Si bien este año el coronavirus ha impedido la realización de la tradicional movilización -al cumplirse un quinto aniversario del surgimiento del colectivo feminista-, las mujeres y disidencias se expresan desde las redes sociales para poner fin a la violencia de género. Pero #JuntasEnRedes no expresa sólo una consigna, porque inmensas son las redes que se han ido tejiendo y que sostienen el movimiento.
Por Vicky Castiglia / Este miércoles se cumple el quinto aniversario del surgimiento del movimiento feminista nacional #NiUnaMenos, que nació en protesta y repudio al asesinato de Chiara Páez y que ha permitido darle mayor visibilidad a los reclamos de distintas violencias contra las mujeres y las disidencias. Si bien la pandemia y el confinamiento hicieron imposible el desarrollo de movilizaciones multitudinarias, como se venían realizando, las redes sociales son el espacio elegido este 3 de junio para alzar la voz.
En ese sentido, el documento del movimiento en este nuevo aniversario, refiere: “En estos días de aislamiento y de incertidumbre por el futuro frente a la pandemia global, frente al aumento de las violencias machistas, los femicidios, travesticidios y transfemicidios, cuando las compañeras trans y travestis son desalojadas de sus viviendas en hoteles por la voracidad inmobiliaria, cuando lloramos por la muerte evitable de Ramona Medina, compañera militante de la villa 31, cuando exigimos por las niñas que en Santiago del Estero y Corrientes necesitan aborto legal y por las violaciones de niñas y jóvenes, cuando repudiamos la violencia institucional que sufrieron compañerxs Qom del Barrio “Bandera Argentina” de la provincia de Chaco, venimos a insistir en que nos sostenemos en las redes feministas, internacionalistas y transfronterizas, afrofeministas e indígenas, porque son nuestra fuerza, y desde ahí venimos a insistir que la deuda es con nosotras y nosotres”.
Allí, además de las demandas históricas, se exige justicia por el colectivo trans, cupo laboral, y se hace eje en lo económico, exigiéndose que se apruebe el impuesto a las grandes fortunas y se investigue la deuda externa, fraudulenta e ilegítima”. También se pide por la aprobación de la Emergencia Nacional en Violencia de Género, entre otros reclamos.
“Cuando decimos que vivas, libres y desendeudadas nos queremos, sabemos que otras gargantas se tensan en el mismo grito y eso nos da fuerza, nos estimula el deseo, nos ofrece la certeza de que vamos a cambiarlo todo. Que somos capaces de parar el mundo en huelgas feministas que trascienden las fronteras y se extienden desde las montañas del Kurdistán hasta las selvas tropicales de nuestra Abya Yala, haciendo visible que nuestra potencia y nuestros trabajos sostienen el mundo y que queremos y exigimos que gire en otro sentido, contrario a la extracción capitalista, contra el racismo estructural e institucional, la xenofobia y de los clasismos que ahora agitan la pandemia, contra las operaciones financieras que expropian nuestro tiempo, nuestro alimento, nuestra salud”, manifiesta el Colectivo y se subraya: “Hoy gritamos fuerte, todas juntas, porque no queremos llorarnos, queremos festejarnos. No queremos aplausos para quienes ponen el cuerpo, queremos salario universal y derechos contra la precarización de nuestras vidas”.
Femicidio y pandemia
A fines de mayo, Boris Iván Lulich, miembro de la Policía bonaerense, le disparó por la espalda a su novia, Brenda Rojas, asesinó a su hermano y luego se suicidó. Unos meses antes, en diciembre, otro miembro de las fuerzas de seguridad, Brian Dirassar, violó la perimetral que pesaba sobre él y apuñaló hasta la muerte a Bárbara Zavala en el día de su cumpleaños. Ambos femicidios ocurrieron en Pehuajó, mi ciudad natal. Desafortunadamente, casos de similares características se repiten a lo largo de todo el territorio nacional y se han intensificado tras el estallido de la pandemia y el inicio de la cuarentena.
El Observatorio de la Casa del Encuentro, la asociación que trabaja contra la violencia hacia las mujeres y la trata de personas, dio a conocer recientemente su último informe. Allí se indica que del 20 de marzo al 28 de mayo –durante el aislamiento social preventivo y obligatorio- se registraron 57 femicidios y femicidios vinculados, la cifra más alta de los últimos años. El 71 por ciento de esas mujeres fueron asesinadas en sus hogares, y el 65 por ciento por una pareja o ex pareja. Una de cada seis tenía una denuncia previa. Cuatro de las víctimas, fueron niñas.
A su vez, durante el confinamiento, la cantidad de llamados a la línea 144, que brinda atención, contención y asesoramiento a las mujeres en casos de violencia de género, aumentó un 40 por ciento en Ciudad y Provincia de Buenos Aires. El dato fue revelado recientemente por Elizabeth Gómez Alcorta, titular del recientemente creado Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación. Números que aterran.