Artículo tomado del volumen 8 de la revista Paradigma, Anuario Institucional del Centro de Estudios Che Guevara, dedicado a la Transición Socialista en Cuba, que será presentado próximamente. La carta a la que se hace referencia aparece en el libro “Epistolario de un tiempo. Cartas 1947-1967”.
Por María del Carmen Ariet García (*) / “Te escribo con entrañable afecto y la más profunda admiración a tu lúcida y noble inteligencia, tu intachable conducta y tu inquebrantable carácter de revolucionario integral”,[1] así le expresa Fidel su respeto y lealtad al compañero y amigo en circunstancias especiales y de grandes determinaciones, en carta fechada el 6 de marzo de 1966, mientras el Che esperaba por su traslado definitivo hacia América Latina.
Con anterioridad, el propio Fidel había leído la “Carta de despedida” del Che, el 3 de octubre de 1965, en la presentación del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, aunque existieron otras, en el antes y el después, que junto a una infinitud de notas, reflexiones y mensajes ―muchos de los cuales formaban parte de toma de decisiones en momentos trascendentes del proceso revolucionario cubano―, explican la relación entrañable que siempre existió entre ambos, desde los días colmados de sueños en el México que los unió.
Cumplidos los 90 años del natalicio del Che y transcurridos hechos dramáticos unos, exultantes otros, nos pareció importante compartir una carta publicada solo parcialmente, que escribiera a Fidel, con fecha de 26 de marzo de 1965, apenas a horas de su traslado al Congo para comenzar una nueva misión que lo llevaría, sin proponérselo, a la inmortalidad, al irse a Bolivia en noviembre de 1966, última de sus gestas libertarias, no así de su legado y ejemplo.
Todo ese cúmulo de acontecimientos, entre ellos el abortado movimiento en tierras africanas hasta su traslado momentáneo a Praga, permitió un intercambio de criterios y similitudes de sensaciones, que nos remiten a lo expresado por Fidel en la carta citada al inicio del trabajo. Sin embargo, existieron otras de un contenido en apariencia diferente, pero también imprescindibles, para evaluar en su justa medida cuánto de respeto existía entre ambos por la obra inconmensurable de la Revolución Cubana y que el Che, con su capacidad creadora, su sagaz pensamiento crítico y su ejemplo constante, contribuyó como nadie a la puesta en marcha de un proyecto político que trascendió fronteras y que ha marcado estos 60 años de revolución triunfante, a pesar de sus adversidades y errores propios.
La carta de referencia fue redactada por el Che con el objetivo de dejar plasmados sus criterios en torno a las dificultades y problemas que entendía se manifestaban en el desarrollo del proyecto socialista cubano, sobre todo en dos vertientes fundamentales: una, referida a las decisiones y funcionamiento de la transición socialista en nuestras circunstancias y a algunos errores cometidos en la práctica política asumida; y la otra sobre los problemas que a su juicio se habían cometido a nivel de sistema con relación a la evolución y desarrollo de la transición socialista en los países que la habían asumido y su tendencia a un retroceso que los llevaría al capitalismo de manera inexorable.
Esas reflexiones se construyeron dentro del pensamiento y actuar del Che a través de un proceso dialéctico y de profundo análisis, que lo condujo a conclusiones a pesar del tiempo transcurrido, por su sentido de verdad y de previsión, que lo han convertido en uno de los pensadores latinoamericanos marxistas de mayor relieve, a pesar de que en esos años fue juzgado como hereje por su osadía y oposición al dogmatismo imperante.
Ese enorme esfuerzo de pensamiento y acción tuvo un momento culminante, cuando desde Cuba, promovió un debate que trascendió fronteras, convirtiéndose en el primero de carácter internacional llevado a cabo desde el socialismo mismo y, en particular, acerca de los modos en que debía encararse la transición socialista, sobre todo en países tercermundistas, y el aporte que podían brindar a la causa del socialismo, insuflándole elementos novedosos en su desempeño, con una fuerte dosis de solidaridad y apoyo de los países que mayor desarrollo sostenían.
Dentro de ese empeño, se produjo una gestión invaluable del Che en el marco de la política exterior de la Revolución Cubana, con discursos que mantienen total validez, pero sobre todo que fueron referente obligado para entender el camino que debía haberse trazado el socialismo existente en la lucha con el enemigo común, el imperialismo, y principalmente en los cambios que debían operarse en la unidad por avanzar en propósitos comunes para hacer realidad el socialismo en el mundo.
La síntesis expresada deviene una necesidad para entender con mayor precisión los motivos que condujeron al Che, antes de su partida a tierras congolesas, dejarle a Fidel un conjunto de elementos encarados desde lo conceptual y lo práctico, los que a su vez contienen una serie de apreciaciones acerca de errores de métodos y de políticas puestos en marcha, las que se hacía necesario transformar junto con conceptualizaciones acerca de cómo hacer de la transición socialista un camino verdadero para llevar adelante el sueño de alcanzar el comunismo desde el humanismo pleno, mediante la lucha por obtener su total emancipación.
La introducción de la carta explica por sí misma los objetivos perseguidos por el Che al escribirla, cuando le expresa a Fidel que desea poner en su conocimiento algunas ideas acerca de problemas básicos del Estado y tratar de hacer una “crítica constructiva”. Una parte considerable de lo señalado se ha logrado modificar parcialmente, incidiendo en nuestro desarrollo y permanencia, aunque otra, influidos por normas y conceptualizaciones definidas en el funcionamiento del sistema socialista existente, permaneció hasta la desaparición del sistema en su conjunto.
El Che estableció el contenido de la carta en cuatro temas puntuales:
Errores en la Política Económica
El Sistema de Financiamiento Presupuestario
La función del Partido
Recomendaciones Generales
De los cuatro aspectos contenidos en la carta, el punto 2 fue publicado parcialmente como prólogo a sus notas —la mayoría de ellas escritas en su estancia en Praga―, previa consulta y aprobación del propio Fidel, las que en formato de libro fueron publicadas con el título Apuntes críticos a la Economía Política, en el 2010, por lo que nos remitiremos solo a breves afirmaciones, mientras que del resto se presentarán las ideas centrales de los temas.
Errores en la Política Económica
Enmarca un conjunto de errores que, en su opinión debían modificarse, teniendo en cuenta, entre otros aspectos, sus criterios acerca de la importancia de la Planificación como categoría implícita al socialismo:
Uno de los más reiterados se debe, sobre todo, a la improvisación con que se ejecutan las ideas, lo que ha dado por resultado una “política de bandazos” marcada, además, por el subjetivismo, trayendo como resultado el diseño de metas que conducían a un crecimiento imposible de alcanzar.
La realización de inversiones no justificadas, tanto en la agricultura como en la industria, sumado a una tecnología atrasada adquirida, que por demás había que pagar a un precio muy caro. Más adelante, agrega, la forma en que se llevaron a cabo esas inversiones al establecer los contratos y su cumplimiento cuando se embarcaba el producto y los problemas que se crean cuando llega la mercancía y duermen en almacenes o al aire libre, trayendo como consecuencia un daño irreparable.
Se generalizaron líneas de acción falsas, como es el caso de la sustitución de importaciones y la pretensión de un autoabastecimiento ilusorio. Es decir, una política que conllevaba un tratamiento superficial de los problemas de la economía.
Otras dificultades se pueden enmarcar en la falta de exigencias de responsabilidad en los cuadros de dirección. En general, ha faltado la conciencia de la organización como uno de los pilares del desarrollo, porque, aunque los cuadros sean eficientes si el marco organizativo general se lo impide solo puede rendir una tarea limitada, agravado por la indefinición en cuanto a los niveles de decisión. Esto último es apuntado como una de sus mayores preocupaciones, al derivar en una falta de disciplina administrativa y una insuficiente información, lo que impide un mayor control.
En el contexto de la estructura aplicada, analiza el conjunto de deficiencias presentes en la Junta Central de Planificación, incapaz de “dirigir la economía”, al igual que los errores presentes en el Comercio Exterior, incapaz de planificar a largo plazo, faltándole a la economía el papel del comercio exterior como una piedra fundamental.
El Sistema Presupuestario
Fundamenta la exposición a partir de sus consideraciones sobre una experiencia práctica convertida en teoría. Elabora unas breves reflexiones conceptuales para tratar de explicarla, sobre la base de lo construido por Marx en cuanto a cómo llegar al comunismo a través del periodo de transición y el comunismo plenamente desarrollado. En sus valoraciones, lamenta el poco tiempo que le dedicara Marx al periodo de transición, la continuidad establecida por Lenin y la realización de esa teoría en la Unión Soviética, “al implantar un nuevo periodo no previsto por Marx. Primer periodo de transición o periodo de construcción de la transición socialista, que se transforma después en sociedad socialista para pasar a ser la sociedad comunista en definitiva”.
Como es sabido, el Che consideraba que esa etapa, a pesar de haberse declarado como concluida no era así y, lo más importante, se basaba en el criterio de que la economía política de ese periodo no se había creado ni estudiado. En ese proceso, la dificultad mayor estaba en la conversión de una serie de hechos particulares y propios, sobre todo de la realidad soviética, en leyes que rigen la vida de la sociedad socialista. Ese sería el centro de sus reflexiones y de las propuestas esenciales que dejara formuladas en sus notas críticas escritas en Praga acerca de la Nueva Política Económica (NEP) y la asunción del Capitalismo de Estado por Lenin, lo que condujo a deficiencias y restricciones para alcanzar el verdadero socialismo.
Para el Che, el defecto fundamental del sistema era la limitación que se producía al competir con el capitalismo sin liquidar sus categorías ni implantar nuevas, agravado aun más por realizarse dentro de una sociedad que por principio no admite la explotación. Todo eso frenaba el desarrollo del hombre en sus posibilidades productivas y en su desarrollo como constructor consciente de la nueva sociedad.
Señala la magnitud de esos errores, los que se enfrentan a un callejón sin salida, al traer como consecuencia una rebelión contra el sistema y su consiguiente conversión, donde nadie ha buscado la raíz del mal y el por qué se genera un retroceso. En ese punto, refuerza sus dos concepciones acerca de cómo debe llegarse al comunismo: por ser un fenómeno de conciencia que hay que desarrollarlo en el hombre, donde la educación individual y colectiva es una parte consustancial; y el otro aspecto es la técnica, al establecer que conciencia más producción de bienes materiales es comunismo. Es un punto donde remarca que:
…hay que sufrir golpes muy duros de la realidad para empezar a cambiar; y siempre cambiar el aspecto externo, el más llamativamente negativo, pero no la esencia real de todas las dificultades que existen hoy que es una falsa concepción del hombre comunista…
[…]
Recalcando, los dos problemas fundamentales que nos afligen, en nuestro Sistema Presupuestario, son la creación del hombre comunista y la creación del medio material comunista, dos pilares que están unidos por medio del edificio que deben sostener.
A finalizar ese punto deja señalada una interrogante que siempre estuvo presente en su condición de dirigente político dentro de la revolución:
¿Cómo hacer participar a los obreros? Es una interrogante que no he podido responder. Considero esto como mi obstáculo más grande o mi fracaso más grande y es una de las cosas para pensar porque en ello también está implicado el problema del Partido y del Estado…
La función del Partido y del Estado
En ese tema explica la dependencia de la estructura del Partido al estilo soviético y define su concepto del Partido como un aparato que conjuga en sí la doble situación de ser el motor ideológico de la Revolución porque debe tomar las principales líneas directrices del Gobierno y transformarlas en impulsos directos sobre los organismos de ejecución o sobre los hombres, además de alcanzar un eficiente sistema de control por estar su estructura capacitada para que su papel se enmarque en la moral, la disciplina, en los métodos de dirección, en la opinión del pueblo, etc.
“…El Partido y cada miembro del Partido debe ser vanguardia […] La moral de un comunista es su galardón más preciado […] debe conducir el cuidado de la moral individual…”
Además, señala como tareas inmediatas:
Elegir los cuadros medios y, al mismo tiempo, considerar el desarrollo de los cuadros medios, con el objetivo de establecer sistemas rígidos de disciplina, de control y de autocrítica.
Analizar sus relaciones con la Administración a todos los niveles, preguntándose, “¿Cuál será la relación que el Partido va a tener con el Gobierno? ¿Cuál la de las Direcciones Provinciales […] y sus núcleos correspondientes? Esta es casi la tarea fundamental, el punto central de la discusión…”
En síntesis, las líneas fundamentales serían:
Aprobar el concepto de lo que debe ser un comunista, cualquiera que este sea o dentro de los límites que se precise.
Iniciar las tareas de discusión de las relaciones Partido-Administración.
Decidir las funciones del Partido, ya sean estas que planteo de motor ideológico y control, o las que se establezcan y establecer un método de trabajo que permita dividir la tarea en dos partes…
[…]
Más o menos esto es lo que tengo que decir sobre el Partido, poco más que un llamado a la investigación, es siempre dentro del marco de mi preocupación fundamental que es la creación del hombre nuevo.
Sobre el Estado
[…] Creo que es el embrollo más grande, pero también creo que tenemos que hacer esfuerzos sistemáticos por investigarlo. Por eso me parece que el sistema adoptado para la restructuración administrativa, lucha contra el burocratismo, etc., tiene un grave error de fondo; otra vez estamos cayendo en el sistema de dibujar al hombre comenzando por la nariz, sin un esquema de conjunto…
De igual forma a lo expresado con antelación respecto al Partido, se plantea otras interrogantes acerca del papel del Estado en el primer periodo de transición y lo que debe ser el hombre comunista, cómo se le debe preparar y cómo sería esa estructura basada en esa economía política.
Expresa la necesidad de crear una base investigativa, al igual que lo planteó con el Partido, que esté capacitada para responder interrogantes muy complejas, con el objetivo de comenzar a estructurar un nuevo Estado socialista de corte totalmente distinto a los actuales. “Pero no sé más sobre el tema: lo dejo en ese grado de vaguedad”.
Recomendaciones Generales
Política Económica: Propone que un pequeño grupo debe dedicarse a estudiar la Economía Política de este periodo, pero sin esperar que pueda resolverlo fácilmente. Deben establecerse tareas urgentes: la más importante, “globalizar” en el buen sentido de la palabra nuestras aspiraciones; reexaminar los problemas de los precios y los salarios; estructurar los organismos sobre un plan único; normar la participación del Partido; proceder a la educación de los cuadros del Partido con un sentido más amplio de la filosofía, incluso un humanismo marxista más avanzado; hacer de los cuadros del Partido un elemento pensante, no solo de las realidades de Cuba, sino de la teoría marxista como guía para la acción.
Seguir el mismo principio en las Relaciones Exteriores.
Creo que estas son las cosas más importantes…
[…]
Son críticas que hago amparado en la vieja amistad y en el aprecio, la admiración y la lealtad sin límites que te profeso…
PATRIA O MUERTE
(*) Texto tomado del sitio Cuba Debate. Sobre su autora: Doctora en Ciencias Históricas. Investigadora y Profesora Titular Adjunta de la Universidad de La Habana, donde se ha desempeñado como docente y conferencista en cursos, talleres o seminarios de postgrado. Coordinadora académica del Centro de Estudios Che Guevara.