En el inicio, algunos comentarios al margen, que si algo tienen que ver con los hechos que hoy no ocupan, seguro, pero seguro, que no es obra de de casualidad. Para el científico y militante libertario estadounidense Noam Chomsky hipocresía, un hipócrita (y una claro, y no a cualquiera) es quien se niega a moverse con el mismo sistema de valores que aplica a los otros, punto de partida de las desigualdades sociales, la injusticia y hasta de las guerras. Desde la psicología puede ensayarse que son hipócritas quienes explican siempre sus acciones a partir de condiciones ajenas y de las conductas de cualquiera, menos de ellos mismos. En 2000, se estrena, y con mucho éxito, la película “Nueve reinas”, de Fabián Bielinsky y con Ricardo Darín, Gastón Pauls y Leticia Brédice, entre otros: es una historia de timadores que andan por la vida con aquello del cuento del tío, una suerte de engaño y estafa casi siempre basado en la distracción de la víctima.Y ahora sí: Vidal les hace el cuento del tío a los bonaerenses y ahora se muestra preocupada porque “la gente no la está pasando bien”.
Por Carlos López / La gobernadora de la provincia de Buenos Aires se dio cuenta un poco tarde que la economía no avanza para ningún lado prospero para las grandes mayorías, lo que a vistas del gobierno y en general de las encuestadoras, aunque éstas muy cautas – por ahora, la caída la registran más en imagen que en perdida de sufragios – puede convertirse en una caída en la intención voto de cara a los comicios del años próximo.
En una visita de este último fin de semana a Mar del Plata, Vidal cambió su discurso habitual para intentar acercarse a la gente con una imagen conciliadora y amigable, lástima, que lamentablemente es su propio gobierno y el de Mauricio Macri los que llevaron a los bonaerenses a uno de los peores momentos económicos de los últimos años y con índices de desocupación y baja de la actividad industrial alarmantes -la Unión Industrial Argentina reconoció esta semana pasada una disminución del 8,4% del desempeño del rubro en junio pasado-.
Si realmente está preocupada, ¿por qué sigue c errando escuelas? ¿Por qué dejó morir a dos profesionales cumpliendo sus funciones en Moreno? ¿Por qué su ministro de Educación se ausenta ante los reclamos de todos los legisladores, que piden explicaciones y una urgente necesidad de declarar la emergencia educativa en el territorio que gobierna? La única política activa de María Eugenia Vidal de cara a las elecciones del año que viene consiste en seguir mintiendo a los ojos de la sociedad y aumentar la pauta oficial que destina a los medios de comunicación que la respaldan.
En torno a la crítica situación educativa en la provincia, la presidenta de Bloque de Unidad Ciudadana-FpV-PJ en Diputados, Florencia Saintout, se ha convertido desde principio de año en una de las principales voces que refleja y lleva adelante la lucha de los docentes en el Poder Legislativo, para hacer frente a la desidia con la que María Eugenia Vidal ha dejado en el olvido a cientos de escuelas bonaerenses.
La ex decana de la Facultad de Periodismo de la UNLP, expresó esta semana que al gobierno de Vidal “la educación en la provincia de Buenos Aires no solamente no le importa, sino que está dispuesta a atacarla directamente, como primero lo ha hecho con los sindicalistas y luego con los maestros”, y subrayó que luego de años de inversiones en materia educativa durante los gobiernos kirchneristas, “por primera vez se cerraron escuelas” en la historia de la provincia.
Los grandes medios de comunicación se concentran en hablar de los “cuadernos” y los mediáticos arrepentidos judiciales, pero en la provincia de Buenos Aires la corrupción no es expuesta y se oculta para proteger a la gobernadora, tal como ocurre con en el caso de Mateo Nicholson, funcionario a cargo de la Dirección de Infraestructura Escolar (área a cargo de la planificación y ejecución de obras en las instituciones educativas), que es investigado en la Justicia luego de que se conociera un audio en el cual se lo escucha ordenar a una empleada “tirar para arriba” el presupuesto para la compra de una cocina porque “sé que no lo tenemos listo pero necesito inventar los presupuestos que nos faltan”.
El viernes pasado el ministro de Educación, Gabriel Sánchez Zinny, al que todos buscan para pedirle explicaciones, estuvo en Moreno para visitar la escuela donde se produjo la explosión que mató al auxiliar Rubén Rodríguez y la vicedirectora Sandra Calamano, minutos antes del ingreso de los chicos a la institución y que podría haber derivado en una tragedia mucho más grave aún.
Sánchez Zinny llegó de improviso a la escuela 49 de esa localidad y fue recibido con una catarata de reclamos entre las que se escuchó decir a los vecinos: “Ustedes no saben lo que sufrimos; sinvergüenzas. Tendrían que haber estado acá desde el primer día”, fue el reclamo que recibió en el lugar al funcionario protegido por Vidal. Por supuesto, el funcionario apuntó a la “herencia recibida”, mientras que los vecinos rápidamente apuntaron que “acá hay dos muertos, se tienen que hacer responsables”.
El gobierno no reconoce la realidad del sistema educativo en su estructura porque es el principal generador de dicho estado crítico, y recientemente hasta el propio presidente de la Nación se burló en una conferencia de prensa del “problemita del escape de gas» en Lanús, como así tampoco se reconoció hechos preocupantes como la docente que recibió una descarga eléctrica en Villa Luzuriaga y el escape de gas por rotura de un caño en un establecimiento de Villa Fiorito del jueves pasado, situaciones que advierten de una problemática estructural que es producida por la falta de presupuesto destinado a la educación pública en todo el país tanto a nivel primaria y secundario como también superior, pero que afecta principalmente a los edificios de la provincia bonaerense.
Muy lejano al discurso de inversiones y promesas del gobierno provincial, un reciente relevamiento del sindicato Suteba en más de 2.000 escuelas demostró que en un 75,6% de las instituciones “no se controlan sistemáticamente las instalaciones de gas” y en un 67,1% “los artefactos no se encuentran en buen estado de conservación y funcionamiento”. Los problemas de gas, agua, electricidad y de la estructura edilicia en general son los cuatro puntos más críticos que atraviesa un altísimo porcentaje de las escuelas bonaerenses, y que justamente se corresponde con las necesidades básicas que tanto docentes, auxiliares y profesionales como así también niños necesitan para llevar con normalidad el ciclo lectivo y no poner en riesgo más vidas de la que ya se perjudicaron. El deterioro de las instalaciones no es cuestión del tiempo, es producto de la falta de inversión y gestión enfocada en los niños y jóvenes, el futuro generacional del país.
El extenso informe del gremio remarcó que puntualmente en relación al servicio de agua, en un 75,1% de las escuelas de la provincia no se realizan análisis físico-químicos de su composición, en un 69% no se realizan análisis bacteriológicos y en un 50,6% no se ejecuta ningún tipo de limpieza de tanques, una maniobra que debería ser habitual en todos los establecimientos. Sobre las instalaciones eléctricas, el informe especifica que “en un 79,2% no se realizan comprobaciones preventivas de las instalaciones en forma periódica por autoridades competentes. En un 72,2% las instalaciones eléctricas no se encuentran en perfecto estado de conservación y funcionamiento, y en un 57,5% no se realiza la reparación y/o sustitución de artefactos eléctricos defectuosos”. Con respecto a las paredes, el 72% no se encuentran en perfecto estado de conservación, y un 76,3% de los techos están deteriorados.
Las estadísticas ahora sí ayudan a comprender por qué se llegó a una explosión de tal magnitud en Moreno y desenmascara que la transparencia que promete Vidal no existe cuando se prioriza destinar presupuestos a cuestiones con ningún impacto social como la pauta publicitaria de la propia administración de Cambiemos, en detrimento de diagramar presupuestos mayores a áreas golpeadas por la crisis económica y que son troncales en la conformación de una estabilidad nacional a futuro, como lo son la educación y la salud. La respuesta de Vidal siempre fue la misma desde que asumió y se reduce a la simple excusa de que “no hay más fondos”, cuando en realidad el problema nace antes del grito de los gremios que reclaman ante una situación desbordante y se relaciona a la propia decisión de cuántos fondos y hacia qué sectores son destinados en cada presupuesto anual de la provincia de Buenos Aires.
El informe de Suteba finalmente alarmó sobre las consecuencias que todavía podrían profundizarse más de continuar por este camino. “En el día de hoy, la escuela pública de la provincia de Buenos Aires está viviendo una situación de abandono y desidia. Actualmente hay más de 800 escuelas que debieron suspender sus clases, producto de las políticas brutales de ajuste que implementa el gobierno provincial en todo lo que administra. Como consecuencia de una severa falta de gestión y una notoria desinversión en toda la provincia, Sandra y Rubén perdieron la vida. Este lamentable hecho pudo ser evitado si el gobierno provincial hubiese escuchado cada uno de nuestros reclamos, pero aún no hay respuestas mientras que la gobernadora María Eugenia Vidal se pasea por los sets televisivos y el director provincial de Infraestructura, Mateo Nicholson, actualmente goza de licencia sin haber sido separado del cargo luego de ser denunciado por sobreprecios, a partir de un audio en que se evidencia una clara maniobra de corrupción”, remarcó el último comunicado difundido por el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación.
Esto mismo se observa en materia de seguridad, una de las mayores preocupaciones que tienen los bonaerenses en la actualidad. La gobernadora anunció el jueves pasado junto a su ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, el nuevo lanzamiento de 6.500 efectivos a las calles para el próximo año en lo que su administración denomina como «una segunda etapa de reformas para pelear contra las mafias».
La solución de Cambiemos a los delitos en aumento en la provincia como lo son los robos y los secuestros fue siempre sumar más policías a las calles, lo que está demostrado que no asegura ningún tipo de control porque el delito en la Argentina es gestionado por diferentes actores que conforman un escenario mucho más complejo que el mero acto delictivo.
Efectivos policiales, fiscales y jueces también forman parte de una trama de complicidad que permite la continuidad del delito como una actividad cotidiana que el gobierno quiere enmarcar en las supuestas bandas que forman mafias en los barrios, pero sin discutir hasta qué sectores de la justicia y el poder político llegan esos grupos que hoy controlan las calles, principalmente en los barrios más humildes de la provincia de Buenos Aires.
Lo que el gobierno de Vidal -y ningún otro gobierno de derecha- entenderá (porque nunca se esmerarán en hacerlo) es que la seguridad social no se basa en la seguridad que se compra con cámaras de seguridad y uniformados poblando las calles, sino que más bien tiene que ver con un concepto de justicia social e igualdad de oportunidades.
Precisamente, el sábado pasado el periódico Página/12 emitió un informe sobre la dura situación que atraviesan los cientos de niñas y niñas que viven con sus madres privadas de la libertad en la Unidad 33 de La Plata, en el penal ubicado en Los Hornos. La unidad carcelaria aloja más de 500 mujeres, entre las que se encuentran madres embarazadas y unos 65 niños menores de cuatro años que se encuentran privados del acceso al agua por las nefastas condiciones de salud e higiene con que cuentan las instalaciones. Incluso, las madres deben juntar agua en baldes para poder darles de beber a sus hijos, además de enfermedades que ya han contraído por vivir en esas condiciones y que demandaron hasta intervenciones quirúrgicas.
La situación en las cárceles y unidades penitenciarias de la provincia es alarmante como nunca antes. Vidal propuso internamente que no exista ninguna política para mejorar las condiciones de vida de los internos, que según denunció la pasada semana la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) en su Informe Anual, viven en un estado de hacinamiento permanente. Contrario a lo recomendado por todos los organismos de Derechos Humanos del mundo, los fondos presupuestarios estatales son destinados exclusivamente a la construcción de nuevas cárceles para perpetuar el sistema represivo con más detenciones. Ese es el futuro que tendrán cientos de niños que son olvidados porque al gobierno de Cambiemos no le importa, y es por ello que las autoridades hacen todo lo posible para terminar en el peor final, indirectamente dejan morir a los niños sin acceso a los derechos humanos más básicos como la alimentación, el cuidado bajo un techo y la educación, la única herramienta eficaz que podría ayudarlos a no vivir la misma vida que atraviesan hoy sus madres.
Vidal continúa su actividad política con el timbreo que realizará junto a Cambiemos todos los fines de semana para mejorar la imagen negativa que viene alimentando el gobierno con medidas políticas antipopulares. Pero esta semana Vidal no tuvo otra alternativa que aceptar la dura realidad que sufre el país. En su llegada a Mar del Plata, el equipo de la gobernadora tuvo que cambiar la estrategia para lograr un mayor acercamiento con los vecinos y evitar nuevos reclamos y encuentros tensos, luego de que su imagen pública se viera perjudicada por las últimas políticas aplicadas en la provincia en contra de las grandes mayorías.
Asimismo, la extrema postura de la administración de Cambiemos de chocar contra los docentes y perjudicar la educación pública o pronunciarse a favor de sectores históricamente conservadores como el campo y los grupos “próvida” que se opusieron al aborto legal, seguro y gratuito, afectó la mirada popular sobre una posible candidatura de la mandataria provincial hacia el próximo año. Esto último es de alto impacto, ya que esta semana dos mujeres murieron en Pilar y Pacheco luego de realizarse abortos clandestinos, frente a un Estado que elige negar una problemática sin solución.
Fue así como Vidal en la ciudad costera emitió un discurso más cercano a la realidad al confesar en una entrevista con FM Atlántica Latina que «reconozco que este es un momento difícil, que la gente no la está pasando bien”, marcando una clara diferencia de discurso con el presidente Mauricio Macri que hasta ahora negó por completo la crisis que el propio gobierno generó. “Me preocupa sobre todo el impacto que la inflación tiene en los alimentos, las tarifas, por eso eliminamos los impuestos provinciales y municipales», afirmó Vidal en una clara intención por convencer a la sociedad bonaerense de que sus preocupaciones están en los golpes al bolsillo. Pero, como toda promesa de Cambiemos, lo que la gobernadora está haciendo es aplicar la misma estrategia marketinera que la llevó al sillón de Dardo Rocha, mostrarse amistosa y comprensiva para luego aplicar las políticas de garrote que empobrecen a los bonaerenses y deja cada vez más desocupados.