Cuando el poeta justiciero, el de los sonetos injuriosos, el que sigue las mejores tradiciones del idioma de los argentinos con retumbes quevedianos, Guillermo Saavedra, el crítico cultural de la UBA; cuando vuelve lo hace con todo. Con él los dejamos, y anoticiamos su recomendación: Se sugiere imaginarlo en la voz de Raúl Berón con la orquesta de Aníbal Troilo.
Lilita enmierda todo como ninguna
y en el Congreso ronca como un sifón.
A yuyo del Proceso su voz perfuma,
Lilita es un sorete sin parangón.
Tal vez en un convento su voz del orto
tomó ese tono espeso y denunciador,
o acaso sus discursos contra el aborto
cuando se pone chiva como un tractor.
Lilita enmierda todo con sus exhortos,
Lilita es un tereso multicolor.
Tu blablá
tiene el frío de los cementerios.
Tu blablá
se hace amarga en el hall del Congreso.
Yo no sé
si tu speech de servicio te excita,
sólo sé que al rumor de tu parla, Lilita,
te siento más frita
que el Gato ladrón.
Tus ojos son dos bolas de oscuro queso,
tus labios dos lombrices con sarampión,
tus manos dos pingajos de puro exceso,
tus venas tienen sangre de paredón.
Tus dichos son croquetas recalentadas
que cruzan sobre el barro de la Nación,
cuando tus operetas no dicen nada
y ladran los fantasmas de Juan Perón.
Lilita grita sola con voz quebrada,
Lilita está en el horno como un lechón.