Los trabajadores se manifestaron masivamente frente a la puerta del nosocomio de Morón para exigir la reincorporación de los 122 despedidos y ahora intentaban cortar el Acceso Oeste, donde el Gobierno desplegó un fuerte operativo de Gendarmería para amedrentarlos.
“¡No queremos más despidos, no queremos represión, para los trabajadores ya la reincorporación!”. Con este y otros cánticos, los empleados del Hospital Posadas iniciaron esta mañana una nueva jornada de lucha, que incluye un paro convocado por la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (Fesprosa) y la Asociación de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP).
Tras realizar un masivo abrazo frente a la puerta del nosocomio de Morón, junto a organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos, los 122 despedidos encabezaban una marcha hasta el Acceso Oeste, donde se disponían a cortar la autopista en medio de un fuerte operativo de Gendarmería, que amenazaba con reprimir la protesta.
La notificación de los despidos llegó el lunes 15 de enero, de la mano de una resolución interna que advertía cuales iban a ser los contratos renovados y cuáles no. Entre los cesanteados hay 16 delegados sindicales y 50 enfermeros que habían sido incluidos en un amparo de la justicia de San Martín contra la flexibilización laboral del turno noche.
Según la denuncia de los trabajadores, tras los despidos varias áreas del hospital quedaron desarticuladas, incluidas la internación pediátrica y los tratamientos contra el cáncer.
Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, repudió durante la manifestación el ataque permanente del macrismo a la salud y la educación. “Este Gobierno no valora nada”, lamentó y pidió acompañar en las calles a todos las víctimas del brutal ajuste de Cambiemos.