El director general de la FAO, Qu Dongyu, alertó este miércoles sobre los retos del hambre y las diferentes formas de malnutrición que sufren millones de personas en el mundo, en la ceremonia por el Día Mundial de la Alimentación. El directivo destacó que actualmente más de 820 millones de personas padecen hambre y más de dos mil millones de sobrepeso y obesidad, e instó a actuar para que las dietas saludables estén al alcance de todos.
Recordó que el 16 de octubre se celebra el cumpleaños 72 de la FAO cuyo mandato fundamental es trabajar para que todas las personas tengan acceso a alimentos suficientes para una vida activa y saludable, propósitos que son parte esencial de los Objetivos de Desarrollo Sostenible enmarcados en la Agenda 2030 de la ONU.
Anunció que en función de esos esfuerzos se desarrollará en Roma en 2021 una cumbre mundial sobre sistemas alimentarios y además los dos próximos años el trabajo de la FAO estará enfocado en la promoción de dietas saludables a partir del desarrollo de políticas y establecimiento de compromisos más fuertes.
Entre las acciones prioritarias, que concierne sobre todo a los gobiernos de cada país, mencionó la necesidad de ampliar y diversificar las producciones agrícolas, crear mercados para los productores, potenciar la agricultura digital; promover políticas, reglamentos e infraestructuras de comercialización para que los productos sean más accesibles y más accesibles.
De igual modo señaló la importancia de introducir modelos variados de alimentación, asegurar una adecuada información a los consumidores sobre qué comen y propiciar una participación colectiva hacia la meta de dietas sostenibles desde el punto de vista económico y ambiental.
A la ceremonia por la efeméride envió un mensaje de video el secretario general de la ONU, António Guterres, en el que insistió en transformar los sistemas alimentarios para que las dietas de calidad sean accesibles para todas las personas y expresó que ‘un mundo libre de hambre es el imperativo’.
También el papa Francisco, envió al encuentro otro mensaje en el que, una vez más, culpa a la lógica del mercado imperante del incremento de la hambruna y la malnutrición en el planeta.
La lucha contra el hambre y la desnutrición no cesará definió- mientras prevalezca exclusivamente la lógica del mercado y se busque sólo la ganancia a toda costa, relegando los alimentos a un mero producto de comercio, sujeto a la especulación financiera y distorsionando su valor cultural, social y marcadamente simbólico’.