Parecería que se juega a un “dime cuánto vale y te diré que tan buena es tu vacuna”. Las esperanzas de hacer efectivo un antídoto frente a los contagios de Covid-19 vuelven a producir subas en los mercados bursátiles, con metas históricas en Dow Jones, S&P 500 y el DAX. El petróleo también trepa a su mayor pico desde marzo pasado. Es que el escenario de una posible vacuna disputa un partido en el que las grandes corporaciones farmacéuticas tienen el virtual control de la economía mundial, con Estados nacionales que preparan millones de dólares para invertir en vacunaciones masivas sin una fecha establecida aún. En la Argentina, el turismo ya prepara una posible reapertura en las provincias con más dudas que certezas. La buena es que los contagios empiezan a bajar en el promedio diario con la llegada del verano y, entonces, será momento de reforzar la continuidad de los cuidados entre ciudadanos.
Por Carlos M. López / Señores y señoras, ajusten su cinturón porque se experimentará una turbulencia reconocida por generar pánico masivo, con una pérdida de la gravedad real que puede causar náuseas y hasta llevar a cualquiera al extremo de la locura. Esta semana «la vacuna rusa Sputnik V demostró una efectividad del 95 por ciento», titula Página/12. La carrera a toda velocidad por contar con la vacuna más eficiente sigue en una batalla a la que también se suman Pfizer y Moderna. El anuncio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en mayo pasado de declarar a la vacuna como un “bien público mundial” perduró sólo como un recuerdo de posicionamiento político que no fue adherido por las naciones más influyentes del mundo ni por los propios hacedores de la cura.
Los últimos meses demuestran que las fake news están a la caza. En Europa no hay confirmaciones de la fecha exacta en la que empezarán las vacunaciones y se espera que en muchos países recién se pueda realizar una campaña masiva para mediados de 2021. Estas previsiones hacen poco probable pensar que por América Latina la solución a los contagios sea una realidad demasiado próxima. La llegada del calor es un posible nuevo aliado, confirmando lo ocurrido en otras partes del mundo, ya que el último domingo y lunes los casos superaron los 4 mil contagios diarios y el martes rondó los 7 mil, cuando la media se mantenía superando los 12 mil casos hasta la semana pasada.
En este contexto será que comience la temporada de turismo para el verano, con diferentes protocolos de ingreso y egreso en las provincias argentinas que se ejecutarán desde el 1° de diciembre y que irán cambiando con el paso de las semanas. En el sector hotelero y del turismo el presente ha sido uno de los años más duros de las últimas décadas, sin embargo, las tarifas anticipan que los precios no irán a la baja. Los alquileres en la costa atlántica subieron entre un 30 y un 50% de pesos respecto al año pasado, y en algunas zonas como Pinamar o Cariló las reservas directamente se realizan en dólares.
Será difícil así imaginar una temporada exitosa para muchos, ya que la mayoría de la población hoy se encuentra más ocupada en conseguir mayores ingresos que en planificar cualquier tipo de viaje para descansar o alejarse de la ciudad. La posible pronta aparición de una vacuna masiva, anunciada una y otra vez por los medios de comunicación, es una variable más que juega a favor de la especulación. Si hay vacuna, hay salvación; por lo tanto, se puede restablecer el orden conocido y con él las subas de precios son una constante.
A las pálidas anteriores le podemos sumar una buena: el Ministerio de Turismo y Deportes confirmó que más de 200 mil personas compraron con el programa PreViaje por más de 3.700 millones de pesos que podrán ser utilizados por los turistas durante 2021 para recorrer el país. El programa oficial permite que las compras en turismo perciban un descuento del 50% como devolución para utilizar en futuros gastos con el mismo sector, decretando de esta manera la mayor inversión de la historia del Estado argentino en el rubro.
La llegada de fin de año también generará un inevitable movimiento de personas entre ciudades que se reunirán con sus familias y amigos durante las festividades. La vida seguirá su curso con o sin vacuna y la adaptación de todos y todas a una forma de socialización responsable es el único camino garantizado para evitar la mayor cantidad de contagios. El mes que viene conformará quizá uno de los momentos más críticos en el comportamiento de los ciudadanos. El compromiso debe ser parte de la vida social cotidiana, debido a que pierde sentido cubrirse una parte de la cara para luego reagruparse en bares sin utilizar la distancia debida.
Mientras que los contagios se han encargado que muchos y muchas queden en el camino, el show por llegar al 99% de efectividad que busca la medicina en la fabricación de una vacuna va a continuar. Es por ello que el foco de la voz oficial sigue siendo la protección ciudadana, la planificación y la prevención. La empresa de biotecnología Moderna en Cambridge asegura tener una efectividad con una tasa del 94%. Pfizer y BioNtech superaron antes el 90% y ahora Sputnik V toma la delantera. Es que el espectáculo no asegura sólo el logro de unos cuantos profesionales dentro de un laboratorio, sino que tiene que ver con un posicionamiento en el mercado que ninguna de las empresas involucradas en la vacuna hubiera imaginado años atrás.
Los mercados bursátiles esta semana volvieron a registrar subas en base a las esperanzas de una respuesta contra los contagios, pese a que zonas como los Estados Unidos y Europa siguen limitando los movimientos de personas por la posibilidad de nuevas oleadas con la llegada del frío. Entonces, no es la supervivencia de las grandes mayorías lo que realmente importa, sino que más bien el ánimo de los mercados está sesgado de manera intencional por los millones de dólares que serán invertidos en una vacuna, inyectados principalmente desde los Estados nacionales en los que los contribuyentes son paradójicamente los más afectados. Sin médicos dedicados, sin investigación, la vacuna no es posible, pero tampoco lo será sin los millones que se pagarán por una supuesta salvación masiva.
Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street subieron hasta un 25% el lunes pasado. Además, el índice Dow Jones sigue en alza, cerrando la jornada del martes por encima de los 30 mil puntos por primera vez en la historia. A su vez, el DAX alemán subió un 0,9%, el Nasdaq 1,3% y el S&P 500 un 1,62%. Las bolsas de Asia muestran por estas horas un comportamiento similar, con subas que se destacan por sobre otras regiones como Europa.
El precio del petróleo también alcanzó su máximo punto en los últimos ocho meses. El crudo de Brent avanzó hacia los 48 dólares el barril este martes, logrando de esta manera su mejor marca desde marzo último. Si la vacuna nos salva, o al menos a algunos, entonces será momento de volver a mover el petróleo y por ende de reactivar la producción que funciona con bases en una maquinaria capitalista que no puede frenar.
Los números globales mejoran, pero a no confundir, las esperanzas de las grandes corporaciones y de las Naciones que deciden el rumbo del mundo no siempre son lo más necesario. Estados Unidos eligió que la lucha contra el coronavirus no era prioridad y por ello retiró fondos millonarios que alcanzan a un 20% del presupuesto total de la OMS. Tampoco parece muy cierto el prematuro festivo mediático de los laboratorios nacionales que iban a contribuir en la fabricación de la vacuna desde Argentina y México.
Todo parece indicar que el mundo se mueve no muy distinto a siempre; los fondos llegarán a las mismas manos de siempre. Y acá estamos, esperando que las cosas mejoren, porque cuando el show de la vacuna pase, las carencias por estos lados seguirán siendo las mismas. La turbulencia pasará. Y será necesario contar con el compromiso de siempre para seguir luchando por el único antídoto que nos puede salvar y que no es más que pensar cada día en el otro, apostando a la dedicación y la igualdad de oportunidades en los estudios y el trabajo.
Existen hoy dos realidades paralelas. Cura habrá en tanto alcance la billetera; lo de las esperanzas del mercado lo vamos a dejar para unos pocos, el resto de los mortales poco sabemos qué será de los meses que vienen.