Algunas observaciones provisorias sobre el desempeño de los principales canales de noticias locales respecto de los cuales no sería una novedad destacar el pésimo nivel del periodismo que practican, aunque en los últimos días, en las últimas horas, se podría afirmar, acontecieron algunos hechos llamativos que subrayan esas lamentables modalidades, la que parecen superar casi todas las marcas de la falta de profesionalidad y de los aviesos propósitos de desinformación, casi siempre. Los breves comentarios de este texto surgen tras tres semanas de seguimiento de las coberturas de lo que acontece en Chile y después de darle continuidad a las que tienen lugar a partir del golpe de Estado en Bolivia. E involucran, salvo excepciones en cada caso, al conjunto de las programaciones de TN, C5N, A24 y Crónica TV.
Por Víctor Ego Ducrot (*) / Me referiré primero al caso Bolivia, en el cual, a excepción de muy escasos ejemplos en contra, tan escasos que se hace difícil visualizarlos, las coberturas se limitaron a sólo dos ejes.
Por un lado negar el carácter de golpe de Estado, en consonancia con la línea política expresada por los gobiernos de Estados Unidos, Brasil y Argentina, y descalificar al presidente depuesto, Evo Morales (TN, A24 y parcialmente C5N y Crónica TV).
Por el otro denunciar el golpe, aunque en la mayoría de los casos con voces o fuentes de poca representatividad, y con una ausencia de información por contextos casi alarmante desde el punto de vista de las prácticas profesionales en torno a hechos de carácter internacional.
Respecto de Chile, escenario por completo diferente al boliviano, las coberturas en su conjunto –aunque no todas, por supuesto – exhibieron ese estilo tan propio de nuestra TV, que consiste en reducir la “información” a la comparecencia de “la gente” ante el “movilero”, él o ella, por lo general carentes de conocimiento de los marcos más amplios de los hechos a relevar, y sin la menor idea respecto de los modos de producción periodística, que exigen agenda consignada, constatada y contextualizada; selección de voces o fuentes; y búsqueda de gramáticas o estilos narrativos propios.
La falta de profesionalidad tanto de cronistas en las calles como casi siempre también en las conducciones establecidas en los “pisos” o estudios – aunque reitero que se registran excepciones – dan por resultado final algo mucho más nocivo que la mala información.
Esto es un proceso de frivolización y atomización de los hechos, con ausencia de esquemas interpretativos, en los cuales “la gente” así en abstracto – víctimas que sufren ante las cámaras, vecinos, y curioso, entre otros –, sustituyen a los actores o sujetos vitales, individuales o colectivos, de los acontecimientos. Ello va de la mano, en otra categoría de temas, con el reemplazo de los conceptos de ciudadanía o pueblo, con sus diferencias identitarias y de clase, por la vaguedad que expresa el calificativo de “la gente”.
Ese es el universo fáctico periodístico propicio para la irrupción de operaciones y manipulaciones en manos de medios y o comunicadores dispuestos a ser instrumentos de las mismos, las más de las veces por sus respectivas pertenencias políticas ideológicas, o simplemente a cambio de prebendas económicas o de figuraciones en carteleras o luminarias, las que, por supuesto, desembocan como buenos saldos en metálico.
Al respecto y en relación a los cruentes episodios provocados por el fascismo golpista en Bolivia y otros ciertos hechos que en las últimas horas tuvieron como protagonista a un grupo de periodistas argentinos, vuelco aquí el siguiente comentario final, el mismo que hace horas difundí en apretada síntesis a través de las denominadas redes sociales, y que aquí reitero.
GOLPISTAS EN BOLIVIA Y ALGUNOS MEDIOS ARGENTINOS
1.- Fascismo es lo que es el Golpe en Bolivia…
2.- Y como fascistas que son persiguen y perseguirán y más a la prensa, sobre todo a los compañeros bolivianos que estuvieron y están con Evo…
Aclarado ello…
3.- Por lo menos curioso, o sospechoso, arriesgo, fue y es el curso de los acontecimientos vinculados a las persecuciones de marras a algunos medios argentinos; sobre todo por las características de esos mismos medios perseguidos…En pleno acting de TN al respecto, anoche, Wiñazki padre – el sí un verdadero cuadro del Grupo -, entrevistado al aire por su hijo explicaba que el carácter represivo contra la prensa en Bolivia fue creación de Evo y sus políticas de linchamientos…Y añadía que él mismo se salvó de ser linchado hace tres meses en Cochabamba…¿Será que el buen periodismo nos obliga a estar atentos a las intoxicaciones u operaciones a varias bandas del enemigo? ….
Por caso: esta mañana, mientras A24 indicaba que los periodistas que se habían alojado en la Embajada argentina estaban dejando Bolivia en condiciones de casi clandestinidad; otro, de C5N, de conocida y amorosa amistad con la Embajada, pero de EE.UU. en Argentina, transmitía en vivo y coleando desde el centro de La Paz….Todo muy curioso….
(*) Víctor Ego Ducrot es Doctor en Comunicación de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Profesor titular de Historia del Siglo XX (Cátedra II) en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, donde también tiene a su cargo seminarios de posgrado sobre Intencionalidad Editorial (Un modelo teórico y práctico para la producción y el análisis de contenidos mediáticos); y la cátedra Análisis y Producción Crítica de Narrativas sobre Delito y Violencia, en la maestría Comunicación y Criminología Mediática. Director del sitio AgePeBA.