El inicio este viernes de la XIII Bienal Internacional de La Habana propicia que creadores de 52 países transformen con arte espacios públicos de esta capital y otras provincias de Cuba, hasta el 12 de mayo. Bajo el título de La construcción de lo posible, y dedicada a celebrar el 500 aniversario de la fundación de esta ciudad, el evento incluye 12 grandes proyectos colectivos, además de numerosas creaciones individuales en galerías públicas y centros privados; así como exposiciones colaterales que refuerzan su carácter incluyente.
La Bienal es una cita para el pensamiento y el diálogo de artistas de diferentes generaciones, aseguró en reciente conferencia de prensa el director ejecutivo del evento, Jorge Alfonso, consignó la agencia Prensa Latina.
Entre las instituciones sedes se encuentran el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, el Pabellón Cuba, la Casa de las Américas, el Museo Nacional de Bellas Artes, la Fototeca de Cuba, varios espacios pertenecientes a la Oficina del Historiador de la Habana y unos seis kilómetros de dos arterias fundamentales en esta urbe: las calles Línea y Malecón.
Gran parte de los proyectos contribuirán a transformar estos ejes en grandes corredores artísticos e involucrarán no solo a las artes plásticas sino al teatro, la literatura, la música, la danza, la fotografía, la realización audiovisual, la ingeniería, las tradiciones culturales y otras cuya asociación tribute a revitalizar diferentes espacios públicos.
La creadora mexicana Tania Candiani trabaja en una acción sonora con estudiantes cubanos de canto lírico y del Coro Solfa de la Schola Cantorum Coralina, en tanto 10 artistas contemporáneos chinos traen una muestra al Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso que pondrá de manifiesto los cambios experimentados por el arte de su país en las últimas tres décadas.
El principal criterio de selección para participar en la XIII Bienal ha sido la calidad artística, subrayó Alfonso.
La cita se extiende en 2019 a ciertos lugares de provincias cubanas como Matanzas, Pinar del Río, Cienfuegos, Sancti Spíritu y Camagüey, mientras en La Habana, el Museo Nacional de Bellas Artes, acogerá las jornadas teóricas cada martes, a lo largo de un mes.
Artistas de Argentina, Panamá, España, Uruguay, Colombia y Portugal dialogarán en torno a prácticas en las construcciones artístico-culturales, los postulados modernos, la incidencia de los públicos, entre muchos otros tópicos.
La Bienal es el más trascendente evento internacional de las artes visuales realizado en Cuba y desde su surgimiento en 1984 atrae a la isla a importantes creadores contemporáneos en torno a propuestas de valores socioculturales.
Hace 35 años, el evento fue convocado con una vocación latinoamericana pero enseguida creció, amplió su mirada al mundo entero y hasta el presente aúna en La Habana a creadores de los cinco continentes.
“Nuestra aspiración principal tras la selección de obras incluidas es transgredir esquemas de producción del arte periclitados, develar razones y valores íntimos o sociales, mantener fidelidad a los estilos y lenguajes que han nacido bajo los auspicios de una real y transformadora condición periférica, entregar una creación que se inscriba dentro de los vectores de cambio de nuestra época y los procesos legítimos de enriquecimiento de la cultura, más allá del afán por ser “contemporáneos” y de los modelos de consumo y moda” Palabras introductorias (fragmento), Norma Rodríguez Derivet, Catálogo XIII Bienal de La Habana
Con mucha entrega humana y el aporte creativo de cientos de artistas, decenas de curadores y especialistas, y otros muchos profesionales del arte y la cultura apoyando la voluntad institucional, ya va construyéndose por sobre todas las cosas la XIII Bienal de La Habana, la nueva edición del evento que desde 1984 organiza el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam junto al CNAP, MINCULT y otras instituciones de nuestro país, y que es reconocido entre los más prestigiosos de su tipo en Latinoamérica, el Caribe y el Mundo.
Sorteando dificultades y defendiendo el encuentro por y para quienes lo saben necesario más allá de los contratiempos que cruzan sobre Cuba y el Universo en que habitamos y coexistimos, se erige la Bienal del 2019, por primera vez ampliando su mapa físico fuera de la territorialidad de la capital cubana porque existencial y conceptualmente esta Bienal siempre ha sido más que habanera.
¿Cuántos kilómetros habría que atravesar para circular por todo el arte que va proyectando la arquitectura intercultural de la Bienal 13 de La Habana?
“Decididos a continuar potenciando la trascendencia de la arquitectura y el diseño en las estructuras de comportamiento urbano, valoramos ambas disciplinas como protagonistas activas en la humanización de nuestro hábitat y entorno cultural”. Las múltiples construcciones de lo (im)posible (fragmento). Nelson Herrera Ysla. Catálogo XIII Bienal de La Habana
El mapeado de ella misma pudiera constituir un proceso creativo de inacabable reconfiguración hasta el día de su apertura, o quizás hasta el día de su cierre. Creciente y reordenada sobre una ruta de ideas y lugares que fraguan en torno al núcleo central de artistas individuales y proyectos colectivos invitados por el Equipo de Curaduría y Museografía, una (re)urbanización se replantea a partir de espacios emblemáticos como el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales y la Fototeca de Cuba, liderando todo un ramal que se configura conjuntamente con el amplio circuito de Casas Museos, Galerías y Centros Culturales de la Oficina del Historiador de la Ciudad, donde se inserta la “cartografía poética-discursiva” de proyecto Intersecciones en Factoría Habana, y a los que se suma el emblemático Museo Nacional de Bellas de Artes con una reconstrucción particular de su colección y salas de exhibición.
Un lugar de ese mismo Museo reunirá cada martes de la XIII Bienal a destacados intelectuales que se repensarán otros caminos de la globalidad que habitamos desde: La dimensión social del arte en la construcción de modelos alternativos al discurso cultural-hegemónico; La sustentabilidad y el sistema del arte: principios, experiencias y proyecciones; y la Construcción de (i)realidades desde las prácticas artístico-culturales.
“En esta edición de la Bienal, una forma de resistir el canon hegemónico asume la construcción de modelos alternativos que permitan imaginar posibilidades ajenas al régimen instrumental del mercado. La apertura de espacios de encuentro, así como la creación de tramas, coincidencias y complicidades entre diversos circuitos e instituciones artísticas, especialmente bienales, buscan generar sinergias antihegemónicas. Es decir, se favorecen y refuerzan circuitos dirigidos a promover la sobrevivencia y la emergencia de formas estéticas discordantes con las regidas por los capitales transnacionales”. El desafío de lo (im)posible (fragmento), Dr. Ticio Escobar. Catálogo XIII Bienal de La Habana.
Decenas de kilómetros a recorrer y más de trescientos artistas a apreciar en solo ese trayecto medular. Ardua tarea que se expande aún más con la penetración hasta las zonas de la Habana Vieja del agigantado proyecto Detrás del Muro.
Al Escenario Líquido que propone dinamizar Juan Delgado y su equipo de colaboradores, esta vez no le fueron suficientes las calles maleconeras que unen al Parque Maceo con el inicio del Paseo del Prado y como agua que se desborda sobre el muro en tiempos agitados, el proyecto discurre ocupando lugares por el Callejón de los Peluqueros hasta los alrededores del mismo Centro Wifredo Lam y se acerca al Museo de la Revolución desde la Plaza del Ángel.
No muy lejos del mar y agrandando esa vocación de la Bienal cubana de expandirse al entramado público y de confrontarse mucho más directamente con el contexto popular se estructuran también otros tres proyectos colectivos:
En La Habana el Corredor Cultural Calle Línea, bajo la iniciativa de aglutinación urbanística del Proyecto Espacios.
En Matanzas, Ríos Intermitentes, con la energía de María Magdalena Campos-Pons desembocando todo el arte posible creado entre las calles y los puentes que cruzan las flujos del Yumurí y el San Juan de la nombrada Atenas de Cuba.
Y Mar Adentro, emplazándose en la misma Bahía de Jagua de Cienfuegos, con su Muelle Real como unos de los espacios simbólicos trascendentales para toda esa ciudad del sur cubano.
Otras ciudades que aportarán recorrido a esta otra Bienal serán Pinar del Río con Farmacia, una concepción, una escuela, proyecto bajo la tutela de Juan Carlos Rodríguez Valdés; y el Festival Internacional de Videoarte de Camagüey consumando su octava edición con una muestra de Culpables por Peligrosos.
De regreso a La Habana también habrá que transcurrir por el discurso dialógico entre dos ferrocarriles: el tren Upfield de Melbourne a Broadmeadows y el tren de Hershey de La Habana a Matanzas, una propuesta de Conversación entre dos trenes, Muestra de Arte Contemporáneo Australiano, proyectada por la Universidad RMIT en Melbourne. Transitar por la galería Orígenes del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso donde se expondrá de la Chinoserie al Arte Contemporáneo, hasta llegarse a la Universidad de las Artes (ISA), espacio y arquitectura en los que intergeneracionalmente alumnos y profesores se debatirán entre Humos y Espejos. Y de paso cercano al río Almendares, al andar por los Talleres Chullima, merecerá detenerse un tiempo a observar cuánto de posible reconstruyen en esos predios Wilfredo Prieto y sus invitados.