Porque (el gobierno) “generó un clima de odio y de persecución contra los trabajadores y los humildes, a los que quieren mostrar como enemigos de la sociedad», sostuvo el dirigente social allegado al Papa, Juna Grabois, tras recuperar su libertad y salir de una comisaria de la Policía Federal, en el barrio porteño de Constitución.
«Está volviendo la xenofobia, está volviendo el fascismo. Es terrible lo que están haciendo con nuestra patria», concluyó antes de festejar la liberación de todos los detenidos y denunciar las condiciones en que fueron detenidos, golpeados y maltratados.
Juan Grabois había sido detenido cuando reclamaba la liberación de dos militantes del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de seis vendedores callejeros senegaleses. Grabois quedó detenido en la comisaría 18ª, en San Juan y Entre Ríos, junto a otros dirigentes sociales entre los que se encontraban Rafael Klejzer y Jaquelina Flores.
Antes de ser capturados por la policía, los dirigentes acababan de incorporarse a una protesta frente a la comisaría por las detenciones que la Policía de la Ciudad había realizado un rato antes en un operativo en Constitución. En un momento, la policía decidió reprimir la protesta con balas de goma y gas pimienta. Grabois, junto a otros los otros dirigentes, intentó frenar a los efectivos y terminó detenido. El resto de los manifestantes pudo dispersarse y se refugiaron en la Facultad de Sociales, en Santiago del Estero y Carlos Calvo.