“Alertan madres desesperadas: sus hijos que cumplen servicio militar en Cuba las llamaron para despedirse y decir que se los van a llevar para Venezuela”. Este tuit, de la ultraderechista cubana Rosa María Payá, iba acompañado de la fotografía de una supuesta “planilla de reclutamiento forzoso”.
Por José Manzaneda (*) / Realmente, se trataba de la hoja de firmas de la campaña “Manos fuera de Venezuela”, que ha recogido más de 3,5 millones de adhesiones en toda Cuba. Ni es un documento de reclutamiento militar, ni siquiera las firmas que aparecen corresponden a jóvenes, sino –por los números de carnet de identidad- a personas mayores de 50 años.
Es una mentira sin escrúpulos. Un ejemplo entre las miles de fake news que alimentan, estos días, uno de los mensajes centrales de la guerra psicológica del Departamento de Estado y la CIA contra Venezuela: la supuesta injerencia militar de Cuba.
“Guaidó dice que Cuba aterroriza a militares venezolanos para que no le apoyen” era el titular casi clonado en varios diarios que, además, apoyaban este mensaje con una catarata de artículos de opinión. “El País”, por ejemplo, publicaba “Cubanos go home”, un texto que pedía “una intervención” “contundente (y) rápida” pero que, para evitarla -recomendaba-, “lo correcto no es enfrentar a Trump, sino exigir que Cuba saque sus manos de Venezuela”. Otro artículo exigía –palabras textuales- “expulsar de Venezuela a todos los empleados cubanos, supuestos médicos y maestros”.
“Todos los hombres de Maduro: intrusión cubana en Venezuela” era un trabajo del canal público alemán Deutsche Welle. Afirmaba que “no son pocos los que alegan que una breve acción de rescate” -es decir, una intervención militar- “sería menos perjudicial que la prolongada intrusión cubana en Venezuela”. Esta “intrusión cubana” la explicaba -¿quién mejor?- un miembro del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de EEUU, un think tank cercano al Pentágono. Nada que impida a Deutsche Welle presentarse como un medio que produce, en 30 idiomas, “periodismo independiente”. Han oído bien, sí: “independiente”.
Otro medio público, CBC News de Canadá, repetía que hay “miles de cubanos” en “las estructuras sensibles del aparato de estado bolivariano: las fuerzas armadas y la contrainteligencia”. Y difundía en su web una campaña de la oposición venezolana que llama –textualmente- a “declarar la guerra a los cubanos por invasores” y a “sacarlos a patadas” del país. Como en Deutsche Welle, las fuentes de análisis eran muy “plurales”: militares venezolanos desertores, así como una antichavista y un anticastrista, residentes ambos en Canadá.
Pero la prueba de cuán profundo es el impacto de este mensaje de guerra psicológica la tenemos en el reportaje de un supuesto diario digital alternativo y progresista, el español “Público”, titulado “La influencia cubana en la crisis de Venezuela”, con las mismas mentiras difundidas por el Gobierno de EEUU y con las mismas voces únicas.
“Público”, por cierto, pide al final de sus trabajos una donación de 6 euros al mes para defender “la honestidad, la valentía y el rigor” de su periodismo. Un periodismo “independiente”, entendemos. Tan independiente como el de Deutsche Welle, CBC News o “El País”.
(*) Texto tomado del sitio La Pupila Insomne. José Manzaneda es coordinador de Cubainformación.