El caso Odebrecht volvió a moverse en América Latina por cuenta de la muerte de Henrique Valladares, exvicepresidente de la constructora brasileña. Valladares fue encontrado sin vida este martes en su residencia ubicada en el barrio Lebon, en Río de Janeiro. Sin embargo, solo hasta este miércoles la noticia de su fallecimiento empezó a reseñarse de forma amplia en América Latina. Las autoridades aún no han dicho cuáles son las causas de la muerte.
Valladares, explica ‘O Globo’, era una de las 78 personas que aceptaron convertirse en delatoras del entramado de corrupción revelado en la operación Lava Jato. La delación más sonada, al menos en la prensa brasileña, fue contra el senador Aécio Neves. Según Valladares, a Nieves le pagaron 50 millones de reales brasileños (más de 42.000 millones de pesos) en cuentas en el extranjero. Así informó la emisora RCN, de Colombia.
Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), se enfrentó a Dilma Rousseff en las elecciones presidenciales de octubre de 2014, pero fue derrotado en segunda vuelta. Posteriormente, se convirtió en el principal líder de la oposición contra Rousseff.
En abril de 2018, el Tribunal Supremo de Brasil le abrió un proceso a Neves por una denuncia de sobornos, presuntamente entregados por Joesley Batista, empresario de la industria carnes. Neves, además, ha tenido otras ocho investigaciones por corrupción e incluso estuvo suspendido, según ha reseñado El País.
De otro lado, Valladares también acusó Edison Lobão, ministro de Minas y Energía durante el primer gobierno de Rousseff, de haber recibido sobornos y de haber pedido dinero a cambio de contratos para la central hidroeléctrica de Belo Monte, ubicada en el estado de Pará, según explica ‘Folha de S. Paulo’.
Además de eso, Valladares aseguró que Odebrecht le pagaba a un grupo de indígenas y a la Central Única dos Trabalhadores (CUT) para que no hicieran protestas contra sus obras o por temas ambientales. En el caso de los indígenas, de acuerdo con el testigo, la empresa acordó darle 5.000 reales mensuales (unos 41 millones de pesos) al jefe de una tribu, consignados a la cuenta de su esposa, precisa ‘O Globo’, y otros 2.000 reales a otra persona.