“En cualquier problema, siempre buscaré cómo la innovación tecnológica puede resolverlo. Eso es lo que me gusta y para lo que soy bueno”. Bill Gates (BBC News Mundo, 5 diciembre 2019). “Un asteroide o un supervolcán podría destruirnos y nos enfrentamos a riesgos que los dinosaurios jamás vieron; un virus manufacturado… cambios climáticos catastróficos o alguna tecnología que aún no conocemos podría ser el fin de lo que conocemos…” Elon Musk (“75 most influential people: Elon Musk”; Esquire, 1 de octubre 2008).
Por Sergio Barrios Escalante (*) / Con el despliegue del “Neoliberalismo 2.0” (y todo el “reseteo” sistémico que ello implicará en los próximos meses y años) (1), la manipulación, el control y la represión social se está escalando a niveles sin precedentes en las historia humana.
En el emergente capitalismo o “tecnocapitalismo” según le denomina Eric Sadin (2), dominante desde la pre-pandemia y sin duda alguna también lo seguirá durante la post pandemia, pareciera que la nueva “joya de la corona” de este nuevo capitalismo, hegemónicamente digitalizado y electrónico, estará constituida por las llamadas “bio-tecnologías” (“bio-tech”), así como por las “psico-tecnologías” (“psycho-tech”).
En la lógica y el contexto específico del constructo que vengo desarrollando desde hace un par de décadas (“globafascistización”), ambas ramas ciber tecnológicas, tanto las de intrusión y manipulación biológica, como las de intrusión y manipulación psicológica, se pueden muy bien unificar nominalmente bajo el término “psicobiotecnologías”.
Estas en la práctica representarían un tercer factor vital en el proceso de globalización del fascismo (al cual en esencia alude el constructo señalado), siendo los otros dos pilares fundamentales (ya citados en las dos entregas anteriores), la especulación financiera de los centros hegemónicos del gran capital y el “keynesianismo militar” del Pentágono.
De Kissinger a Bill Gates
En la óptica setentera del estratega político norteamericano Henry Kissinger, el control del petróleo y los alimentos era clave para ejercer control geo estratégico y geo político. Hoy en día, en el siglo XXI, el lema central en el pensamiento geo estratégico de los actores hegemónicos del emergente capitalismo electrónico, con Gates a la cabeza, parece estar centrado en la idea del control político de las poblaciones mediante el uso estratégico de las bio-tecnologías, del cual, el famoso “Proyecto ID2020” (3), parece ser el sueño dorado del “Señor de las Vacunas”.
Si se llegara a materializar la pretendida “bio-algoritmización” de una parte importante de la población mundial por la vía de la vacunación universal anti-Covid (que sin duda sería una especie de ultra fascismo pesadillezco), la figura histórica de Hitler quedaría reducida a la de un inofensivo bebé de pecho.
Más distópico y pesadillezco resultaría ese proyecto de dominación política mundial, si a ello se integraran los experimentos y avances científicos en captación, lectura e interpretación electrónica de los procesos mentales del cerebro humano (el pensamiento) (4), la mayoría de los cuales, en especial los de carácter oficial, se mantienen en secreto.
Lo cual, en la práctica significaría pasar del uso y aplicación masiva de las tecnologías de “reconocimiento facial”, a la aplicación masiva de las tecnologías de descodificación, interpretación y lectura de procesos mentales humanos, algo que no es del todo ficción, sobre todo si se toma en cuenta que al menos una parte sustantiva de la “base material” de la actividad sináptica neuronal es electricidad y magnetismo, muy afín con la “materia prima” de los procesos cibernéticos… (5).
La potencial fusión de la aplicación de los avances de estos dos tipos de tecnologías (de control biológico y de control psicológico), facilitaría por vez primera en la historia de la humanidad, el acceso y monitoreo directo de los procesos bio-psicológicos vitales de los seres humanos, con lo cual se cumplirían al pie de la letra los pronósticos de Harari, en cuanto a que “en el siglo XXI la biología se fusionaría con la historia…” (6).
De la “toma de calles” a la “toma de carreteras virtuales”: nuevos desafíos para los movimientos sociales populares
En el nuevo contexto dominante del “tecnocapitalismo”, el primer reto que tienen los auténticos movimientos sociales populares anti sistémicos, es comprender que necesariamente tienen que disminuir de manera drástica, su actual dependencia de las redes y plataformas digitales de las grandes corporaciones transnacionales.
Algo que es mucho más fácil hablarlo –o escribirlo- que materializarlo. Pero hay que tomar nota al respecto. A esta situación de dependencia cibernética se le puede aplicar la misma crítica de Peter Koening, en relación a la dependencia financiera de orígenes dudosos o cuestionables en la cual incurren no pocos movimientos sociales de distintas latitudes, desde “Black Lives Matter” hasta los famosos “Chalecos Amarrillos”, por ejemplo (7).
Y este es tan solo el primer reto. Aquí en este punto desembocamos en otro tema, el cual de por sí es denso y extenso, y ello rebasa con creces el objetivo de este tercer y último capítulo sobre la “globafascistización”. El debate sobre estos desafiantes macro procesos civilizatorios apenas recién comienza.
Notas:
“The World Economic Forum (WEF) sponsors have big plans:”… the world must act Jointly and swiftly to revamp all aspects of our societies and economies, from education to social contracts and working conditions. Every country, from the United States to China, must participate, and every industry, from oil and gas to tech, must be transformed. In short, we need a “Great Reset” of capitalism.”. This is big stuff”. (“Now comes the Davos Global Economy “Great Reseat”. What happens after Covid-19 pandemic?”; F. William Engdhal, June 10, 2020).
Now Comes the Davos Global Economy “Great Reset”. What Happens After the Covid-19 Pandemic?
Término empleado por E. Sadin citado en “Ciudadanos reemplazados por algoritmos”, Néstor García Canclini, p. 76
¿Existe en realidad el famoso Proyecto ID2020? En el capítulo 14 (“Una gobernanza mundial”), de su libro “COVID-19 hacia la nueva normalidad: una pandemia anunciada”, Javier Salinas Ramos afirma que estos planes de crear un registro cibernético altamente centralizado para cada habitante del planeta, son reales. De igual manera, numerosos autores e investigadores que publican en la prestigiosa página virtual “Global Research”, desde hace años han afirmado la existencia de tal proyecto siniestro.
El multibillonario Elon Musk, cofundador de Pay Pal, Tesla Motors, SpaceX (la primera compañía privada en diseñar cohetes espaciales para la Nasa), entre sus múltiples prioridades empresariales fundó en el 2016 “Neuralink”, un proyecto especial de nanobiotecnología, y de acuerdo con Wikipedia, tiene como principal objetivo integrar el cerebro humano con la inteligencia artificial. https://es.wikipedia.org/wiki/Elon_Musk#Neuralink
En estos momentos, los proyectos de creación de interfaces mente-ordenadores ya están bastante avanzados en muchos laboratorios del mundo. Por ejemplo, esta nota científica; “en la Universidad de Osaka, Japón, el investigador mexicano Christian Isaac Peñaloza Sánchez, doctorando en Neurociencia Cognitiva aplicada a la Robótica, en el 2014 desarrolló un interfaz mente humana-robot, que le permitía a la máquina aprender hasta en un 90 % las instrucciones de los usuarios…”; (…) “El proyecto, denominado “Automatización de un sistema de interfaz cerebro-máquina”, está basado en interfaces cerebro-máquina, cuya función consiste en medir la actividad de las neuronas con el fin de obtener una señal generada por un pensamiento, para procesarla y convertirla en órdenes”… lo cual indica que en gran medida, hoy en día, al menos de manera experimental, las fronteras mente-ordenador ya se han derrumbado. (“Crean una tecnología que permite mover objetos con el pensamiento, sin cansarse”: Tendencias 21.Net 12/05/2014).
https://www.tendencias21.net/notes/Crean-una-tecnologia-que-permite-mover-objetos-con-el-pensamiento-sin-cansarse_b6617640.html
“Las variaciones entre culturas y entre sujetos dentro de cada cultura, perderían importancia en la medida en que las distintas lógicas sociales se traduzcan en códigos genéticos y electrónicos: la biología se fusionará con la historia, predice el historiador Yuval Noah Harari…” (N. G. Canclini, Op. cit, p. 87).
“Mientras que generosos financistas de Antifa, Black Lives Matter (apoyado por la Fundación Ford y Soros), y otras organizaciones de protesta pueden tener como un objetivo claro, a saber, la “militarización de Occidente” (“Venezuela, Minneapolis, Irán, Europe: Trump last gasps collapsing world control?”; Global Research, 07 June 2020).https://www.globalresearch.ca/venezuela-minneapolis-iran-europe-trump-last-gasps-collapsing-world-control/5715220
(*) Texto tomado del sitio Alainnet. Sergio Barrios Escalante es científico social e investigador nicaraguense. Editor de la Revista virtual RafTulum.