Así lo afirman los comunistas. “El Partido Comunista de la Argentina (PCA) se solidariza con el Partido de los Trabajadores, con el Partido Comunista do Brasil y con todas las fuerzas del hermano país que dijeron NO al golpe continuado que ahora logra instalar en la Presidencia a Jair Bolsonaro, culminando una operación de lo que Washington denomina ‘guerra híbrida de espectro completo’, que se está utilizando en toda la región”, dice un comunicado de prensa de esa organización que pasamos a publicar.
El poder económico, global y local, se ha valido de un contubernio con el aparato judicial, con los medios de comunicación concentrados, con las iglesias mediáticas, con sectores de las fuerzas militares y policiales y otros, para denostar a los gobiernos populares y sus dirigentes, con el propósito de eliminar los cambios favorables al pueblo e imponer a toda costa un proyecto neocolonial y despótico.
Destituyeron ilegalmente a Dilma Rousseff, apresaron y proscribieron a Lula, asesinaron a Marielle Franco, lanzaron una infernal campaña de mentiras y aun así, la fórmula integrada por Fernando Haddad y Manuela D´Avila obtuvo un alto porcentaje de votación, que debe ser respetado.
El hecho de que Brasil adopte un camino de ajustes, entrega y represión, desde un discurso fascistizante, afecta duramente la unidad sudamericana y de toda la región y hace prever una restricción de su mercado interno, con graves consecuencias para las exportaciones argentinas, dato que puede agravar el creciente desempleo en nuestro país.
Mauricio Macri se apresuró en felicitar a Bolsonaro, en lo que debe ser interpretado como un respaldo a sus posturas ultramontanas, antidemocráticas, misóginas, homofóbicas y racistas.
No hay que buscar demasiado: en Argentina Bolsonaro es Macri. Es Macri, Bullrich, Dujovne y Pichetto.
LLamamos a todas las fuerzas democráticas y populares de nuestro país, y de toda América Latina y el Caribe, a intensificar más que nunca la solidaridad con el pueblo brasileño y a unirnos en defensa de los derechos populares, de la democracia y de la paz y la independencia de nuestra región.