Mientras crecen las manifestaciones en contra del paquete de medidas económicas impulsadas por el Gobierno y avaladas por el Fondo Monetario Internacional, Lenín Moreno anunció el traslado de la sede del gobierno de Quito a Guayaquil. Por su parte, el ex presidente Rafael Correa pidió que se adelanten las elecciones y apuntó contra el actual Mandatario, quien en un intento de deslegitimar los levantamientos, lo acusó de intentar llevar adelante un golpe de estado junto a Nicolás Maduro. Desde el Grupo de Lima, entre ellos Bolsonaro y Macri, defendieron al Fondo y las medidas antipopulistas agitando el argumento de la desestabilización.
Por Vicky Castiglia / En medio de gritos de ¡Arriba el Paro!, ¡Fuera Moreno y sus medidas! y ¡de aquí nos nos vamos!, miles de manifestantes indígenas, que llegaron a Quito desde zonas andinas del centro y norte del país, marcharon este martes al palacio presidencial para presionar al presidente de Ecuador, Lenín Moreno, a desistir de la eliminación del subsidio al diésel y la gasolina, que había estado vigente por décadas.
Las masivas movilizaciones se registran desde el pasado 3 de octubre contra las políticas de ajuste ordenadas por el Fondo Monetario Internacional, que ha desatado una crisis institucional y política, según consignó Telesur, y que han sido reprimidas por las fuerzas de seguridad. De hecho, las protestas, no vistas en el país desde hace 12 años, dejaron hasta el domingo un civil muerto, varios heridos y cientos de detenidos, de acuerdo con autoridades. Incluso, según reportó TeleSur, un joven fue declarado con muerte cerebral y otros cuatro están heridos luego de ser víctimas de una persecución policial y caer al vacío por acción de los policías, en el centro histórico de Quito.
Las protestas tienen como protagonistas a grupos de izquierdas, sindicalistas y jóvenes de distintas afiliaciones políticas de oposición, a los que se sumaron los primeros miles de indígenas que consiguieron ingresar a la ciudad donde está convocada una movilización y una gran huelga nacional para este miércoles.
Un portavoz de la mayor organización indígena Confederación de Nacionalidades Indígenas aseguró que han movilizado hasta el momento a unas 5.000 personas a Quito y que otros grupos estaban avanzando desde el norte del país sudamericano. El alcalde de Quito, Jorge Yunda, declaró el estado de emergencia grave.
En tanto, el presidente, Lenín Moreno, anunció el traslado temporal de la sede del gobierno para la ciudad portuaria de Guayaquil, donde se encuentra desde la tarde de ayer e insiste en que no dará marcha atrás en las medidas presentadas. Además, en declaraciones públicas, y en un intento de deslegitimar las protestas, responsabilizó por los levantamientos al ex mandatario Rafael Correa y al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a quienes acusó de intentar llevar adelante un golpe de estado. En sintonía se declaró el Grupo de Lima, integrado por los presidentes de Argentina, Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, Paraguay y Perú, quienes a través de un comunicado respaldaron a Moreno y apuntaron contra Correa, como han venido haciendo contra Maduro.
Al respecto, Correa, a través de un mensaje difundido en sus redes sociales, respondió: “ahora nos llaman golpistas cuando los que destrozaron la constitución y la democracia han sido siempre ellos, cuando hemos tenido dos años de la peor persecución política”. En ese video pidió también adelantar las elecciones tal como está previsto en la Constitución en los casos de conmoción social.
Además de expresar su solidaridad con las víctimas de la represión, Correa también se refirió a las medidas impulsadas por el FMI y el Gobierno y aseveró que “nunca hubo necesidad de un paquetazo, (porque) no ha caído el precio del petróleo y no ha ocurrido ningún desastre”, sino que “es pura corrupción e ineptitud”
El paquetazo
El 1 de octubre anunció una serie de medidas económicas, impulsadas por el FMI, conocidas como “el paquetazo” que provocaron descontento en la población, como la eliminación del subsidio a la gasolina extra y al diésel, así como un incremento en los precios de productos de la canasta básica. Otras disposiciones, también presentadas por el ejecutivo y que estarán sometidas a la aprobación de la Asamblea Nacional, comprenden la reducción en un 20 por ciento al pago de contratos ocasionales renovados y la disminución de 30 a 15 días el período vacacional para empleados públicos.
Las organizaciones indígenas y sindicales Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) ratificaron hace un día el «paro indefinido» mientras no se derogue el decreto 883 que dispuso la eliminación del subsidio a la gasolina extra y al diésel.