Las declaraciones de María Eugenia Vidal en torno a la agenda feminista responden más a un tinte electoralista o de campaña que a una preocupación genuina. Su discurso con supuesta perspectiva de género no se traduce en acciones concretas. Por el contrario, las áreas más relevantes en la provincia de Buenos Aires vinculadas a esa problemática están desfinanciadas.
Por Vicky Castiglia / «Desde el Estado tenemos que generar políticas que le den a las mujeres herramientas básicas para que tengan capacidad de elegir y decidir libremente su futuro», dijo la gobernadora María Eugenia Vidal el pasado 20 de noviembre en la conferencia sobre el «Rol de las finanzas en el empoderamiento económico de las mujeres» en el marco del G20.
Se trató de un discurso bastante falaz, si se considera que la misma mandataria bonaerense fue una férrea opositora al proyecto más importante -en términos de capacidad de las mujeres para elegir y decidir libremente sobre su futuro- que se debatió este año en el Congreso de la Nación: el de la interrupción voluntaria del embarazo.
Esta semana, Vidal volvió a expresarse sobre cuestiones vinculadas a la agenda de género luego de que se conociera el testimonio de la actriz Thelma Fardin, quien denunció ser violada por Juan Darthes cuando tenía 16 años. A través de las redes sociales, aprovechó el contexto para resaltar el supuesto acompañamiento de la provincia de Buenos Aires a las víctimas de violencia de género.
“Escuchar el relato de Thelma me genera dolor y conmueve. Estos casos contribuyen a visibilizar la realidad de muchas mujeres y a que más se animen a denunciar todas las formas de violencia de género”, expresó en Twitter la Gobernadora y agregó: “La violencia de género nos atraviesa y trasciende cualquier partido político, estamos viviendo un cambio cultural, ya no podemos permitir que las mujeres sigan sufriendo estas situaciones. Todos tenemos que hacer nuestro aporte para terminar con la violencia de género, desde el Estado, la Justicia, la educación y la sociedad debemos ayudar y trabajar para poner fin a la realidad tan dolorosa que viven miles de mujeres”. Finalmente, señaló que “desde el Estado estamos acompañando para que las mujeres no estén solas. Tenemos la aplicación Seguridad Provincia para que las víctimas de violencia puedan hacer denuncias anónimas y sin ir a la comisaría, y la línea 144”.
Ahora bien, sus dichos contrastan, una vez más, con sus políticas gubernamentales. Es que, según el portal Informe Político, en 2016 y a sólo seis meses de haber asumido, cerró programas destinados a combatir la violencia de género y mantuvo un presupuesto ínfimo de 4,50 pesos por cada mujer.
Este año continuó con esa línea de políticas públicas que no tienen en cuenta el padecimiento de las mujeres, ya que en el mes de mayo despidió a cuatro trabajadoras sociales y una abogada de la línea 144 “por participar de medidas de fuerza”, que se vio obligada a reincorporarlas luego de que su caso se hiciera público. Las mujeres estaban denunciando precisamente el intento de “desarticulación de las políticas de género” por parte de la administración de Vidal además de las condiciones de tercerización laboral a las que son sometidas.
“La línea 144 es producto de la lucha del feminismo, es una política que vamos a seguir defendiendo porque nos parece fundamental, pero es un espacio de atención que este gobierno lo tercerizó. Las compañeras que atienden están como empleadas de comercio, con lo cual tanta importancia de Estado no parece tener el tema”, contó a PáginaI12 la delegada de ATE Cintia Nucifora. El trabajo específico, y necesario, que realizan las chicas de la línea tiene que ver con el acompañamiento a la mujer que sufre violencia de género.
Asimismo, cabe destacar que durante su gestión Vidal se encargó de subejecutar el programa de Prevención y Atención de la Violencia Familiar y de Género, que depende del Ministerio de Salud provincial. Este programa en 2016 fue directamente vaciado para reasignar partidas a otras áreas. El mismo año, del presupuesto de la Dirección Ejecutiva de la Secretaría de Derechos Humanos, que era de 34 millones de pesos, sólo se gastaron 4 millones de pesos, es decir, un 14,15%, informó la periodista Daiana Giménez en Diario Contexto.
En 2019 la situación será preocupante. La diputada Lucía Portos, consultada sobre cuál es el presupuesto destinado en materia de derechos para la mujer, aseguró que no hay “absolutamente nada: un recorte del 100% de todas las políticas públicas que tienen que ver con las áreas de género”.
En una entrevista brindada esta semana a Infobae, señaló que se considera “impulsora de los derechos de la mujer” y puso como ejemplo la sanción de la ley de paridad en la Legislatura bonaerense. Sin embargo, no hay una sola mujer en todo su gabinete.