La Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP expresa el mayor de los repudios al Golpe de Estado que fuerzas fascistas dieron contra el gobierno democrático del Estado Plurinacional de Bolivia. También expresamos toda nuestra solidaridad al presidente legítimamente electo, Evo Morales Ayma, y con todo el pueblo boliviano.
Solo en el marco del respeto por la democracia, la voluntad popular y la paz es que los pueblos pueden construir un presente digno y futuro mejor para sus pueblos.
Es escandaloso e inaceptable la flagrante violación al Estado de Derecho realizada por grupos fascistas que, en complicidad con sectores de la las Fuerzas Policía y las Fuerzas Armadas – y en coordinación con los intereses imperialistas -, realizaron toda serie de actos violentos y rompieron el orden constitucional.
Esos grupos han desatado una verdadera cacería de militantes del partido de gobierno (el Movimiento al Socialismo – MAS).
Secuestros, amenazas, torturas, censura, destrucción de edificios estatales y de los hogares de los miembros del Gobierno y de sus familias son algunos de los hechos violentos que llevaron adelante en estas horas.
Acciones de este tipo, que además tiene un carácter marcadamente racista, violan los derechos humanos más elementales y destruyen todo marco democrático.
El golpe Estado no solo es contra Evo Morales, es contra toda América Latina y contra todos los pueblos que quieren construir un futuro más digno por la vía de la paz y la democrática.
El presidente Morales recuperó la dignidad para su pueblo, para los movimientos indígenas, campesinos y para todos los sectores que durante siglos habían sido los más vulnerables y vulnerados de Bolivia.
Durante 13 años de gobierno, Morales junto al vicepresidente Álvaro García Linera, recuperaron innumerables cantidad de derechos para los más humildes, lograron que Bolivia encabece el crecimiento regional y se transforme en un ejemplo mundial de crecimiento y participación social.
Los pueblos poseen la memoria que corre por sus venas, que late en sus acciones y que florece en sus luchas. El odio y el fascismo han ganado un batalla, pero en Bolivia – y en todo el mundo-, son más las personas que creen que la paz, la democracia y el amor conforman el camino que los pueblos deben recorrer.
Toda nuestra solidaridad con el presidente legítimo del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, con su vicepresidente Álvaro García Linera, con todos los miembros de su gobierno, con sus familias, con las víctimas del fascismo, con el pueblo boliviana que los acompañó con el voto al presidente Morales dándole una amplia mayoría, y con todos los hombres y todas las mujeres de ese país que repudian el golpe Estado fascista y esperan que la democracia vuelva pronto y con mayor fuerza a esa sufrida y gloriosa tierra.