Atrapada en las redes del colapso en que, como era previsible, esta entrando la era de los globos amarillos, pues el propio estáblishment, el “círculo rojo” que le dicen, lo pone en jaque, al no confiar más en la funcionalidad del gobierno, María Eugenia Vidal es cada día más Mauricio Macri, digan los que digan por ahí acerca de sus internas y roscas. Por supuesto, traba paritarias docentes pero destina 1.500 millones de pesos para reforzar el cerco mediático que protege los dislates sociópatas de Cambiemos. Ahora evalúa sumarse a la decisión nacional de recortar los ministerios para “achicar el gasto” en el Estado, cuando en realidad millones de bonaerenses demandan más presencia estatal en una provincia que hace agua por todas partes.
Por Carlos López / La detención de las obras públicas para reparaciones en las escuelas deja a miles de niños y docentes sin el regreso a las aulas y pone en alerta a los gremios que piden a gritos explicaciones al silencioso ministro de la cartera educativa, Gabriel Sánchez Zinny. Sin embargo, el fondo que jamás se atrevería a tocar Vidal en su gestión es el que compone los 1.500 millones de pesos destinados a proteger su imagen mediática con pauta publicitaria oficial y que hoy le permite mantener a una provincia quebrada sin grandes sobresaltos. De hecho, antes los masivos recortes, la pauta oficial es el único presupuesto que ha aumentado nada menos que 100 millones de pesos en las últimas semanas, justo al mismo tiempo que se dio a conocer la metodología de los aportantes truchos en la campaña electoral de Cambiemos. Lo único que entiende Vidal es cómo hacer para llevar más agua a su molino, mientras miles de bonaerenses son abandonados sin progresar, producto de políticas que empobrecen a los más necesitados y buscan desgastar la lucha de los trabajadores.
La situación económica de la provincia de Buenos Aires resulta un tanto extraña porque ante la mega devaluación y la crisis que atraviesa todo el país gracias a las políticas del gobierno macrista, en el territorio de María Eugenia Vidal no hay fondos para los docentes, ni para los trabajadores de la Salud, ni para ningún otro sector que se encuentre en una lucha por paritarias insuficientes, pero si hay fondos para pagar la protección mediática que posee la gobernadora en distintos medios de comunicación. Es que la administración de Cambiemos destina un presupuesto de 1.500 millones de pesos anuales en pagos por publicidad oficial, mientras que la respuesta a los gremios docentes sigue siendo que la crisis no permite mejorar las ofertas salariales que ponen en alerta a la provincia y privan a niños y jóvenes de la educación pública en las escuelas y las Universidades.
La administración de Vidal de esta manera destina unos 4 millones de pesos por día para mantener en pie su blindaje mediático y evitar que se pongan en la agenda pública temas que no benefician a su mandato como el aumento de la pobreza, la reducción del empleo, el aumento de la deuda pública y la caída de su imagen en la percepción de los bonaerenses que ya no aguantan más el feroz ajuste que lleva adelante el macrismo. Las principales cajas publicitarias de Vidal son la Secretaría de Medios (417 millones de pesos), el Instituto Provincial de Lotería y Casinos (510 millones), el Banco Provincia (530 millones) y la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (100 millones).
Al contrario de su prédica sobre la aparente transparencia que representa su gestión, la gobernadora no informa públicamente cómo distribuye la pauta oficial bonaerense, aunque es sabido que al igual que ocurre con Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, el principal beneficiario es el Grupo Clarín y periodistas como Luis Majul, Fabián Doman, Luis Novaresio, Guillermo Kohan, Pablo Rossi, Mónica Gutierrez, Sergio Lapegüe y Román Lejtman, entre otros.
Internamente, todos los sectores que deben manejar la pauta oficial son controlados por personajes de estrecha relación con la gobernadora. La Secretaría de Medios es dirigida por Mariano Mohadeb, quien supo trabajar con Francisco De Narváez y es también asesor de Vidal desde 2012, incluso desde cuando era vicejefa de gobierno porteña, y después de haber tenido su primera experiencia como jefe de comunicación de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. En el Instituto Provincial de Lotería y Casinos el hombre de Vidal es Matías Lanusse, un joven que también proviene de la experiencia porteña, donde lo conoció dentro del Ministerio de Espacio Público, en la Unidad de Control de Espacio Público (UCEP), unidad cuestionada por los métodos con los que sacan a personas de la calle violando en reiteradas ocasiones los derechos de las personas en dicha situación. En el Banco Provincia, el elegido de Vidal es Juan Curutchet, reconocido por secundar a Federico Sturzenegger en el Banco Ciudad. En ARBA, por último, la dirección está a cargo de Gastón Fosatti, contacto de confianza de Federico Salvai, mano derecha de Vidal.
El dinero gastado por Cambiemos en pauta oficial no es novedad, sino que es una política adoptada y constituida como tal desde la jefatura de Mauricio Macri en la Capital Federal. Mientras que Macri sale por cadena nacional a dar cuenta de una situación de “emergencia” en materia económica y apunta contra el pueblo porque en la Argentina “se gasta más de lo que ingresa”, su propia imagen, sumada a la de Larreta y Vidal le cuesta más al Estado que muchas otras inversiones. Macri planea gastar 2.150 millones de pesos en todo este año, y unos pasos más atrás Rodríguez Larreta hará lo mismo con 1.112 millones y los ya mencionados Vidal millones de Vidal. Esta suma expresa que el gobierno macrista destina en estos tres personajes unos 13 millones y medio de pesos por día, lo que no parece para nada alineado con el ajuste “necesario” con el que tanto insisten desde Cambiemos.
La impunidad de Vidal es tal que semanas atrás, cuando se dio a conocer la investigación que demostró la existencia de aportantes truchos en la campaña electoral de Cambiemos, al mismo tiempo la gobernadora emitió un aumento del 25% del presupuesto que maneja la Secretaria de Medios para pauta oficial. Precisamente ese es el porcentaje que los docentes universitarios deberían recibir en paritarias para al menos recuperar la pérdida salarial que provocó la mega devaluación que inició este gobierno, según fue informado la semana pasada por el Centro de Estudios para el Desarrollo Nacional Atenea, elaborado para la Federación de Docentes de las Universidades (Fedun).
Los docentes universitarios seguirán de paro porque si bien el presidente de la Nación dice que les quiere pagar lo que piden, la plata no aparece. La crisis en la educación superior fue justamente uno de los temas más ocultados por los mismos medios que protegen a las figuras macristas, pese a que en el sistema universitario -en gran parte ubicado dentro del territorio bonaerense- el desfinanciamiento afecta a más de 150 mil docentes y más de 2 millones de estudiantes, que trabajan y estudian en más de 60 universidades nacionales que ya ponen como meta hacia el 2019 no cerrar las puertas pese a la desidia del gobierno.
Los docentes de las escuelas primarias y secundarias también atraviesan una situación similar en la provincia, ya que la gobernadora tomó la decisión y habilitó a su ministro de Educación, Gabriel Sánchez Zinny, a paralizar todas las obras destinadas a reparar los graves daños que sufren varias escuelas que siguen sin brindar clases por el peligro que esto conlleva para profesionales y alumnos. Uno de estos casos fue denunciado el fin de semana por la presidenta del bloque de Unidad Ciudadana FPV-PJ en Diputados, Florencia Saintout, con respecto a la detención de las obras en la escuela secundaria 8 de La Plata, lo que impedirá la vuelta a clase de decenas de niños. A su vez, la ex concejala platense y ex decana de la Facultad de Periodismo de la UNLP, también denunció que la administración de Vidal puso fin a la entrega de la dosis de los 11 años de la vacuna contra la meningitis, una medida encubierta para proteger un pedido de las corporaciones médicas.
Supuestamente, desde el gobierno de Vidal explican que las decisiones en estos dos temas tienen que ver con un alineamiento al ajuste estatal que reclama el gobierno nacional, lo que no hace más que poner en alerta a gremios y organizaciones políticas opositoras porque el gobierno macrista ha encontrado como única respuesta a la crisis volverse un gobierno meramente económico, con ningún tipo de medida social, lo que no sólo contribuirá a perpetuar aún más la pobreza en los sectores más comprometidos, sino que además condena al país a una desigualdad social.
Es que según dio a conocer Clarín, principal vocero de la gestión de Vidal, la gobernadora irá por la reducción de los ministerios a nivel provincial, una meta política que será bastante más difícil de sostener que la anunciada este lunes por Macri a nivel nacional. Aunque no sería hasta que haya soluciones en otras temáticas, la mesa chica de Vidal evalúa copiar la medida nacional, luego de que ya decretaran a nivel provincial el freno total de las obras públicas. El achicamiento ministerial podría comenzar con en un “super-ministerio” de Economía, ya que esta cartera podría absorber a Ciencia y Tecnología, Producción e inclusive hasta Agroindustria. Lo mismo podría pasar con el Ministerio de Salud que podría pasar a depender del de Desarrollo Social. Obviamente estas son medidas políticas que podrían poner en riesgo la defensa de los derechos conquistados de los trabajadores. El gobierno de Vidal busca aprovechar la crisis económica para dar paso a la reducción de sectores ministeriales que apuntan sus políticas justamente en defensa de los trabajadores.
Es por ello que el gobierno tanto a nivel nacional como en su continuidad en la provincia de Buenos Aires es el principal enemigo de los ciudadanos que intentan soportar la crisis para llegar a fin de mes. El gobierno responsabiliza a la sociedad por una situación económica que ellos mismos provocaron en el país. La inflación anual se estima ahora que supere los 40 puntos porcentuales y la realidad de distritos bonaerenses del interior y ubicados dentro del Conurbano Bonaerense se encuentran en máxima alerta porque lejos de mejorar, la falta de empleo es cada vez más notoria. María Eugenia Vidal es responsable de la crisis social que atraviesa una gran parte de los bonaerenses, pero principalmente es responsable de mirar para un costado.
En su último papelón mediático, Vidal intentó quedar como una funcionaria preocupada por el ciudadano, pero el film preparado no salió tal cual a lo esperado. Ni siquiera con la protección de los medios la gobernadora pudo evitar que por las redes sociales este fin de semana pasado circularan críticas contra un video editado donde la mandataria macrista intenta mostrarse con espontaneidad para llamar a una vecina de City Bell que forma parte de una organización conformada por vecinos para luchar contra la delincuencia en algunos barrios residenciales.
«Te agradezco mucho. Me sorprendiste con el llamado», se escucha decir a Mariana, la supuesta vecina que atendió el llamado de Vidal, quien responde: «No, por favor”. Lo curioso del video es que al inicio la gobernadora tiene frente a sí un vaso con agua y una taza totalmente blanca, pero a medida que avanza la conversación, la taza totalmente blanca se convierte mágicamente en una con una amplia guarda negra. Los medios de comunicación hicieron poco eco de este fallido en la edición del video porque continúan muy preocupados por los arrepentidos y las causas judiciales armadas contra el kirchnerismo. Sin darse cuenta, se olvidaron de aprovechar la situación para dar a conocer que Vidal, además de pagar muy bien la pauta publicitaria, también tiene dotes mágicas para convertir objetos en otros distintos. ¿Tendrá entonces Vidal dotes mágicos para pensar en los más necesitados o la magia sólo se puede usar en beneficio propio? La elocuente realidad responde: Cambiemos sólo se ayuda a sí mismo.