Con signos auspiciosos empezó el domingo en Santiago la Convención Constituyente y, con ella, quizá, el principio del fin del orden institucional heredado por la dictadura pinochetista. Es más, una mujer, catedrática y mapuche, fue elegida presidenta de la Convención.
Por Cecilia Vergara Mattei (*) / Elisa Loncón, una profesora, lingüista, madre y activista mapuche -la etnia mayoritaria en Chile-, fue elegida por mayoría absoluta (96 votos en 155) en la sesión inaugural, la que debió ser interrumpida por la protesta ante la brutal represión a los manifestantes en las calles de Santiago, por parte de los tristemente famosos Carabineros, que dejó su saldo de heridos y detenidos. En este rubro, nada cambió.La convención constituyente que tendrá que escribir un nuevo Chile echa a andar | Internacional – Información Center
Era imposible no emocionarse, era imposible no llorar, los rostros de casi todos quienes oían o miraban lo delataban. Terminaba aquella negación brutal que hace 500 años fue impuesta por la conquista española, de los cuales 200 a cargo del Estado chileno. Los pueblos indígenas originarios lograban su reivindicación histórica y ocupaban el sitial de honor que merecen en un país profundamente negacionista, racista y segregacionista.
“Un saludo grande al pueblo de Chile, desde el norte hasta la Patagonia, desde lafkuen (mar, espejo de agua) hasta la cordillera, en las islas, a todos quienes escuchan. Aquí estamos lamien (hermano), para agradecer su confianza y que depositaron su sueño en el llamado de la Nación Mapuche a votar por una mujer para cambiar la historia. Nosotros lamien muy felices por esta fuerza, que es para todo Chile, para todas las regiones, las naciones originarias y las organizaciones.
“Este agradecimiento es para la diversidad sexual, para las mujeres que caminaron contra toda dominación. Agradecer que instalamos una manera de ser plural, democráticos y participativos. Esta Convención transformará a Chile en un país plurinacional, intercultural y que no atente contra las mujeres, por los derechos de la Madre Tierra y que limpie las aguas”, añadió.
“ Un saludo a los lamien del Wallmapu (territorio), este es un sueño de nuestros antepasados, se hace realidad y es posible refundar Chile, establecer una nueva relación entre las naciones que conforman este país”, concluyó la presidenta de la Convención.
“En estos momentos en los que todos los pueblos esperan lo mejor de nosotros agradezco los apoyos otorgados hasta ahora. Juntos podremos construir el Chile plurinacional que soñamos”, expresó Loncón, de 58 años, madre, profesora, defensora de los derechos lingüísticos de los pueblos originarios, que nació en la comunidad mapuche Lefweluan, en la provincia de Malleco, en la Araucanía. Su lengua materna es el mapudungun, pero habla, además, castellano e inglés.
Lo que está en juego a partir de ahora es la posibilidad de definir un modelo de país basado en una economía con orientación social y no, respetuoso de los derechos humanos, de las minorías y de los grupos vulnerables, orientado por el desarrollo sustentable, regido por normas verdaderamente democráticas, incluidas las de la democracia participativa y dotado de instrumentos legales efectivos para combatir la desigualdad y la marginación y garantizar los derechos y las libertades de todos.
La continuación de las protestas populares, en las que participaron varios de los constituyentes y que obligó a posponer la sesión inaugural del encuentro, indica que los sectores sociales que impulsaron la nueva Carta Suspenden la Convención Constituyente en Chile por incidentesMagna están dispuestos a mantener la presión para que el documento a redactar refleje los anhelos de dejar atrás el paradigma neoliberal y el autoritarismo que impregnan la Constitución de 1980.
El inicio de las sesiones de la convención fue la culminación de un movimiento masivo de insubordinación social que se inició hace año y medio en contra del descarnado neolibralismo que desde 1973 impera en la legislación chilena y, posteriormente, en contra de la brutal represión aplicada por el presidente Sebastián Piñera en sus intentos por contrarrestar las protestas callejeras, represión que se ha cobrado decenas de muertos y ha dejado miles de lesionados y muchos presos políticos.
El estallido social logró que el régimen aceptara que la Constitución pinochetista, bajo la que han gobernado los cinco presidentes civiles tras el fin de la dictadura castrense, era insostenible. Pero, los sectores oligárquicos, la derecha y ultraderecha, y el poder fáctico de las cúpulas militares logró acotar el proceso constitucional de una asamblea a una convención con facultades limitadas.
La Convención Constitucional tiene una composición paritaria –78 hombres y 77 mujeres–, con 17 escaños reservados a representantes de los pueblos originarios, y que una amplia proporción de los constituyentes no procede de la clase política tradicional, sino del movimiento popular que durante año y medio se ha movilizado en las calles. En sus primeros tres meses el organismo deberá definir su propio reglamento, la integración de comisiones temáticas y las reglas éticas bajo las cuales deberán conducirse sus integrantes.
Y, a partir del 4 de septiembre dispondrán de un plazo máximo de nueve meses para elaborar la nueva Constitución. Los convencionistas, que tienen hasta un año para producir un texto que será sometido a refrendo obligatorio electoral, quedaron convocados para continuar las sesiones, y discutir una declaración respecto de la liberación/amnistía de los presos políticos de la revuelta social del 18 de octubre de 2019, y acerca del reglamento que se impondrán.
Al final de la sesión, Elisa Loncón pidió a los constitucionalistas rendir homenaje con un minuto de silencio a las víctimas históricas de la represión del Estado.
“Nos corresponde honrar a los muertos de los 500 años, de las naciones originarias y después del Estado de Chile, las mujeres víctimas del feminicidio, por quienes murieron durante la dictadura, los de la revuelta del 18 de octubre, de la ocupación militar del Wallmapu, por todos los muertos de las naciones originarias, para honrar la historia de grandes luchadores sociales, vamos a guardar un minuto de silencio, indicó.
(*) Periodista chilena, asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE). Texto tomado del sitio Sur y Sur.