Es que un bonaerense que estudio deportes en Cuba representará a la Argentina como entrenador de boxeo en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Por Santiago Masetti (*) / Daniel Rafael González, egresado de la Escuela Internacional de Educación Física y Deportes (EIEFD) de Cuba, no sólo aprendió de los grandes maestros, sino que palpitó de cerca lo estilos de campeones que son leyendas, como Kid Gavilán, Benny Paret, Mantequilla Nápoles, Teófilo Stevenson y Felix Savón, entre otros.
Es uno de los entrenadores con los que cuenta el equipo de boxeo argentino para participar en la cita deportiva más prestigiosa del orbe: los Juegos Olímpicos que debieron ser retrasados y reprogramados debido a la pandemia de coronavirus.
Desde Cuba, reconocen a González como un gran discípulo de esa mundialmente reconocida escuela cubana del deporte de los puños, formadora de esgrimistas, danzarines y pegadores entre la cuerdas.
Tras egresar de la EIEFD en 2008, González regresó al país y logró posicionarse como un manager reconocido en el mundo del pugilismo argentino, con dilatada experiencias sobre los rines de Buenos Aires y otras localidades de la geografía de Argentina.
En su recorrido por los gimnasios, González supo transcurrir como profesional en un mundo en el que conviven la mercantilización y los ideales del amateurismo, en una práctica de fuerte raigambre popular.
A continuación citamos párrafos de un texto del colega Miguel Pintos, publicado en el blog Los Olímpicos.
El boxeo es el deporte que más medallas aportó a la Argentina en los Juegos Olímpicos, con 24 de 74.
En los Juegos Olímpicos de Amberes de 1920, el único atleta que representó a Argentina fue el boxeador Angel Rodríguez, que fue vencido en primera ronda por descalificación en el tercer round en el combate ante el noruego Arthur Olsen.
En Paris 1924, el boxeo aportó cuatro de las seis medallas obtenidas por la delegación Argentina. Alfredo Copello y Hector Méndez lograron la medalla plateada, mientras que Pedro Quartucci – luego famoso actor – y Alfredo Porzio consiguieron la medalla de bronce.
En las Olimpiadas de Ámsterdam en 1928, el abanderado fue Hector Méndez, quien había coseguido la medalla plateada cuatro años antes en Paris 1924. En estos Juegos Olímpicos el boxeo aportó cuatro de las siete medallas que obtuvo la delegación Argentina, dos de oro y dos de plata.
Las medallas doradas fueron logradas por Arturo Rodríguez Jurado y Víctor Avendaño, las medallas de plata fueron logradas por Víctor Peralta y Raúl Landini.
Los Ángeles 1932. En esta participación el boxeo aportó tres de las cuatro medallas que obtuvo la delegación Argentina, dos de oro y una de plata. Las medallas doradas fueron logradas por Santiago Lovell y Carlos Robledo, mientras que la plateada fue a manos de Amado Azar.
En Berlín 1936, nuevamente el boxeo fue el deporte que más medallas aportó a la delegación Argentina, cuatro sobre siete, una de oro una de plata y dos de bronce. La medalla dorada fue lograda por Oscar Casanovas, la plateada por Guillermo Lovell y las de bronce las obtuvieron Raúl Villareal y Francisco Resiglione.
La vuelta a los juegos después de la Segunda Guerra Mundial, y 12 años sin Olimpiadas, fue en Londres en 1948; en esta edición el boxeo nuevamente se destacó y aportó tres de las siete medallas que obtuvo la delegación Argentina, dos de oro y una de bronce. Una de las medallas doradas fue lograda por Pascual Pérez, uno de los grandes boxeadores que tuvo Argentina. La otra fue lograda por Rafael Iglesias, mientras que la de bronce fue obtenida por Mauro Cia.
Helsinki 1952. En esta edición el boxeo nuevamente se destacó por sobre los demás deportes y aportó dos de las cinco medallas que obtuvo la delegación Argentina, una de plata y una de bronce. La plateada fue lograda por Antonio Pacenza y la de bronce por Eladio Herrera.
Melbourne 1956, el boxeo en estos juegos aportó una de las dos medallas obtenidas por Argentina, la de bronce que fue conseguida por Víctor Zalazar.
En Roma 1960, el boxeo una vez más aportó una de las dos medallas Argentinas, la de bronce, conseguida por Abel Laudonio.
En las olimpiadas de Tokio 1964, el boxeo no aportó medallas a la delegación Argentina.
México 1968, el boxeo aportó una de las dos medallas obtenidas por la delegación Argentina, fue Mario Guilloti, quien consiguió la medalla de bronce.
A partir de ese juego, el boxeo no volvió a aportar medallas hasta 1996, cuando Pablo Chacón obtuvo la medalla de bronce.
A menos de una semana del inicio de la cita olímpica, desde la EIEFD felicitaron a González por su trabajo, entereza y dedicación, pero, sobre todo, “por mantener en alto los ideales de nuestro Comandante (Fidel Castro), cuando expresaba que Revolución, es ´sentido de momento histórico´, es ´cambiar todo lo que tenga que ser cambiado´ y ahí aparece nuestro gaucho compañero, miembro de la selección argentina de Box”.
Un entrenador formado Cuba tendrá la oportunidad de conducir nuevamente al podio de los medalleros al boxeo argentino.
(*) Texto tomado del sitio Primereando.