A la desocupación que ya llega a los dos dígitos se le deben sumar los que tienen trabajo y buscan más empleo, los subocupados y los que, para vivir, deben trabajar más horas de las que desean. Suman el 52,7% de la población activa.
Según un informe difundido por el Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) dependiente de la Universidad de Belgrano los argentinos que tienen problemas de empleo llegan al 52,7%. El estudio, basado en las cifras oficiales del INDEC relativas al primer trimestre de este año, incluye dentro de ese sector a aquellas personas que integrando la Población Económicamente Activa (PEA), se encuentran desocupados, un 10,1% los que se encuentran subocoupados y demandan empleo (8,4%), los ocupados que buscan nuevas fuentes laborales de ingresos que involucran a un 9,1% de la población y, además, el 25,1% de la población que, contando con empleo considera que labora más horas de las que cree que corresponden y que, caso contrario, no podría reunir los bienes y servicios que necesita para vivir. Así consigna un texto del sitio Tiempo Argentino.
El informe, además, pone de relieve que, según las cifras oficiales, del total de los trabajadores asalariados un 35% no registra descuentos jubilatorios y por lo tanto forma parte de la población que trabaja en negro.
El director del CENE, Victor Beker, destacó que “se incrementó el porcentaje de población en busca de empleo pero que no lo encuentra, lo que se verifica en particular en las mujeres”. El especialista de la UB, que además que fuera Director del INDEC, detalló que “los segmentos más castigados por el desempleo son las mujeres de 14 a 29 años, con un 23,1%, y los varones de igual grupo etario, con un 18,5%. Se trata, en muchos casos, de individuos que no tuvieron ocasión de tener una experiencia laboral y ello les cierre la posibilidad de obtenerla, conformando así un verdadero círculo vicioso”.
Por último, destacó que “dadas las variaciones negativas registradas en los niveles de actividad en el período, con descensos del PIB del 5,8%, de la construcción del 6,8%; del consumo privado de 10,5%, de la industria manufacturera del 10,8%, y de la inversión de 24,6%, no debe llamar la atención su impacto en el mercado de trabajo”, completa el economista. Por último, destacó que “dadas las variaciones negativas registradas en los niveles de actividad en el período, con descensos del PIB del 5,8%, de la construcción del 6,8%; del consumo privado de 10,5%, de la industria manufacturera del 10,8%, y de la inversión de 24,6%, no debe llamar la atención su impacto en el mercado de trabajo”, completa el economista.