Así lo manifestó el periodista Horacio Verbitsky en relación al silencio de los magistrados respecto al caso de la líder de la Tupac Amaru. El presidente del CELS presentó ayer en la Facultad de Periodismo de la UNLP su libro “La Libertad no es un Milagro”. Anoche nuevamente en Alto Comedero, Milagro Sala se autolesionó luego que la justicia le niegue una internación.
Por Daiana Gimenez (*) / El periodista de Página/12 y presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), presentó anoche su nuevo libro La Libertad no es un Milagro en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, donde se refirió a los caminos a seguir tras el traslado ilegal de de Milagro Sala nuevamente a Alto Comedero. Anoche la parlamentaria del Mercosur se autolesionó al ser rechazado su pedido de internación.
En principio Verbitsky explicó que la Comisión Iberoamericana de Derechos Humanos (CIDH) sesiona este mes en Montevideo y convocó a una Comisión para tratar el caso de la líder de la Tupac.
“La otra alternativa es que finalmente se pronuncie la Corte Suprema de Justicia que desde el mes de febrero tiene a su consideración los recursos extraordinarios contra la prisión preventiva. Y disponga lisa y llanamente la libertad de Milagro”, explicó el periodista de Página/12, que que tras la resolución de la CIDH se comunicó con uno de los jueces de este tribunal argentino. Este reconoció que estaban esperando que se pronuncie el organismo internacional y que la detención de la líder de la Tupac Amarú “es insostenible y es arbitraria”.
“No puede ser que la Corte no se pronuncie, si ellos deciden que la decisión no es arbitraria que lo digan, que lo definan, que pongan la cara pero no que se escondan dejando pasar el tiempo y haber si la CIDH la deja en libertad”, dijo el periodista quien remarcó que “lo que está haciendo la Corte es de una cobardía impresionante”.
Durante la presentación de “La libertad no es un Milagro”, libro en el que colaboró la periodista Alejandra Dandan y la abogada de la dirigente Elizabeth Gomez Alcorta, Verbitsky repasó el recorrido de este material haciendo un recuento, no solo de las maniobras del gobernador jujeño Gerardo Morales junto con el poder judicial para su detención, sino que también la vida de la diputada del Parlasur, la importancia de la obra de la Tupac Amarú y las diferentes luchas que se llevaban a cabo para su liberación.
“Milagro fue detenida el 15 de enero de 2016 y en ese momento yo tuve la percepción de que si era posible privar de su libertad en forma tan arbitraria a la dirigente social más importante del país que había construido una obra extraordinaria, la libertad de todos los argentinos estaba en peligro”, relató Verbistky, quien junto al CELS acompañó a Sala y a sus abogados desde el inicio. “Este libro es el resultado de un involucramiento personal muy fuerte”, remarcó.
El periodista explicó que la Tupac Amarú se preocupó por la generación de empleo y de vivienda. Durante la presidencia de Néstor Kirchner encontraron en la construcción una forma de reintegrar a la economía formal la mano de obra expulsada y con ese trabajo contribuir a las necesidades insatisfechas construyendo escuelas, fábricas, casas y barrios enteros con piletas públicas.
“Ella quiere que los negros tengan lo mismo que tienen los blancos y que los pobres tengan lo mismo que tengan los ricos”, sostuvo el periodista, quien recordó que Milagro fue expulsada de un natatorio por su color de piel. “Es una cosa que quedó muy marcada en ella. Tiene el tema del racismo muy marcado porque lo padeció. Entonces quiso que todos los chicos pobres, que en Jujuy además de ser pobres son negros, tuvieran eso que tiene los que son blancos y tienen un buen pasar. Esta es una de las cosas que más odio ha provocado en los sectores poderosos”, agregó.
El periodista recordó que la dirigente fue juzgada y condenada sin pruebas por un escrache al por entonces Senador Gerardo Morales, Verbitsky, quien asistió a este juicio, remarcó que los magistrados, con fuertes vinculaciones con el hoy gobernador, “no podían sostener la cara, se les caía la cara la cara de vergüenza. Sabían que estaban haciendo una tarea infame y estaban dispuestos a hacerla de todos modos”.
Tras la resolución de la CIDH, Milagro había obtenido la domiciliaria, pero el juez Pablo Pullen Llermanos, semanas después la volvió a encarcelar. Según el periodista, y en consonancia con las declaraciones de los abogados oficiales de la líder de la Tupac, hubo dos cuestiones que llevaron a esto. En principio el malestar del gobernador la pregunta de Milagro hacia Gendarmería, preguntándoles dónde está Santiago Maldonado. La segunda tiene que ver con un video divulgado recientemente donde se ve a Sala enfrentando a este magistrado en una citación.
Milagro “hoy está padeciendo el hostigamiento de un gobierno de empecinado en destruirla”, advirtió el periodista y agregó “y hasta en matarla” retomando las palabras de Elizabeth Gómez Alcorta, en la conferencia de prensa brindada tras el traslado.
“Milagro hoy muy está mal”, dijo Verbisky promediando las 21.00 de la noche momento en que cerró su presentación. Minutos después un comunicado de prensa de la Tupac Amaru corrió rápidamente por celulares y redes sociales señalando que Sala se había autoflagelado.
“Milagro Sala se autolesiono después de que 4 integrantes del juzgado de Cruz la notificaran a las 21.30 horas que le rechazaban el habeas corpus y el pedido de internación”, informaron desde el equipo de prensa de la Tupac Amarú.
El día miércoles, durante una audiencia con el juez Isidoro Cruz, Luis Paz, uno de los abogados de Milagro, solicitó la internación por su estado de salud. Sin embargo, el magistrado negó este pedido.
“Al momento de informarle de la negativa del juez, Milagro les mostró los golpes en el cuerpo, una pelota que tiene en la panza y les dijo que desde su reingreso solo una vez la atendió un médico y que no le dieron medicación. Hacemos responsable de cualquier cosa que pueda sucederle a Gerardo Morales, a Mauricio Macri y al juez Isidoro Cruz”, concluyen.
(*) Periodista del diario Contexto.