Tras levantarse el secreto de sumario que pesaba sobre la causa, Marta Ramallo, en la sede de la CTA de los trabajadores, brindó una conferencia de prensa para dar detalles tras conocerse la noticia de que los restos humanos encontrados en Berisso corresponden a su hija Johana, desaparecida hace veintidós meses. Así cuenta la colega Daiana Gimenez, en el sitio Contexto.
En la masiva movilización del pasado domingo, Marta ya había confirmado lo que algunos medios daban por sentado burlando el sumario y el pedido de respeto de la familia. «Lamentablemente recibimos la peor de las noticias el día 30 de abril», sostuvo la madre de Johana en esa oportunidad, sin brindar demasiados detalles.
En la conferencia de prensa, explicó los motivos de su silencio: «Atrás mío hay un dolor inmenso, y no era salir a dar la noticia, quién la daba y quién se quedaba callado la boca. Yo necesitaba todo un proceso, yo necesito hacer mi duelo con mi familia, abrazar a mi nieta y sostenernos juntas para pedir verdad, justicia y memoria para todas nuestras Johanas que el Poder Judicial, patriarcal y machista, no dejó volver a sus casas».
Por su parte, el abogado Víctor Hortel explicó que «a partir del momento de la noticia de la Justicia federal, hubo una medida judicial que fue el secreto de sumario, y hubo un compromiso nuestro con el juez federal de no hablar, de no dar información, en función de no frustrar algunas pruebas que estaban siendo llevadas a cabo como seguimiento de personas e intervenciones telefónicas». Y aclaró: «salir a hablar o a dar información era apostar al fracaso de la investigación».
Fue el Laboratorio de Huellas Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA) el que se encargó de los estudios de los restos encontrados en Palo Blanco (Berisso) tras el pedido del por entonces juez subrogante Ernesto Kreplak a la Corte Suprema de Justicia. En abril de este año tomó el caso el magistrado Adolfo Ziulú y rápidamente dio con los resultados que confirmaban que los datos genéticos correspondian al ADN de Johana. El 30 se lo comunicó a Marta.
«A mi hija la descuartizaron en un descampado y la tiraron al lado de un arroyo y le quitaron todos sus sueños», relató Marta. «El 30 de abril pasado tuve una audiencia con el juez, y cuando me comunicó la noticia, mi vida se derrumbó por segunda vez. Me dijo que las pericias habían dado positivo, que los restos encontrados en Palo Blanco son y pertenecen a Johana», agregó, y pidió a la Justicia «que encuentre a los responsables, porque mi hija no desapareció sino que la desaparecieron».
«Ella no murió, la mataron. No fue sola y se descuartizó en un descampado, a Johana la descuartizaron y la tiraron al lado de un arroyo y lo único que pido es que encuentren a cada uno de los culpables del feminicidio de Johana», exigió Marta Ramallo, quien cargó duro contra la Justicia: «Johana no merecía nada de lo que le hicieron, nuestras pibas no merecen ser desaparecidas, eso que les quede bien en claro a todos los jueces y fiscales: nuestras pibas no desaparecen, a nuestras pibas las desaparecen y quien las desaparece es un Poder Judicial patriarcal. El Estado es responsable, pero la mayor responsabilidad la tiene un juez y un fiscal no sacando las medidas de carácter urgente».
Teniendo en cuenta el delito que se investiga como una posible red de trata, el abogado Hortel destacó que «nada de esto podría haber ocurrido sin algún tipo de participación policial. La participación policial siempre está involucrada en las redes de trata, en las zonas rojas y todos los negocios y comercios que están alrededor de toda esa explotación», aunque aclaró que «no hay personal policial imputado».
«La hipótesis más fuerte para nosotros es una red de trata», destacó Hortel, quien afirmó que la Justicia está investigando esta línea, «pero sin resultados» ni «pruebas que logren incriminar a alguien».
Según informaron desde la querella, tras la confirmación de los restos hallados en Palo Blanco la Justicia avanzó con nuevos rastrillajes y allanamientos en la zona e incluso en una fábrica abandonada del lugar, pero no hubo resultados concretos.
La investigación seguirá ahora con más pericias de la mano del Equipo Argentino de Antropología Forense por un pedido de Marta Ramallo, buscando determinar qué pasó con los restos de Johana.