Es probable que YouTube genere entre 16.000 millones y 25.000 millones de dólares en ingresos anuales, lo que hace que el servicio de video tenga el tamaño suficiente para pertenecer a la mitad superior de la Fortune 500, la lista de las mayores empresas. Texto tomado de The New York Times.
Sin embargo, esa es solo una suposición. Aunque los analistas financieros en Wall Street creen que YouTube genera tanto dinero como Gap, General Mills o Netflix, los resultados financieros del servicio de video son un secreto. Están agrupados con el resto de Google, una empresa de internet aún más grande que el año pasado generó 137.000 millones de dólares en ingresos.
Ese secretismo ha producido una frustración cada vez mayor entre los analistas y los inversionistas, quienes buscaron más detalles sobre YouTube el 25 de julio, cuando la empresa matriz de Google, Alphabet, reportó sus resultados para el segundo trimestre financiero. Hace tres meses, los ejecutivos de Alphabet dijeron que algunos problemas con YouTube fueron un factor en los decepcionantes resultados financieros del primer trimestre.
“Creo que su reticencia a brindar información aumenta la paranoia, como si admitieran que han fracasado si nos permiten descubrir que uno de sus negocios tuvo un rendimiento más deficiente del esperado”, comentó Michael Pachter, un analista en Wedbush Securities.
Cuando informa sobre sus resultados financieros, Alphabet agrupa a YouTube con otros servicios de Google como el buscador, la tienda de aplicaciones Google Play y Gmail. Los analistas que siguen a la empresa aseguran que poner todo dentro de Google dificulta el análisis del rendimiento de YouTube, en especial porque el buscador sigue siendo el negocio más importante de la empresa.
YouTube no divulga sus ingresos, su rentabilidad, cuántos anuncios pasa junto con los videos ni la cantidad de usuarios que tiene y con qué frecuencia visitan el sitio: todas estas métricas ayudarían a un inversionista a “comprender la salud del negocio y su trayectoria de crecimiento”, afirmó Pachter.
“Creo que la empresa no ofrece nada que nos ayude a comprender el negocio”, agregó Pachter.
Más detalles relacionados con el negocio de YouTube podrían confirmar que no le favorece la comparación con Facebook en métricas clave para medir su popularidad, como qué tanto tiempo se quedan los usuarios en el sitio y con cuánta frecuencia lo visitan, mencionó Pachter.
Una vocera de Alphabet, Winnie King, se rehusó a comentar para este artículo.
La última vez que Alphabet reportó sus ingresos trimestrales en abril, los inversionistas quedaron desconcertados porque la empresa ganó 1000 millones de dólares menos de lo que esperaba Wall Street.
En respuesta a una pregunta de un analista financiero sobre el déficit que sufrió la empresa en el primer trimestre, Ruth Porat, la directora financiera de Alphabet, señaló que el crecimiento en clics para los anuncios de YouTube se había “desacelerado” por restricciones más severas al contenido de publicidad en los videos impuestas a inicios de 2018. Porat comentó que YouTube había hecho contribuciones “importantes” y “sólidas” a los ingresos, pero no fue más específica.
Cuando Sundar Pichai, el director ejecutivo de Google, habló sobre YouTube en la llamada, dio a conocer nuevas funciones o cambios de política que ya se habían anunciado casi en su totalidad. La nueva información que sí reveló fue solo una pequeña parte del negocio de YouTube, como que la cantidad de gente que vio los comerciales del Supertazón en la plataforma subió un 60 por ciento.
Las empresas en Estados Unidos tienen una libertad significativa para determinar qué información es considerada “pertinente” y debe ser divulgada en los resultados financieros que se entregan a los reguladores.
“Las empresas suelen retener información cuando los números son negativos, y luego intentan compensar ese vacío con datos más positivos”, comentó Mark Mahaney, un analista en RBC Capital Markets que sigue a Alphabet y otras empresas de internet.
Mahaney dijo que no esperaba que Alphabet cambiara pronto su divulgación sobre YouTube. Sin embargo, Mahaney mencionó —para lo que hizo su frustración a un lado— que no creía que una mayor cantidad de detalles sobre el negocio de YouTube fuera a alterar la percepción que tienen los inversionistas de Alphabet.
En general, los inversionistas consideran que YouTube representa alrededor del 20 por ciento de los ingresos de Google. Hay más cuestionamientos sobre la rentabilidad de YouTube, pero Mahaney dijo que por lo general se pensaba que tenía “una rentabilidad modesta, pero no de una forma drástica”.
Desde julio de 2017, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) ha enviado tres cartas a Alphabet en las que le pide, entre otras cosas, una explicación para saber por qué no necesita separar a YouTube de Google.
En su respuesta, Alphabet afirmó que, debido a que Larry Page, su director ejecutivo, no recibe actualizaciones semanales sobre el rendimiento del negocio de YouTube para evaluar el rendimiento de Google, “no procedía” el requisito de divulgación.
Alphabet también dijo que dar detalles sobre sus ingresos por publicidad en diferentes áreas de productos era innecesario porque su meta era vender un producto —publicidad en línea—, sin importar cómo lo pagara un cliente o dónde apareciera el anuncio.
En enero de 2018, la SEC declaró que había terminado su revisión sin que se necesitaran acciones posteriores.
Marcia Narine Weldon, una profesora de Derecho en la Universidad de Miami que se especializa en cumplimiento y gobierno corporativo, comentó que los argumentos que esgrimió Alphabet ante la SEC para no divulgar información sobre YouTube por separado “no son convincentes”.
“Me sorprende que la SEC no haya presionado más”, mencionó Narine Weldon. “Es una pregunta legítima de los accionistas debido al tamaño del negocio”.