El poder adquisitivo de las Jubilaciones, la Asignación Universal por Hijo y el Salario Mínimo. Un estudio realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), dirigido por el economista Letcher, Hernán, da cuenta de la evolución que ha tenido el poder adquisitivo de las Jubilaciones, la Asignación Universal por Hijo y el Salario Mínimo.
Considerando la evolución del IPC-INDEC y del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), el haber mínimo de las jubilaciones pierde 8,50% en la comparación entre el promedio del poder adquisitivo de 2015 y el de los años 2016/2017/2018, es decir, casi $740 mensuales, considerando la jubilación mínima de $8.636 en septiembre de 2018. Así consigna este miércoles el sitio bonaerense InfoGEI en una nota que pasamos a reproducir.
En cuanto a la Asignación Universal por Hijo (AUH), la pérdida desde 2015 alcanza el 9,54% en promedio, con un punto mínimo hacia febrero de 2019. Esto significa algo más que $160 mensuales, considerando la AUH de $1.683 en septiembre de 2018. El punto final de la serie (febrero de 2019), indica que, considerando las estimaciones inflacionarias del REM, los beneficiarios de AUH llegan a perder casi 13% de su poder adquisitivo, al igual que si se considera el promedio de 2018/2019 respecto de 2015.
En promedio, la pérdida de poder adquisitivo del SMVM del período 2016 a 2019 alcanza un 9,65%, es decir, algo más que $1.030 mensuales, considerando el SMVM de $10.700 en septiembre de 2018. El punto final de la serie (agosto de 2019) indica que, considerando las estimaciones inflacionarias del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) y una estimación de 1,5% mensual desde 3/19 a 8/19, el salario mínimo vital y móvil llega a perder 16,61% de su poder adquisitivo respecto del promedio de 2014/2015. Si se considera el promedio de SMVM de 2018/2019 respecto de 2014/2015 la caída alcanza casi el 15%.
En todos los casos se trata de una masa de dinero que, en promedio, dejan de percibir reiteradamente cada mes. Es de destacar, que los últimos meses que se muestran en el gráfico y que se corresponden al año 2018 los puntos máximos (coincidentes con los aumentos) tienen en promedio valores menores a los de 2015 pero también a los de 2016 y 2017.
La movilidad se conforma con 70% de variación de precios, y el restante 30% en relación a la variación de los salarios según el RIPTE. Lo que se observa es que, durante 2018, la inflación considerada para la movilidad (julio 2017 a junio 2018, que se aplica entre marzo y diciembre de 2018) habrá alcanzado un 29,3%, mientras que el RIPTE ascendió a 26,11%, lo que derivó en un aumento acumulado de las jubilaciones de 28,35%. Es decir, la “fórmula Pichetto”, que incluyó la variación salarial, perjudicó a los jubilados en casi 1%. Esto mismo se percibe en el mes de diciembre, de manera más pronunciada aún: los precios entre abril y junio de 2018 aumentaron 8,74%, mientras que los salarios lo hicieron al 5,44%. Como mencionamos en otras oportunidades, esto debió haberse subsanado indicando que se utilizaría el mayor de los valores entre la fórmula prevista o la inflación.
El creciente rezago en los incrementos de salario mínimo vital y móvil tiene sensibles impactos en los haberes jubilatorios. Con los últimos cambios en la movilidad a diciembre 2017, los jubilados con al menos 30 años de aporte con el haber mínimo podrán percibir el 82% del SMVM. Ahora bien, las jubilaciones aumentan según una fórmula prevista y en períodos determinados mientras que el SMVM depende de los acuerdos entre trabajadores y empresarios o, como en las dos últimas instancias, por decreto del ejecutivo.
El resultado de este esquema muestra que a comienzos de 2018 la diferencia entre el 82% del salario mínimo y la jubilación mínima era de $544. Es decir: la jubilación mínima era en enero 2018 de $7.246 y el 82% del salario mínimo de $7.790 (el salario mínimo alcanzaba los $9.500). Por ende, en ese momento ese complemento de $544, si bien bajo, resultaba al fin y al cabo un adicional de alguna significación. Ahora bien, a medida que transcurren los meses esa diferencia se reduce sensiblemente. Por ejemplo, en agosto de este año alcanza los $104.
En efecto, la jubilación mínima alcanza los $8.096, y el 82% del salario mínimo asciende a $8.200. ¿Cuánto será la diferencia a diciembre de 2018? El resultado es negativo en $34, es decir, no recibirán ningún adicional. En lugar de oficiar ese 82% del salario mínimo como «adicional» o «complemento» hacia arriba de la jubilación mínima, el resultado es nulo a partir de la política del gobierno de reducir el salario mínimo vital y móvil para los meses venideros.
Mientras el beneficio del Programa “Hacemos Futuro” debería aumentar de $4.430 actuales a $6.624 según el incremento de la inflación proyectada a agosto de 2019, el aumento se limitará a alcanzar los $5.538 en dicho mes. Esto significa una pérdida de poder adquisitivo del 20%.
El valor del SMVM cayó a niveles previos a 2008. Si a agosto 2015 el salario mínimo se ubicaba en torno a los 537 dólares, esa cifra se verá reducida a 283 dólares tres años más tarde, a agosto 2018. El valor más reciente se acerca al valor del salario mínimo de febrero 2008, cuando se ubicó en torno a los 310 dólares. El salario mínimo medido en dólares está en su punto más bajo de los últimos 10 años.
En tanto, la jubilación mínima medida en dólares se encuentra en su punto más bajo de los últimos cinco años (deflactado por la inflación de EEUU del periodo). A agosto 2018 llegó a 229 dólares, siendo que en el mismo mes de 2017 se ubicaba en 312 dólares. Incluso era superior a 2018 el valor de 2016, post-devaluación, que llegaba a 290 dólares a agosto de ese año. En 2015 alcanzó su punto más alto de los últimos 5 años, en 367 dólares.