El presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió el jueves hacer una pausa en las movilizaciones que tensionan el país hasta que la Organización de los Estados Americanos (OEA) termine, en menos de dos semanas, la auditoría integral a las elecciones generales del 20 de octubre.
«Pido a quienes están en paro y bloqueo levantar (la medida) y dar cuarto intermedio en sus movilizaciones hasta que la OEA y delegados de tres países (México, Paraguay y España) den su informe correspondiente», dijo en una conferencia de prensa, según consigna este viernes la agencia boliviana ABI.
Unos 30 expertos escogidos por ese ente multilateral estarán a cargo de ese proceso que comenzará esta jornada en La Paz y los resultados serán presentados entre 10 y 12 días.
La oposición boliviana, al mando del candidato Carlos Mesa, denunció un fraude en los comicios tras la victoria del Movimiento Al Socialismo (MAS) que amplió el mandato de Morales por cinco años (2020-2025).
Sin sustentar sus acusaciones, Mesa junto con políticos y dirigentes cívicos de extrema derecha movilizó a sus seguidores contra el Tribunal Supremo Electoral (TSE), cuyas oficinas regionales fueron destruidas e incendiadas cuando todavía se realizaba el cómputo oficial de votos.
Desde el cierre de la jornada de votación hasta la fecha, Mesa alentó, a nombre de la democracia, violentas manifestaciones callejeras en varias regiones del país y señaló que el objetivo es «la salida de Evo Morales el 22 de enero del año 2020».
Mesa no acepta su derrota, primero se atribuyó el derecho a disputar una segunda vuelta contra Morales, luego demandó una auditoría internacional por sospechas de fraude y, ahora, pide desconocer los resultados de las elecciones, lo que provocó la reacción numerosas organizaciones sociales, campesinos e indígenas, entre otros sectores afines al MAS que exigen respeto al voto de las mayorías.
«Duele mucho que entre hermanos bolivianos estemos enfrentados», manifestó Morales, cuya victoria electoral fue reconocida por más de 30 países.
Además, la OEA y varios Estados del hemisferio, entre ellos Estados Unidos, saludaron la decisión del Gobierno boliviano de realizar una auditoría integral para descartar un fraude.
El Gobierno invitó a Mesa a sumarse a ese proceso con el objetivo de pacificar el país, tal como recomendó el Sistema de las Naciones Unidas, sin embargo, el expresidente, vinculado con políticos neoliberales y la muerte de más de 60 personas en el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003), se auto marginó del mismo.
«Ya han llegado los miembros de la OEA para empezar la verificación correspondiente, la auditoría (…). No tenemos ningún miedo, porque nunca montamos fraude», remarcó Morales.