Y desde la Diputados bonaerenses, la titular del bloque kirchnerista, Florencia Saintout, concisa, dijo. “Nos preguntamos para qué hablan de un gobierno si en realidad hacen los deberes de un poder global que es infernalmente antipopular”. Lo hizo en el marco de una mesa de debate sobre “Deuda y ajuste en tiempos del FMI”, este fin de semana. Y por las redes sociales concluyó con evidencias, que, como una de las aristas del desguace económicos, financiero, monetario y social del país, los precios al consumidor llevan un promedio de crecimiento que en ciertos casos casi toca el 50 por ciento a lo largo de los últimos 12 meses. “En La Plata, el impacto de la devaluación repercute de manera dramática en los precios de los alimentos. Los aumentos se vuelven impagables, frente a los gobiernos de Julio Garro, María Eugenia Vidal y Mauricio Macri, que profundizan un modelo económico que perjudica a las mayorías”, apuntó desde Twitter.
“María Eugenia Vidal hizo lo mismo en la provincia que Mauricio Macri en el gobierno nacional. Financió el déficit en pesos de sus cuentas públicas contrayendo deuda en dólares, divisas que vendió en el mercado o al Banco Central para conseguir fondos para hacer frente a gastos corrientes. Cuando economistas de distintas vertientes ideológicas mencionan la mala praxis del macrismo, ya sea en la administración nacional o en la bonaerense, que lanzó a la economía a una crisis de proporciones, se refieren, entre otras cuestiones, a la estrategia de cubrir el déficit operativo en pesos con deuda en dólares. La megadevaluación ha dejado al desnudo la devastadora inconsistencia de esa política. Se decía que era imposible superar las malas administraciones pasadas en la Provincia de Buenos Aires; Vidal lo consiguió y con más recursos que otras”, consigna ese domingo el diario Página 12 en artículo del colega Alfredo Zaiat, que pasamos a reproducir en algunos de sus párrafos más significativos y que hacen a la situación de la provincia de Buenos Aires:
En marzo de 2016, la gestión Vidal tomó deuda por 1250 millones de dólares a una tasa elevadísima del 9,125 por ciento. Otras emisiones se concretaron en junio (500 millones) y octubre de ese año (otros 500), y el resto en febrero y octubre de 2017. En total, 5082 millones de dólares. Fue la provincia que emitió más deuda en dólares.
Del total de la deuda bonaerense, el 76 por ciento está nominado en dólares. Ese nivel de exposición a la variación del tipo de cambio incrementó la inestabilidad de las cuentas provinciales. Como se mencionó, la carga adicional de intereses en pesos para cumplir con los pagos de esa deuda en dólares descompensó el presupuesto. Esa disparatada estrategia financiera terminó de diluir los recursos incrementales conseguidos por Buenos Aires gracias a la relación privilegiada que tiene con el gobierno nacional.
La administración Vidal comenzó con más fondos por la devolución, desde 2016, de 3 puntos anuales acumulativos hasta los 15 que se restaban de la coparticipación federal para la Anses. También recibió más asistencia de la Anses para cubrir el déficit del Instituto de Previsión Social, además consiguió la actualización del Fondo del Conurbano. Todos esos recursos adicionales y más se irán por la canaleta de la deuda externa provincial.
El stock de la deuda provincial durante la gestión Vidal ha subido 287 por ciento en pesos corrientes y 36 por ciento en dólares, al totalizar 471.945 millones de pesos, equivalentes a 12.712 millones de dólares (a la paridad de 37,12 pesos por dólar), según la estimación realizada por un equipo integrado por Juan Manuel Pignocco, Fernando Alvarez, Martín Di Bella y Erica Pinto, en el reporte “El globo de la deuda en Buenos Aires”. En el presupuesto 2018 provincial está previsto recursos para afrontar pagos de capital e intereses por 64.554 millones de pesos, que con un dólar a 37 pesos aumenta en 23.757 millones de pesos, cuenta que se va incrementando a medida que sube la paridad cambiaria. Para atender esas cancelaciones, la provincia ha acelerado la colocación, a ritmo mensual, de Letras del Tesoro a tasas de interés en pesos crecientes y a plazos más cortos. El stock de esas Letras ya suma 8229 millones de pesos.
En 2016 y 2017, quince provincias, lideradas por la de Buenos Aires, imitaron al gobierno nacional y se lanzaron a una carrera vertiginosa de endeudamiento externo. En apenas 24 meses emitieron bonos por unos 12.200 millones de dólares, que bancos internacionales distribuyeron con entusiasmo entre inversores locales y del exterior. La megadevaluación macrista está haciendo tambalear esa ficha del dominó de la deuda argentina, que incluye a la nacional y a la corporativa
La estrategia macrista de endeudamiento externo para financiar gastos corrientes en pesos sumó a otras provincias, además de Buenos Aires, que se lanzaron a esa política imprudente. Un informe elaborado por Delphos Investment detalla que entre las provincias que tienen el mayor porcentaje de su deuda en dólares se ubican Santa Fe y Córdoba, con el 99 y 95 por ciento del total, respectivamente. Le siguen Chubut (86 por ciento), Buenos Aires (76), Neuquén (76), La Rioja (66), Entre Ríos (59), Tierra del Fuego (55) y CABA (54). Entre las provincias que menor porcentaje de su deuda en dólares se ubican Chaco, con 35 por ciento, Río Negro, con 40, Mendoza, con 42 y Salta, con 49 por ciento.