La inversiones en el mundo caen en forma sistemática debido fundamentalmente a las “repatriaciones realizadas por las sedes centrales de compañías estadounidenses de ingresos acumulados en el exterior por sus subsidiarias tras reformas fiscales en Estados Unidos”. Los flujos mundiales de inversión extranjera directa (IED) cayeron 41 por ciento en el primer semestre de 2018, al situarse en 470.000 millones de dólares, según el recuento elaborado por la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad).
En el mismo periodo de 2017, la IED se situó en 794.000 millones de dólares. Según explicó la UNCTAD en un comunicado, la caída se debe especialmente a “repatriaciones realizadas por las sedes centrales de compañías estadounidenses de ingresos acumulados en el exterior por sus subsidiarias tras reformas fiscales en Estados Unidos”. En Latinoamérica los flujos cayeron 6 por ciento.
La caída se concentró especialmente en las economías desarrolladas, donde los influjos de IED retrocedieron 69 por ciento hasta los 135.000 millones de dólares. Los flujos cayeron considerablemente en Europa (93 por ciento), especialmente por las repatriaciones de ingresos estadounidenses; siendo la mayor fuga en Irlanda y Suiza, que recibieron 81.000 millones y 77.000 millones menos respectivamente. Estados Unidos también registró una caída de las IED de 73 por ciento hasta los 46.000 millones.
Los flujos de IED hacia los países en desarrollo cayeron sólo 4 por ciento para situarse en 310.000 millones; así, la participación de las economías en desarrollo en los flujos globales de IED llegó hasta 66 por ciento, porcentaje récord. Entre las economías emergentes, los flujos cayeron en Latinoamérica (6 por ciento) y en Asia (4 por ciento), mientras que se quedaron estables en África. A pesar de la caída en Asia, la región se situó como la que más IED recibió en el mundo, con 47 por ciento del total de inversiones directas extranjeras de la primera mitad del año.
China fue el país que más IED recibió, 70.000 millones de dólares, seguida de Reino Unido (66.000 millones) y Estados Unidos (46.500 millones). Siguieron Holanda (44.800 millones), Australia (36.100), Singapur (34.700), Hong Kong (33.600), España (29.800), Brasil (25.500) e India (21.600).
En Latinoamérica y el Caribe los flujos cayeron 6 por ciento en la primera mitad del año comparado con el mismo periodo del año anterior.
“Las incertidumbres asociadas con la celebración de elecciones en algunas de las grandes economías de la región se equilibraron con un aumento de los precios de las materias primas”, especifica la Unctad.
En Sudamérica la mayor caída fue para Brasil (22%), mientras que otros países de la región obtuvieron grandes incrementos: 158 por ciento para Chile; 43 por ciento para Perú y 15 por ciento para Colombia; en cambio, México registró una caída de 6 por ciento y Panamá un retroceso de 13 por ciento.
El declive de los flujos de IED contrasta con las tendencias en las fusiones y adquisiciones internacionales en sus siglas en inglés) y en proyectos verdes. Las fusiones y adquisiciones se mantuvieron estables (-1 por ciento) en 371.000 millones de dólares -desde los 375.000 millones de 2017- mientras que las inversiones verdes crecieron un 42 por ciento hasta los 454.000 millones de dólares.