Entre huracanes en el sureste e incesantes incendios en el noroeste y una pandemia nacional, la batalla electoral continúa con las campañas presidenciales acusando que sus opositores representan una amenaza existencial al país, mientras estalló otro escándalo sobre el maltrato a los inmigrantes.
Por David Brooks, desde Nueva York (*) / Tenemos que recordarles que este es tu país y no el de ellos, es el mensaje de un comunicado a simpatizantes de la campaña de Donald Trump, continuando con el argumento de que el candidato demócrata Joe Biden es manejado por la izquierda radical de Bernie Sanders y otros socialistas, anarquistas y marxistas que están promoviendo el caos en las calles.
De hecho, el procurador general, William Barr, habría sugerido presentar cargos por sedición contra manifestantes en protestas violentas, reportó anoche el New York Times.
Por su parte, Sanders, la figura política progresista más influyente del país, quien está promoviendo el voto por Biden, envío ayer un mensaje: De lo que estamos hablando en esta elección es sobre el futuro de nuestra democracia, de nuestra economía, de nuestro sistema de salud; ah, y por cierto, el futuro del planeta. Además de eso, no hay mucho en juego.
Sanders ha subrayado que no hay mayor amenaza a esta república que Trump. Éste parece estar dispuesto a comprobar el argumento de los demócratas al continuar con su extraordinaria postura de que no está dispuesto a comprometerse a respetar los resultados del voto (si no le son favorables).
Cada día reitera sin evidencia que el voto por correo –el cual tendrá dimensiones inéditas como resultado de las condiciones de la pandemia– será el instrumento de fraude masivo.
A la vez, Trump continúa insistiendo en que su manejo de la pandemia salvó a millones y rechaza el consenso científico y médico, aun de su propio gobierno.
El magnate contradijo, otra vez, al director del Centro de Control de Enfermedades (CDC), declarando que Robert Redfield cometió un error y que estaba confundido cuando afirmó ayer ante el Senado que probablemente no habrá una vacuna para distribución amplia hasta mediados de 2021, y sostuvo que una podría estar lista para mediados de octubre.
El presidente también cuestionó al director sobre los cubrebocas, después de que el doctor había declarado que eran la mejor herramienta a la mano para proteger la salud pública. Con ello se nutrió la creciente preocupación de que Trump desea poder proclamar que hay una vacuna justo antes de las elecciones del 3 de noviembre, dando prioridad a su estrategia política sobre el desarrollo de una vacuna segura.
Y la campaña de Biden continúa usando el manejo irresponsable de la pandemia del presidente como una de sus principales armas. Yo confío en las vacunas.
Yo confío en los científicos, pero no confío en Donald Trump, afirmó en un discurso. Las mentiras y las distorsiones que ya son parte de la narrativa oficial de Trump lo llevaron a momentos incómodos cuando en un foro de ABC News, en Filadelfia, el pasado martes, aceptó responder a preguntas de votantes indecisos, donde asombró al asegurar que no tiene ninguna duda sobre cómo manejó la respuesta a la pandemia, de que estaba seguro que el Covid-19 se desvanecerá con o sin vacunas y, en otro momento, ante la pregunta de por qué no ha reconocido que existe un problema de racismo en este país, respondió: bueno, espero que no hay un problema de raza. Te puedo decir que no lo hay conmigo porque yo tengo gran respeto por todas las razas, para todos. Eso es noticia.
Mientras, en medio del aceleramiento de medidas antimigrantes que han multiplicado denuncias de violaciones de derechos humanos, el lunes estalló otro escándalo sobre la práctica de histerectomías a migrantes, sin su consentimiento, informado en un centro de detención en el condado de Irwin, en Georgia.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata más poderosa de Washington, Nancy Pelosi, y otros líderes demócratas exigieron una investigación sobre la queja de Dawn Wooten, enfermera que trabajaba en el centro, quien entre otras cosas denunció que un ginecólogo conocido como “el coleccionista de úteros” estaba realizando tales prácticas.
(*) Texto tomado de La Jornada, de México.