en nuestro caso los despidos tienen un carácter antisindical pretendiendo instalar aún peores condiciones de trabajo”.
La presidenta del bloque Unidad Ciudadana FPV-PJ en Diputados, Florencia Saintout, tenía previsto encabezar este lunes la presentación del Ateneo Néstor Kirchner en La Plata, un espacio para reconstruir la militancia y repensar las políticas públicas orientadas a la organización de un Estado de derecho que contribuya a mejorar la calidad de vida de las grandes mayorías, todo lo contrario a lo alcanzado por el gobierno de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires y el país. La referente del kirchnerismo en La Plata y ex concejala de la ciudad sostuvo que “la organización de la militancia resulta imprescindible para hacerle frente a los saqueadores del gobierno”.
El objetivo del colectivo será “realizar diagnósticos de la situación actual de la ciudad y planificar líneas de acción en adelante” a partir de la unidad de referentes políticos, sociales, culturales, sindicales y de derechos humanos que luchen contra el plan neoliberal de los gobiernos de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, y que tiene su representación local en la capital bonaerense con el gobierno de Julio Garro, responsable de que La Plata tenga hoy una desocupación del 9,5%, siendo uno de los distritos con más desempleo en el país.
Una de las políticas que más expone al gobierno macrista en su concepción conservadora y patriarcal se evidenció en la aprobación del Presupuesto 2019 de Vidal, el cual recortará los fondos de determinadas áreas centrales como Salud y Educación, pero que también será extensible a otras áreas en crecimiento como Género. Tras la denuncia que resonó a nivel nacional de la actriz Thelma Fardin a Juan Darthés, las trabajadoras de la línea 144 de asistencia para casos de violencia de género se manifestaron en contra del plan de acción de la gobernadora para el próximo año, ya que se prevé una reducción en el sector del 100% con respecto a lo utilizado durante este año.
En medio de los cientos de denuncias públicas que se dieron a conocer en las últimas semanas sobre acosos de varones sobre mujeres, la gobernadora Vidal aprovechó el envión mediático del tema para resaltar las políticas de género en la provincia de Buenos Aires con un supuesto acompañamiento a las mujeres con la posibilidad de denunciar a los hombres que abusen o ejerzan violencia comunicándose telefónicamente al 144. La línea atiende aproximadamente unos 30 mil llamados (cifra que aumentó esta semana pasada) pero lo hace tan sólo con 70 operadoras que trabajan precarizadas y que desde que nació el programa de ayuda vienen reclamando la incorporación de más trabajadoras.
Es decir que Vidal luce su supuesto esfuerzo en materia de contención a las mujeres, pero el trabajo es realizado paradójicamente por mujeres precarizadas que en un 90% son monotributistas o tercerizadas, lo que no les permite consolidar sus puestos de trabajo ni tener ninguna seguridad de la continuidad año tras año. Además, la Secretaría de Derechos Humanos comandada por Santiago Cantón es responsable de tercerizar a través de la empresa Provincia Net a “empleadas de comercio” que reciben sueldos que en muchos casos no superan la canasta familiar y en otros directamente pasan por muy poco la línea de indigencia.
Vidal gobierna en la provincia con una subejecución del Programa Prevención y Atención de la Violencia Familiar y de Género, que depende del Ministerio de Salud provincial, el cual en 2016 fue directamente vaciado para reasignar partidas a otras áreas. Esto no mejorará para el próximo año, sino que directamente no hay respuestas pese a los pedidos de informe de los legisladores opositores para conocer el porqué del recorte a las políticas públicas direccionadas a las áreas de género que planteó en su presupuesto la gobernadora.
Hay una sola cosa que Vidal cumplió desde su campaña política hasta los últimos tres años de gobierno: engañar a los bonaerenses. Así como prometió más puestos de trabajo y en realidad hay cada mes más desempleados, lo mismo hizo con las políticas de género, las que nombra con orgullo y en realidad con recortes y cierre de programas de protección a las víctimas demuestra que su gestión es de las más olvidadas en la lucha contra la igualdad de género.
La gobernadora no puede ocultar la pobreza que aumenta en los municipios de la provincia de Buenos Aires y tampoco puede ocultar que su apoyo a las mujeres sólo es una cuestión discursiva y oportunista por el alcance mediático que tomó este mes el grito de miles de mujeres que están cansadas de ser oprimidas y se manifestaron en un colectivo que marcará un antes y un después en la lucha del feminismo en la Argentina. Vidal podrá en los medios de comunicación diferenciarse de Macri, de Horacio Rodríguez Larreta o incluso mostrarse cercana a los vecinos en los timbreos de cada fin de semana, pero lo que nunca podrá hacer es escuchar al pueblo o al menos parecerse a una gobernante cercana a los más necesitados.