La población cubana tendrá más de 60 años de edad media para 2030, por lo que su cuidado y protección es una prioridad para el gobierno de la nación caribeña.
Por Nayara Tardo Azahares / Jesús Menéndez, especialista del Centro de Investigaciones de Longevidad, Envejecimiento y Salud (Cited), reiteró a Prensa Latina que el envejecimiento poblacional es la principal característica demográfica actual de Cuba.
Este comportamiento podría intensificarse para 2030, para ese entonces advirtió- la edad promedio será de alrededor de 44 años y Cuba tendrá todas las características de un país envejecido.
Los especialistas del Cited trabajan para potenciar una vejez saludable en la isla y el empoderamiento de estas personas como una parte activa de la sociedad, afirmó.
Menéndez ratificó que el Estado cubano desarrolla un grupo de programas relacionados con la atención y la asistencia social a este sector, que van desde el aumento en los montos de las pensiones y jubilaciones en un sistema de cobertura universal hasta las mejoras en la disponibilidad de medicamentos y en la atención de salud al anciano.
Actualmente, las estadísticas refieren que para el 2050 Cuba se convertirá en el noveno país con más población anciana del mundo, siendo este uno de los factores de riesgo más conocidos para desarrollar el Alzheimer, por lo que la nación caribeña crea estrategias con el objetivo de demorar ese proceso degenerativo y mejorar la calidad de vida de esa persona enferma, y de la familia.
Cuba: en la búsqueda por retrasar el avance del Alzheimer
Se estima que una de cada 10 personas en Cuba sufren Alzheimer y para 2030 esta cifra podría aumentar a 273 mil personas con esa enfermedad, la primera causa de discapacidad en los adultos mayores.
Los especialistas recuerdan que este padecimiento neurodegenerativo no tiene cura y es la sexta causa de muerte en el país entre los mayores de 60 años, con una estimación de 10,2 por cada 100 personas que la padecen.
Al empeño por retrasar la progresión de la enfermedad o sus síntomas se suma el Centro de Inmunología Molecular cubano (CIM) con la producción del NeuroEpo, fármaco nasal derivado de la eritropoyetina humana recombinante con un efecto neuroprotector durante las fases experimentales.
Los investigadores del CIM que lideran este proyecto aseguran que NeuroEPO es muy similar a la eritropoyetina que se produce en el cerebro de mamíferos y se degrada rápidamente por el hígado debido a su bajo contenido de ácido siálico. Por tanto, debe ser administrada por una vía no sistémica, como la intranasal, para prevenir su degradación hepática.
Aunque NeuroEPO no elimina la enfermedad, podría incidir en su curso clínico, retardando la neurodegeneración que la acompaña y brindándole un rayo de esperanza a los pacientes, sus familiares y a la comunidad médica en general, ratifican.
Un centro para el diagnóstico temprano de la demencia en la isla
Único de su tipo en el país, el recién inaugurado Centro de Alzheimer y otros trastornos cognitivos, tendrá la función de capacitar a los cuidadores y familiares e impulsar investigaciones que tributen al perfeccionamiento de la atención a estos pacientes.
La institución formará parte de los servicios del Centro de Investigaciones sobre Longevidad, Envejecimiento y Salud (Cited) fundado el 7 de mayo de 1992, por iniciativa del Líder de la Revolución cubana, Fidel Castro.
El centro cuenta con diferentes áreas de atención tanto para los pacientes como para los familiares, que accederían al mismo por remisión médica desde la atención primaria y secundaria de geriatría.
Con servicios de enfermería, geriatría, valoración social, neuropsicología y terapia grupal, el centro apuesta por un tratamiento integral y cuenta con sistemas informatizados.
La familia y el largo camino hacia la nada
Estudios sobre este tema confirman que el alzhéimer borra la identidad, desaparece del cerebro lo que se ha aprendido, lo que se ha vivido, esa montaña de recuerdos que constituye la propia vida.
Los pacientes asumen rasgos característicos de recién nacidos y el cuidador en cambio se ve obligado a interpretar otro papel en sus vidas.
Es en ese momento cuando la familia inicia con el enfermo un largo y doloroso viaje hacia la nada, en el que, la comprensión puede ser la mejor cura, pues aunque al final de la enfermedad solo queden algunas reacciones primitivas, y el paciente, en la mayoría de los casos, no pueda hablar, será capaz de reaccionar ante una muestra de cariño.
Texto tomado de la agencia Prensa Latina.