Éste es el primero que publicamos de una serie de textos producidos por los y las maestrandas que cursaron este año la materia Producción y Análisis Crítico de Narrativas sobre Violencia y Delitos que el Dr. Víctor Ego Ducrot dicta en la Maestría Comunicación y Criminología Mediática de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP. Esta agencia los difunde por sus calidades académicas y de estilos. Cada uno de los trabajos, sobre temas de urgente actualidad, ameritan ser difundidos más allá de las aulas. Se trata de notables aproximaciones al ensayo en tanto textos para la producción y distribución de conocimiento crítico.
Por Ana Haramboure / El concepto de minoridad: Tu hijo podría ser un menor / Consultá un especialista
Igual pa’ que saques tu conclusión / Te damos algunas pistas
Los que piden un triciclo para Reyes / ¿Qué son? Son los niños
Los que piden una moneda en la calle / ¿Qué son? Son menores
Los que juegan con juguetes de colores / ¿Qué son? Son los niños
Los que hacen malabares con limones / ¿Qué son? Son menores…( niños o menores “La Mojigata”, Murga Uruguaya).
La Modernidad, como proyecto, dispuso la construcción de un relato totalizador sobre el Mundo y sobre los modos de ser en él, que tuvo como consecuencia el ocultamiento de otras realidades y procesos sociales. La matriz configuró arbitrarios culturales como los únicos valiosos y legítimos, dejando de lado otras narrativas que circulaban y eran parte.
El concepto de “matriz” que propone Alcira Argumedo, es clave para poner en crisis la matriz moderna en relación a sus sentidos, prácticas y valores que la conforman. Argumedo explica que “las matrices de pensamientos son formas de reelaboración y sistematización conceptual de determinados modos de percibir el mundo, de idearios y aspiraciones que tienen raigambre en procesos históricos y experiencias políticas de amplios contingentes de población y se alimenta de sustratos culturales que exceden los marcos estrictamente científicos o intelectuales” (Argumedo, A. 1996: 81).Con esta concepción nos centramos en pensar, para reconstruir y entender la matriz moderna, como nos habla Antonio Gramsci con el concepto de intelectuales orgánicos. Reflexionar acerca de las relaciones sociales en términos de hegemonía “desde la concepción Gramsciana” permite visibilizar articulaciones entre los diversos sentidos en disputas, donde “una formación cultural va a ser tanto más hegemónica, esto es, va a tener bases sólidas y relativamente consensuadas en su dominación, cuanto más elementos heterogéneos pueda incluir” (Caruso, M. y Dussel, I. 2001: 25).
La conformación del Estado Moderno, que encuentra su máxima expresión en el concepto Estado-Nación que tanto utilizamos para explicar fenómenos sociales entre otros, y las nuevas formas de producción industrial mecanizada o seriadas, provocaron en el mundo profundas transformaciones sociales que hasta el día de hoy son visibles. La unidad nacional del estado propicio mediante su poder estatal el desarraigamiento de los sujetos de sus grupos de pertenencia, para relegarlos a la autoridad del Estado, a través de las instituciones que modelan sus vidas, mediante el establecimiento de normas, roles y conductas que son hegemónicamente aceptadas por la sociedad; como explica Mario Heller: “la constitución del Estado-nación (…) crea las condiciones para la autorregulación, mediante el monopolio de la violencia física y la estabilización creciente de los órganos sociales centrales” (Heller, M. 2000: 153). Esto implica una descentralización de las normas, conductas y deberes que los actores sociales debido a una departamentalización de las ciencias y por lo tanto de sus posiciones para “formar” y dar forma a una matriz de pensamiento.
Fueron y son muchos los autores latinoamericanos que van a plantear la necesidad de empezar a leer el mundo y actuar sobre él desde matrices propias, para habitarlo desde otras significaciones, con otros sentidos . Zemelman, entiende que “el poder oculta realidades para poder legitimarse” (Zemelman, H. 1998:54) y que es necesario conocer cómo opera para ejercer contra-discursos o discursos contra hegemónicos. En este sentido, propone asumir la historia como desafío constante, diario y permanente en donde el aprendizaje es constante, siempre hay que actualizarse para comprender. En referencia a este proceso de autorregulación o reajuste de los fenómenos sociales en dónde el cuerpo y la presencia física son los motores, según Foucault se va a hablar de “métodos que permiten el control minucioso de las operaciones del cuerpo, que garantizan la sujeción constante de sus fuerzas y les imponen una relación de docilidad/utilidad (Foucault, M. 2002), que él denomina “disciplinas”. “Las disciplinas recortan segmentos individuales e instauran relaciones operatorias; marcan lugares e indican valores; garantizan la obediencia de los individuos pero también una mejor economía del tiempo y de los gestos” (Foucault, M. 2002: 152).Y también es María Cristina Mata, quien expresa que “el terreno del discurso social, el terreno de la cultura y la comunicación es, consecuentemente, terreno de modelación social y, por ende, terreno de disputas y negociaciones, conflictos y acuerdos del orden del sentido. Reconocer lo que hegemoniza ese campo no impide proponer alternativas, emprender el camino del cuestionamiento” (Mata, M. C. 1985:7).Estos autores nos permiten entender y comprender los modos diferentes de habitar el mundo y los modos de accionar en él y como estos conviven, así poder comprender los discursos que los medios de comunicación emanan para ser apropiados por sus lectores en este caso.
Para abordar el tema de niñez y adolescencia es importante tener en cuenta términos que son utilizados tanto por los medios de comunicación, como por la sociedad en general y que determinan el lugar en el que se sitúa a los niñxs y adolescentxs según sus condiciones de vida, lo cual implica que la niñez más allá de ser una etapa de la vida también implica un rol político dentro de la sociedad.
“El concepto de “menor” aparece inicialmente marcado por una significación que trasciende su acuñamiento jurídico: el contenido discriminativo de la división entre niños y “menores”. En esa diferencia podemos reconocer que los “menores” son aquellos niños que, por condiciones de vulnerabilidad, quedan atrapados por la Minoridad. Este movimiento pone en crisis el concepto político de Niñez como universal, quedando por un lado la Niñez de la vida privada, de los linajes familiares y, por otro, la Minoridad” (Degano,2012).
Es por ello, que considero pertinente abordar esta temática desde el campo de la comunicación ya que las estigmatizaciones masificadas por los medios de comunicación generan imaginarios sociales que son altamente recepcionados por la sociedad, además en este trabajo se tratará de generar tensiones discursivas entre medios de comunicación de tirada masiva y los medios llamados alternativos, que a mi entender son de menor lectura y son estos los que propician quizás una mirada más englobadora sobre la criminalización de la pobreza. Esta mirada totalizadora, permitirán completar un poco más los lugares desde dónde se enuncia la estigmatización y criminalización de los niñxs y adolescentxs.
Para poder trabajar esta temática tan actual y tan ligada al término “inseguridad” (Significante vacío que es llenado dependiendo los intereses de los medios en este caso) que se difunde por los medios de comunicación masiva vista desde una matriz latinoamericana para poder concluir con un ensayo profundo en el abordaje del paradigma hegemónico , para dar lugar a las invisibilizaciones ligadas también a los sujetos políticos o sea todos los actores sociales recortados para este análisis de carácter investigativo (medios de comunicación gráficos bonaerenses (hegemónicos pero de diferentes públicos, bien marcados).
Por ello, considero que ,quedar “atrapado por la minoridad” implica un trato diferente tanto por parte de la ley como de otros ámbitos de la vida pública (las instituciones, los medios de comunicación y la sociedad en general), al hablar de menores se está separando al niñx de su entorno familiar y en el imaginario común se instala la idea de una persona que al no pertenecer a un entorno familiar estable representa un problema para el Estado, el cual asume dicho problema por medio de acciones judiciales antes que abordar la situación del niño mediante programas de educación, prevención y acompañamiento a su proceso de crecimiento, así como lo plantea Alcira al hablar de la matriz Juridico-política.
“Nuestros pibes son los que hoy pueblan la totalidad de los institutos de menores donde más del 80% de los chicos que están allí encerrados no están en relación a hechos penales que se les estén imputando, sino que están allí por razones asistenciales, es decir, por ser pobres; sus padres no pueden mantenerlos y la respuesta del estado es la institucionalización. ¿cuál es el objetivo de meternos esta discusión plagada de mentiras? Pura y exclusivamente ejercer el control social sobre los hijos de los pobres”. ( María del Carmen Verdú, Abogada CORREPI).
“Esto ha resultado en un discurso esquizofrénico, en el que se exige de los jóvenes, cuando hacen su entrada en el universo de los derechos y deberes ciudadanos, ciertos comportamientos sociales, culturales y políticos, pero no hay alternativas reales de inserción económica. Puede señalarse aquí, a manera de ejemplo, el debate en torno a la disminución de la edad penal, de cuyas múltiples repercusiones se señala exclusivamente la contradicción y el conflicto societal que implica fijar unos criterios “móviles” que otorgan parcialmente a una edad, penalizan a otra y no incorporan a los sujetos en un sentido pleno.” (Rossana Reguillo,”Las culturas juveniles: un campo de estudio breve agenda para la discusión”).
“Es también necesario consignar que “juventud” refiere, como algunos conceptos socialmente construidos, a cierta mirada sobre los “otros” actores sociales, a aquellos que viven cerca nuestro y con los que interactuamos cotidianamente, pero de los que nos separan barreras cognitivas, abismos culturales vinculados con los modos de percibir y apreciar el mundo que nos rodea. Estos desencuentros, permiten postular, tal vez, una multiculturalidad temporal, basada en que los jóvenes son nativos del presente, y que cada una de las generaciones coexistentes (divididas a su vez por otras variables sociales) es resultante de la época en que se han socializado. Cada generación es portadora de una sensibilidad distinta, de una nueva episteme, de diferentes recuerdos; es expresión de otra experiencia histórica.”(Mario Margulis y Marcelo Urresti, “La construcción social de la condición de juventud”)
Este imaginario colectivo que se tiene de los “menores”, es en gran medida construido a partir del trato que los medios dan a la información referente a la problemática que vive la niñez en la actualidad, en muchos casos no solo se usa el término “menor” sino que este viene acompañado de información referente a problemas de delincuencia, drogadicción, orden público, entre otros. Para ahondar un poco más en el tema se tendrán en cuenta los discursos presentados por tres diarios hegemónicos de tirada masiva en Argentina abordando noticias que tienen que ver con el tema de niñez y adolescencia.
La construcción de imaginarios y estereotipos a partir de los medios
“En la producción de información sobre “jóvenes en situación de delito” es pertinente analizar la lógica productiva del sistema de medios. De esta forma, la concentración de la propiedad, la diversificación de los propios actores políticos-empresariales en distintos mercados mediáticos y la centralización territorial en el centro del país con influencias hacia el interior son procesos que intervienen en los esquemas de percepción de los medios sobre la relación entre delito y juventud y en las representaciones mediáticas.” (Agustín Martinuzzi, Representaciones mediáticas de “la juventud en situación de delito”-Lo policial como marco de inteligibilidad para las culturas juveniles contemporáneas).
Todos aquellos mensajes emitidos por los medios de comunicación tienen consecuencias que son determinantes en la posición que los individuos toman frente a temas sociales como el de la niñez y adolescencias, la forma como una situación referente a este tema es abordada implica una mirada unidireccional y cargada de valoraciones y prejuicios que van acordes al pensamiento ideológico y político del medio que presenta la información. Sin embargo, el tema que nos convoca no es directamente las implicaciones que tienen dichos factores -lo político y lo ideológico- en la producción de contenidos, este es un factor que atraviesa cualquier momento en el que analicen discursos mediáticos, sin embargo, lo que nos convoca el ataque sistemático sobre los modos de vida de las juventudes protagonistas de las últimas décadas, legitimado por gran parte de los medios de comunicación, en este caso teniendo como protagonista al joven del caso Chocobar.
“Lo que se contribuye a crear es un verdadero pánico moral. La generación del miedo tiene dos implicaciones principales: la percepción de inseguridad y la reproducción y consolidación del estereotipo de los jóvenes como violentos”. (Cerbino, M. (s.f.).” La violencia juvenil en los medios de comunicación”).
Por otra parte, muchos de los contenidos presentados en relación a temas de niñez y adolescencia ocupan en los diarios las secciones Policiales, de tal manera que ya hay un condicionamiento al lector para abordar la noticia. Además, en muchas ocasiones los testimonios presentados para dar soporte a la información presentada no incluyen la opinión o la versión que el joven o el niño tiene para contar, e incluso no se consulta a personas que tienen conocimiento sobre la problemática que esta población vive actualmente, lo que ocurre, por el contrario, es que es el policía o algún representante de la ley o el estado quien sirve como testimonio de la noticia.
“Según Hall y Jefferson (2010 – 1976: 167) en sus notas sobre los medios y la cultura de control advierten una relación simbiótica entre estos que implica la reproducción de las definiciones de las agencias del orden y del control. Las agencias son las encargadas de crear las definiciones primarias sobre los hechos, sus participantes, sus contextos y los medios de su reproducción. La intensidad de las voces policiales en las noticias sobre juventud y delitos dan cuenta de este proceso no sólo en la descripción de los hechos sino también en la caracterización para dar cuenta de los agentes que intervienen. La definición policial no sólo es sobre el hecho: tipo de delito, instancias del procedimiento, datos puntuales de lugar y hora, sino que aquello que se importa en el desplazamiento son las relaciones y jerarquías de percepción sobre los implicados.” Agustín Martinuzzi, Representaciones mediáticas de “la juventud en situación de delito”. Lo policial como marco de inteligibilidad para las culturas juveniles contemporáneas. En este caso el Policía Chocobar.
Es bajo estos lineamientos en los que se enmarca el ensayo ,que pretende desde una matriz latinoamericana y desde un enfoque comunicacional ligado a los medios de comunicación propiciar un recorrido exploratorio por planteos teóricos y prácticos (Praxis) que se cristalizaron en este periodo histórico en este caso en Argentina. Proponiendo un enfoque crítico, que permita reflexionar y problematizar las bases de la construcción de esos discursos de aspectos políticos, sus matrices históricas, la lógica interna, el cruce entre objeto y método; y finalmente, que apunta a entender cada teoría como una caja de herramientas para lograr una construcción de conocimiento desde el campo y propia.
Este ensayo se basa en un corpus de análisis que se divide en 4 instancias a ser analizadas , puestas a rodar:
1- Los hechos:
2- Procesamiento y embargo
3- Apoyo del gobierno
4- Doctrina Chocobar
A continuación analizaré tres noticias sobre el caso Chocobar : las mismas son de tres medios hegemónicos: Clarín, La Naciòn y Pagina 12.
La Nación
Aquí pongo el Link porque no me deja copiar la nota por el copyright https://www.lanacion.com.ar/2105541-defendio-a-un-turista-en-la-boca-mato-a-un-ladron-y-termino-procesado-por-homicidio
Aquì se denota el punto 1 de nuestro corpus en donde : se relatan los hechos pero desde un punto negativizante para el joven asesinado y en defensa del asesino “que estaba cumpliendo con su deber”. En nuestro corpus detallamos que a comienzos de diciembre las corporaciones info-comunicacionales abordaron la noticia como “una noticia más” enmarcada en la llamada agenda de la inseguridad. El protagonista de los hechos fue el turista norteamericano, identificado como la víctima del robo, con un/os otro/s que viene/n de afuera e irrumpe/n en una zona turística y un policía construido como héroe que salvó al turista y más tarde “logró matar” a uno de los “delincuentes”. Las fuentes a las que acudieron fueron la Policía y el agente involucrado, así como vecinos de la zona.
Clarin
Río Cuarto
En medio de un escrache, Patricia Bullrich defendió al policía Luis Chocobar
La ministra de Seguridad llegó a esa ciudad cordobesa para participar de Argentina Exporta. También estuvieron el presidente Mauricio Macri y otros funcionarios del Gobierno nacional.
En medio de un escrache de estudiantes universitarios en Río Cuarto, Córdoba, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich defendió al policía Luis Chocobar, quien en diciembre pasado mató a un delincuente en La Boca, al sostener que «actuó para defender a la gente» y que por eso en el juicio oral se va a imponer «la razón y la lógica».
Bullrich llegó a esa localidad cordobesa para participar de Argentina Exporta, donde también asistió el presidente Mauricio Macri. Además, la funcionaria firmó un acuerdo de cooperación institucional en materia de narcocriminalidad con el Gobierno cordobés.
Bullrich fue la única funcionaria que habló con la prensa al salir de un local de comidas, mientras un grupo de estudiantes la insultaba desde la esquina.
Consultada sobre si a partir de este caso los ciudadanos podrían querer estar armados o hacer justicia por mano propia, la ministra lanzó una desafortunada frase: «Eso es un tema de las personas. El que quiere estar armado que ande armado y el que no quiere estar armado que no ande armado. Argentina es un país libre. Nosotros preferimos que la gente no esté armada».
Enseguida continuó con la defensa a Chocobar: «Lo que decimos es que si hay alguien que defiende a la gente no lo ataquen y no lo destruyan porque él como policía defendió a la gente. Él podría haberse quedado quieto», agregó.
Los insultos eran cada vez más fuertes y hasta el vocero presidencial Iván Pavlovsky debió interceder a pocos metros de donde estaba Bullrich para separar a integrantes de Cambiemos que discutían con los manifestantes.
También defendió Bullrich las políticas del Gobierno en materia seguridad y destacó que están «cambiando el paradigma de apoyar al victimario para apoyar a las víctimas. Que la política de seguridad no sea basada en derechos humanos para los victimarios y no para las víctimas en la sociedad. Ese cambio de paradigma es tan importante que hoy hemos bajado el 26 por ciento los asesinatos y los homicidios en el país», sentenció.
Aquí podemos observar como se aplica el punto 3 y 4 de nuestro corpus en donde las corporaciones mediáticas destacan el rol que toma el gobierno de la Alianza Cambiemos, que sale abiertamente a brindar su total apoyo hacia el agente de la Policía Local e incluso a brindarle defensa legal. Las declaraciones del presidente y la ministra de Seguridad son las principales fuentes de la noticia de cobra aún mayor visibilidad en las agendas política y mediática. Sin tener en cuenta nada en su contexto, la manifestación en este caso. Y por otro lado, a partir de las fuertes declaraciones de los funcionarios de gobierno que habilitan de manera exponencial el recrudecimiento de la mano dura y la tolerancia cero frente a la llamada inseguridad, comienzan a escucharse otras fuentes invisibilizadas por los portales de las corporaciones info-comunicacionales, como el testimonio de la madre del joven asesinado, el video las cámaras de seguridad del Municipio de Avellaneda y la pericia balística que contradicen lo narrado por el policía y la postura del gobierno. A partir de otros casos de gatillo fácil y violencia institucional, comienza a instalarse el concepto de doctrina Chocobar como un modo de sintetizar la política represiva del gobierno.
Página 12
Estaba de licencia y retomó este domingo
Chocobar volvió a la tarea doctrinaria
El bonaerense Luis Chocobar, procesado por homicidio agravado por matar a Pablo Kukoc por la espalda durante una persecución, volvió a su puesto como policía Local de Avellaneda el domingo pasado, luego de permanecer con licencia tras el hecho ocurrido el 8 de diciembre del año pasado en La Boca. El uniformado fue “recibido con vítores” por sus compañeros y miembros de otras fuerzas de seguridad.
El uniformado fue procesado y va camino a juicio oral tras un fallo que emitió el juez de Menores número número 1 de Capital, Enrique Velázquez, y que fue ratificado en una instancia superior, con un embargo de 420 mil pesos, acusado de “homicidio agravado en exceso de la legítima defensa”.
El 8 de diciembre pasado Chocobar mató por la espalda a Pablo Kukoc, de 18 años, luego de que el joven atacara al turista estadounidense Joe Wolek para robarle una cámara en el barrio porteño de La Boca con un cómplice. Uno de los dos lo apuñaló. El policía estaba de civil y no vio el ataque sino que primero vio a Wolek herido y después a Kukoc escapando y dos vecinoes persiguiéndolo y corrió tras él tres cuadras. En la persecución le disparó por la espalda, en la pierna y el glúteo, lo que le provocó la muerte días después en el hospital Argerich. El otro joven que asaltó a Wolek, de 17 años, fue detenido días después del robo.
La semana pasada la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, visitó a Chocobar en su casa de La Boca junto con la senadora nacional de Cambiemos Gladys González y el jefe de Gabinete de esa cartera, Gerardo Milman, en respaldo a la doctrina de disparar a matar y en un claro apriete a la independencia de los jueces.
Por este lado podemos ver como el Página habla del regreso de Chocobar a sus funciones y sobre procesamiento y embargo tal como en nuestro corpus es el punto 2 en donde: a fines de enero la noticia resurge y se instala como el Caso Chocobar tras la resolución del Poder Judicial de procesar al agente de la Policía Local por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego, con exceso en la legítima defensa” y realizarle un embargo por 400 mil pesos. A partir de aquí la noticia inunda los portales de noticias y se construye de modo más sustancioso la figura de Chocobar como un héroe vilipendiado por la Justicia y sus vestigios de “garantismo”. La voz en primera persona del autor del asesinato del joven es recogida por todos los portales. Y donde aquí también surge el respaldo del gobierno como en el punto 4 de nuestro corpus como “la Chocobarizaciòn”.
Para seguir ahondando, según Florencia Saintout en “Medios y juventud”, Cuadernos del INADI Nº 6, hay tres modos dominantes de los medios para nombrar a los jóvenes : Ellos son:
“a) Los jóvenes del éxito: ligada a la idea del joven consumidor. Son los jóvenes de la publicidad, de los programas de la tarde, los “casi ángeles”, esos que responden sin lugar a dudas a los modelos hegemónicos de belleza mundializados, cuyos problemas principales son conflictos puramente subjetivizados, sin referencia a los entornos sociales o políticos. El yo puesto en primera persona y a partir de allí las relaciones con sus pares, con sus adultos. Este tipo de joven es un joven visto como exitoso, como aceptable. Es un joven posible e incluso deseable para nuestras sociedades. Este modo de nombrar la condición juvenil constituye claramente aquel que el capital necesita para su reproducción.
b) Los jóvenes desinteresados. Si el anterior modo de nombrar a los jóvenes como exitosos tenía que ver con géneros ficcionales y publicitarios, la idea de los desinteresados aparece en las noticias y en los llamados informes especiales. Particularmente desde la televisión, nos bombardean con informes donde los jóvenes se drogan, se emborrachan, vomitan en las veredas…están sin rumbo, asumiendo que las generaciones anteriores tuvieron objetivos y que a estos les falta. Los jóvenes se presentan como apáticos, individualistas, distanciados de las problemáticas sociales, perdidos en un ocio eterno, y finalmente entonces como propensos y disponibles al descontrol. Es allí donde radica el temor y la necesidad del rescate. Porque la idea de que están perdidos genera malestar, pero a la vez estos jóvenes todavía, se piensa, son posibles de ser rescatados, encaminado, vueltos al rumbo. Y cuando se piensa en esto, se piensa en la necesidad de más padres, de más escuela, e incluso en ocasiones, de más policía. El conjuro ante el desinterés es la propuesta de mayor control sobre ellos.
c) Los jóvenes peligrosos. Finalmente, el joven que aparece con mayor presencia en los medios es el que se construye como el peligroso.
Desde el discurso de la Seguridad ciudadana, que se mantiene a modo de sentido común y en las instituciones policiales, se van construyendo relatos e imágenes en torno a la centralidad de unos jóvenes que, se dice, no tienen nada que perder y por lo tanto son incontrolablemente peligrosos para el resto de la sociedad. Que son capaces de romper una vidriera pero también utilizar esa misma capacidad para robar y matar.”
La no inclusión en los sistemas de salud y educación, la desigualdad de oportunidades aportan a la estigmatización , discriminación y reiterada intención de muchos funcionarios al sistema de lavarse las manos criminalizando la infancia y la niñez, sin proponerles una vida digna desde el alcance a salud, educación ,justicia , techo y alimentos para todos, elementos básicos e indispensables para la supervivencia de un ser humano.
La exclusión en la salud y educación, la desigualdad de oportunidades aportan a la estigmatización , discriminación y reiterada intención de muchos funcionarios al sistema de lavarse las manos criminalizando la infancia y la niñez, sin proponerles una vida digna desde el alcance a salud, educación ,justicia , techo y alimentos para todos, elementos básicos e indispensables para la supervivencia de un ser humano.
Conclusión/es
En el entramado social los discursos e intercambios simbólicos dejan de lado quizás la realidad de quien se nombra posicionándolos como los excluidos del discurso, esto no quiere decir que el pensamiento en la actualidad se haya modificado sino que siempre existen resistencias o tensiones discursivas.
La estigmatización del niñx / adolescente, como se analiza en este ensayo, tiene un doble juego que por un lado se quiere que cumplan con todos sus deberes, incluso bajar la edad punible, planteándolos como delincuentes, pero por otro lado no se le brindan sus derechos esenciales. La construcción de los medios masivos salvo los alternativos a mi entender y que están más ligados a los Derechos Humanos, ya que trabajan en campo , ayudan a crear en el imaginario colectivo una imagen criminalizada de los niñxs/adolescentes y es de esta forma como se los proyecta en la sociedad, desde una construcción perversa que no tiene al niñx/ adolescente como víctima sino como victimario. En este caso en particular es màs perverso ya que Chocobar queda como un héroe que es hegemónicamente reconocido y es un asesino a mansalva, una persona que con cizaña asesesino a un adolescente que cometío “un delito” y encima a un Turista, o sea como queda la imagen de un país inseguro como para que desde el exterior nos observen con cautela. Sin tener la mínima consideración de la perversidad del accionar policial que encima esta desinformado y tiro con alegría a matar, sin importar más. Por tanto los medios de comunicación masiva y hegemónicos no resaltan en ningún momento las cosas buenas que tiene la juventud como: la expresión de sus sentimientos desde diferentes herramientas, la complicidad para realizar obras comunitarias, la voluntad de ayudar a sus hermanos más pequeños, el afán de crear nuevas formas de resistencia, entre otras cosas que valen la pena ser contadas. Además crean la imagen del pobre como “chorro”, no como que el robo es una “distribución de la riqueza”, sin entrar en detalles de la época en la cual vivimos y por quienes nos están gobernando actualmente.
Enmarcando mi ensayo en los denominados Estudios Culturales que amplían el campo en este campo de la comunicación ya que el texto fue mechando noticias gráficas y teorías de las ciencias sociales, desde un carácter interdisciplinario pude explorar las formas de producción o creación de significados y de difusión de los mismos en las sociedades actuales. Desde esta perspectiva, la creación de significado y de los discursos reguladores de las prácticas significantes de la sociedad revelan el papel representado por el poder en la regulación de las actividades cotidianas de las formaciones sociales, en este caso en la Argentina. Este tipo de ensayos de carácter investigativos suelen interesarse por cómo un determinado fenómeno social se refiere a cuestiones de ideología, nacionalidad, género y clase social en la población. También tomo en cuenta la mirada funcionalista por otro lado, ya que se enfoca o hace énfasis en el estudio de los efectos de los medios masivos de comunicación que producen productos mediáticos, esto se ve recortado en la intencionalidad de los tres medios presentados en este ensayo. Esta mirada se focaliza en la conservación del sistema social, y para ello evalúan cualquier mensaje ya sea dentro de los medios de comunicación o fuera de ellos. Identifican al sistema como funcional (las que permiten reforzar al sistema social) o disfuncional (aquellas que son atacadas contra ese equilibrio social), discursos presentados dicotómicamente sobre “El ser niñx/ adolescente en estos tiempos”.
Si la Escuela de Frankfurt subestimaba al sujeto, al considerarlo extremadamente pasivo y vulnerable a la manipulación de su conciencia, este ensayo viene a romper con esta lógica, su inactividad frente a lo que vende la industria cultural.
Los hombres sociables no son así libres, sino que se encuentra obligados de alguna u otra manera a consumir, solo pueden elegir qué cosas consumir y que cosas no. Esta es la noción instrumental de la que nos habla Gilda Wallman: la dicotomía realidad/racionalidad. Por ejemplo cuando todos leen las noticias proporcionadas por los medios, aparece una respuesta instrumentista si las hay. También se puede remarcar la falta de autonomía intelectual de los sujetos ante lo que propone la tecnología o la decisión de seguir mirando, a la vez que certifica el profundo grado de control social sobre las masas por parte de la utilización instrumental que hacen de los medios las elites políticas para favorecerse de alguna manera.
Otro punto a tener en cuenta es poder hacer una visión crítica en el uso de las tecnologías más en lo particular de las redes sociales, que más allá de su uso más libre, resulta o conforma una herramienta fundamental para las decisiones de las altas esferas del poder, que recordemos es móvil y más en los medios de comunicación y esto no quiere decir que no estén por detrás los mismos actores.
Rossana Reguillo propone pensar en un mapa de los silencios, para poder pensar las identidades culturales. Y niega que sea cuestión de esencia, sino que se trata de un concepto relacional, que supone un proceso de identificación y diferenciación. Es una permanente tarea de construcción en interacción con los otros, es histórica. La identidad instaura su propia alteridad.
Gilberto Giménez nos ayuda a pensar a la identidad más bien como dialéctica entre permanencia y cambio, entre continuidad y discontinuidad, la que caracteriza por igual a las identidades personales y a las colectivas. Éstas se mantienen y duran adaptándose al entorno y recomponiéndose incesantemente, sin dejar de ser las mismas. Se trata de un proceso siempre abierto y, por ende, nunca definitivo ni acabado.
Este mismo proceso también político, reconoce la necesidad de tener un ‘’reconocimiento del universo vocabular’’ como lo menciona Freire, a lo que se refiere con el reconocimiento del conjunto de significados multifacéticos por medio de los cuales los grupos de referencia o sujetos que comparten un mismo micro-espacio social o ‘’polos de identidad’’ hablen y dialoguen entre sí, lean la experiencia y el mundo, la escriban pero desde el mismo posicionamiento, con los mismos ideales y las mismas miradas a futuro. A través de la voz, se genera una cierta mediación de un discurso privado pero situado en la trama del lenguaje y así, finalmente, se pueden terminar gestando significados compartidos y colectivos. Es a través de la voz que los sujetos interpretan la experiencia, la vida, el mundo, y la hacen posible.
Hay un concepto de Chocobarización dentro o enmarcado politicamente, ya que todo acto es político…. En este caso hablaríamos de un uso político/electoral si se quiere del caso en cuestión . Desde el acto de condecoración del policía como “héroe de la patria”, donde se le da fuerza o se le da más poder a las fuerzas seguridad, lideradas por Patricia Bulrich: “de tirar primero y averiguar después” generando un vandalismo policial y de sus prácticas que generan impunidad. Por eso me pregunto qué es la seguridad? Poner más policías, que todos andemos armados? A Dónde vamos? invertir en que sigan matando gente y después preguntar? En qué país vivimos?
Se suele creer que el ‘’diálogo’’ es el fruto de la intervención, o incluso se lo caracteriza como el evento que se produce en el marco de ‘’dinámicas’’ de comunicación popular, pero en realidad, el diálogo en su sentido más cultural, trama todo el tiempo la cultura popular.
Citando al Indio Solari pensamos finalizo este ensayo con esto :»Cuando hay una sociedad que está sujeta durante muchos años a la falta de derrame de la economía, los estratos más bajos tienen el derecho a sentirse vivos cuando ejercen la violencia. ¿Cómo se sale de eso? Como sea, creo que nada de lo que se hace desde los escritorios del poder está pensado para mejorar tu vida ni la mía.»
BIBLIOGRAFIA
● Argumedo, Alcira (1996). Los silencios y las voces en América Latina. Notas sobre el pensamiento nacional y popular. Ediciones del Pensamiento Nacional, Buenos Aires. (páginas 67-93). Cap. II. Las matrices de pensamiento teórico político.
● Gramsci, Antonio (2004). Antología. (Selección, traducción y notas de Manuel Sacristán). Siglo XXI Editores, Argentina. (pp. 388-396). “La formación de los intelectuales”
● De Moragas Spa, Miguel –editor– (1981). Sociología de la comunicación de masas. Tomo II. Gustavo Gilli, Barcelona.
● Wrigth, Charles. Análisis funcional y comunicación de masas.
● Hovland, Carl y otros. Efectos a corto y largo plazo en el caso de los films de orientacion o propaganda
– Lazarsfeld, Paul. La campaña electoral ha terminado.
● Waldman M., Gilda (1989). Melancolía y utopía (la reflexión de la Escuela de Frankfurt sobre la crisis de la cultura). Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco, México.
● Merino Ultreras, Jorge (1988). Comunicación popular, alternativa y participatoria. Manuales Didáticos de CIESPAL.
● Pierucci, Fabián (2004) Fuera de la ley. En: Vinelli, Natalia y Rodríguez Esperón, Carlos –comp. Contrainformación. Medios alternativos para la acción política. Ediciones Continente.
● Althusser Louis (1988). Ideología y aparatos ideológicos del Estado. Nueva Visión, Buenos Aires.
● Schmucler, Héctor: “La investigación sobre comunicación masiva”. En: Comunicación y Cultura, N° 4, 1975.
● Martín-Barbero, Jesús (1987). De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y hegemonía. Gustavo Gili, Barcelona. (pp. 203-259). – Los métodos: de los medios a las mediaciones.
● Reguillo Cruz, Rossana (2006). Los miedos contemporáneos: sus laberintos, sus monstruos y sus conjuros. En: Pereira G., José Miguel y Mirla Villadiego Prins –editores–. Entre miedos y goces. Comunicación, vida pública y ciudadanías. Editorial Pontificia Universidad Javeriana.
● Guimenez, Gilberto (2009). “Comunicación, cultura e identidad. Reflexiones epistemológicas”, ponencia en: IV Coloquio Internacional de Cibercultur@ y Comunidades Emergentes de Conocimiento Local, San Luis Potosí, abril de 2009.
● Mata María Cristina (Argentina) “Nociones para pensar la comunicación y la cultura masiva.”
● (Mario Margulis y Marcelo Urresti, “La construcción social de la condición de juventud”)
● (Díaz, Esther ,1996), La ciencia y el imaginario social.
● (Reguillo, Rossana, 2004) – Los estudios culturales. El mapa incómodo o un relato inconcluso
● Zemelman, Hugo (1999) La historia se hace desde la cotidianeidad. En: Zemelman, H.; Dieterich, H. y otros Fin del capitalismo global (pp.209-223). México, Ed. Siglo XXI.
● Foucault, Michel: “Vigilar y castigar”. 1º reimpresión argentina: 2002, Siglo XXI Editores, Argentina.
● Florencia Saintout en “Medios y juventud”, Cuadernos del INADI Nº 6, hay tres modos dominantes de los medios para nombrar a los jóvenes
● Cerbino, M. (s.f.). La violencia juvenil en los medios de comunicación. Recuperado el 20 de Noviembre de 2012, de FlACSO ANDES: http://www.flacsoandes.org/web/imagesFTP/1225311140.5.Violencia_enlosmedios_Mauro_Cerbino_.pdf
● Agustín Martinuzzi (Representaciones mediáticas de “la juventud en situación de delito”-Lo policial como marco de inteligibilidad para las culturas juveniles contemporáneas,2010)
● Según Hall y Jefferson (2010).
● Entrevista a María del Carmen Verdú, Abogada CORREPI.
● Recorte de Cuplé “La Mojigata”, Murga Uruguaya.
● Heller, Mario (Arg) “Individuo. Persistencia de una idea moderna”.
● Degano, J. A. (s.f.). La minoridad y la causa de los niños. Recuperado el 20 de Noviembre de 2012, de Universidad Nacional de Rosario: http://www.fpsico.unr.edu.ar/congreso/mesas/Mesa_13/degano.pdf