Vivimos en la era de las crisis: económicas, políticas, culturales, sociales, morales, de la naturaleza, del agua. De las graves circunstancias artificiales por las que atravesamos (sequías, inundaciones, cambios de temperatura, hambre), el sistema capitalista y los centros imperialistas cargan con la principal responsabilidad.
Por Jaime Chuchuca Serrano (*) / La contaminación y el saqueo del agua por las empresas privadas son formas inmediatas de catástrofes ambientales. No es casualidad que en plena crisis pandémica el agua se la cotice en Wall Street al alza. La alteración del ciclo del agua ha cambiado los patrones de la reproducción de la naturaleza.
La vida de todos los seres está en un potencial riesgo, se considera que apenas solo el 2,5% del agua total es dulce. América Latina y el Caribe tienen el 31% de reservas de agua; Asia del Este y Pacífico, el 22%; América del Norte, 21%; Europa y Asia Central, 12%; África Subsahariana, 9%; Asia del sur, 4%; Oriente Medio y Norte de África, 1%.
Según la OMS el 85% de las enfermedades en el mundo se asocian a la escasez y contaminación del agua. Tres millones de personas por año fallecen por diarrea, disentería o enfermedades hídricas. Desde 2010 las megaciudades enfrentan escasez de agua. Actualmente, la quinta parte de la población del planeta, 1400 millones de personas, no tiene acceso al líquido vital. Treinta días al año, 2700 millones de personas no tienen agua. Una de cada cuatro de las 500 ciudades más grandes del mundo padecen de fuertes restricciones, hay menos de 1700 millones metros cúbicos de agua por persona. El Banco Mundial dice que hay escasez de agua cuando se reciben menos de 1000 metros cúbicos de agua potable anuales por persona. El 80% del agua residual mundial, industrial y municipal, se libera sin tratamiento previo. El objetivo de saber la situación mundial del líquido vital no es catastrofista sino de actuación práctica, la defensa del agua como derecho humano es una acción revolucionaria. Los conflictos y guerras por el agua se agudizan cada día.
(*) Con datos de ONU, texto tomado del sitio Alainet.