Los más chicos conforman uno de los sectores sociales más afectados por las políticas de ajuste del gobierno de María Eugenia Vidal, en una provincia que a poco más de un año de las próximas elecciones nacionales, empieza a brindar muestras de la fachada engañosa con la que ha gobernado el macrismo al territorio más poblado del país. Los comedores de las escuelas vienen denunciando un feroz recorte en las partidas destinadas a comprar comida, lo que pone en riesgo no sólo los estudios de millones de niños, sino también la propia vida, que entra en juego cuando el hambre llega. Como si esto fuera poco, el gobierno de Vidal envía a los comedores comida podrida, un acto que pone en evidencia la crueldad de Cambiemos para gestionar en detrimento de las mayorías.
Por Carlos López / Por supuesto, la lógica de la perversión hace que el pedido de emergencia educativa reclamado una y otra vez por la principal referente del kichnerismo y actual presidenta del bloque Unidad Ciudadana-FPV-PJ en Diputados, Florencia Saintout, sea desestimado por las autoridades provinciales, dejando a millones de niños y otros cientos de docentes ante el olvido como única salida posible. Sumado a esto, la semana comienza con un masivo paro de actividades en 57 Universidades Públicas que peligran por el recorte nacional en los presupuestos y la falta de aumentos a docentes.
Ya es sabido pero vale la pensa recordarlo: El ministro de Educación provincial, Gabriel Sánchez Zinny, no tuvo respuestas e incluso justificó la dura realidad del sector educativo luego de la explosión de una garrafa de gas en la escuela primaria Nicolás Avellaneda N° 49 de Moreno, que provocó la muerte de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez.
Además, los comedores de las escuelas vienen denunciando un feroz recorte en las partidas destinadas a comprar comida para los más chicos, lo que pone en riesgo no sólo los estudios de millones de niños, sino también la propia vida que entra en juego cuando el hambre alcanza a más barrios. Como si esto fuera poco, el gobierno de Vidal envía a los comedores comida podrida, un acto que pone en evidencia la crueldad de Cambiemos para gestionar en detrimento de las mayorías. Las recientes noticias en las tapas de los diarios expusieron una realidad en el sistema educativo que en la provincia de Buenos Aires los legisladores bonaerenses vienen denunciando desde antes del inicio del actual ciclo lectivo.
El ajuste en materia educativa es un reclamo constante de los sectores opositores al gobierno de María Eugenia Vidal y en segunda instancia al ministro Gabriel Sánchez Zinny, quienes no sólo son responsables de la problemática situación que afrontan los docentes por falta de una oferta salarial acorde a la inflación, sino que además provocaron un desabastecimiento de recursos en la cartera de Educación a niveles generales, afectando tanto a jardines y escuelas primarias y secuendarias, como así también a los programas de educación que se mantenían vigentes desde el gobierno kirchnerista para garantizar el acceso a la educación a más sectores de la sociedad.
Las consecuencias de la reducción de los fondos para mantener la infraestructura de los establecimientos educativos esta semana pasada fueron elocuentes, luego de que una garrafa de gas explotara en la escuela primaria Nicolás Avellaneda N° 49 de Moreno y provocara la muerte de la vicedirectora Sandra Calamano y el auxiliar Rubén Rodríguez.
Tras la explosión, ahora en el gobierno de Vidal todo es silencio hacia la prensa y miradas condenatorias hacia un Ministerio de Educación que hace meses rechaza las quejas de los legisladores bonaerenses que alertan sobre la extrema situación de desidia que vive la educación en todos sus niveles a nivel provincial.
El ministro Sánchez Zinny no se mostró luego del hecho sino que sólo envió al viceministro, Sergio Siciliano, a recordar que la inversión en infraestructura escolar «viene aumentando». Una burla para los familiares de las dos personas que murieron por falta de acción del Estado y una burla igualmente para los cientos de docentes que vienen enfrentando recortes salariales y ajustes en los recursos. ¿Cómo puede justificarse que la administración de Vidal prometió en campaña electoral la construcción de miles de jardines y hoy la realidad demuestra que una escuela literalmente explota por falta de asistencia?
Lo único que Vidal ha construido sin cesar son cárceles y lo único que ha aumentado superando los índices inflacionarios es la pauta oficial que la gobernadora destina para acomodar su imagen positiva en los medios de comunicación.
Lo ocurrido en Moreno le dio la razón a los legisladores bonaerenses que desde marzo vienen planteando la necesidad de hacer una sesión especial en la Legislatura de la Provincia para declarar la emergencia educativa en conjunto con el ministro Sánchez Zinny.
La principal referente del kirchnerismo y actual presidenta del bloque Unidad Ciudadana-FPV-PJ en Diputados, Florencia Saintout, criticó duramente a la administración de Vidal porque ante los reiterados pedidos de esa sesión especial, la respuesta oficial fue que no era posible realizar esa instancia “porque estaban de vacaciones”. En ese sentido, la diputada y ex concejala platense y decana de la Facultad de Periodismo (UNLP) denunció que “hay situaciones gravísimas desde que asumió Cambiemos y redujeron el presupuesto”, y remarcó que lo ocurrido en la escuela es producto “del ajuste; es corrupción”.
La situación de desidia en Educación también se convirtió con Cambiemos en corrupción, ya que por más que los medios que protegen a la gobernadora no lo den a conocer, el director de Infraestructura Escolar, Mateo Nicholson, fue expuesto cuando se conocieron audios en los que daba instrucciones a colaboradores para “inventar presupuestos” e “inflar valores”, y hasta pedía “tener cuidado de no poner números redondos para no quedar en evidencia”. Sin embargo, el funcionario sólo recibirá una licencia acomodada y no será expulsado a pesar de existir pruebas que remarcan su participación en casos de beneficios directos a empresarios cercanos a Cambiemos, como es el caso de la Constructora SES S.A, controlada por la familia de Nicolás Caputo.
Saintout afirmó además que “el gobierno representa el saqueo de la oligarquía”, en relación a la diferencia que genera la comparación con los avances en materia educativa que logró el kirchnerismo con planes como el Progresar, el Fines, universidades federales, cientos de escuelas y el aumento de fondos destinados al presupuesto para la educación primaria, secundaria y superior. “Vidal en campaña prometió no construyó nada, por eso venimos exigiendo la interpelación a Sánchez Zinny, un personaje repudiable denunciado por tener cuentas offshore. No sólo queremos que de explicaciones, sino también que cambien las políticas que están poniendo la educación de los y las bonaerenses en crisis.
El pedido no era en vano, el ajuste en educación tiene consecuencias graves. Todavía estamos esperando las respuestas de Vidal y su ministro: ¿qué pasa con la inversión en infraestructura escolar? ¿dónde están los jardines y escuelas prometidas?”, se preguntó. Por último, Saintout expresó que “me producen mucha admiración los sindicatos docentes porque hoy están en peligro docentes, directivos, estudiantes, todos y todas, por eso tenemos que acompañar la lucha de los docentes, no es una pelea sólo por los salarios, vienen denunciando estas situaciones hace tiempo”.
La crisis en el área educativa es histórica pero con Cambiemos logró su mayor profundización, a partir de medidas políticas que perjudican la continuidad de la inversión en infraestructura escolar. En diciembre de 2017, Vidal disolvió la Unidad Ejecutora Provincial, el área encargada de mantener, reparar y construir escuelas y jardines en toda la provincia. La decisión del ministro Sánchez Zinny en ese momento dejó a unas 380 personas sin trabajo y confirmó la falta de interés de la gestión macrista por una unidad que desde 1996 se encargaba de la ejecución y el seguimiento de las obras.
Los trabajadores fueron notificados tres días antes del fin de año pasado a través de un correo electrónico que contaba con un detalle de la Resolución N° 2378/17, por intermedio de la cual Vidal dispuso “suprimir la Unidad Ejecutora Provincial del organigrama de la DGCyE” en su el Art. 1º, aduciendo que habrían detectado que sus funciones se superponían con otra Dirección”, pero sin especificar con qué organismo ocurriría tal cosa. Mientras que, en los Art. 2º y 3º, se delega en la Subsecretaría Administrativa y las de Políticas Docentes y Gestión Territorial, la “tarea de unificar las misiones y funciones de la UEP con las existentes”.
La explosión de la garrafa de gas en Moreno puso en evidencia la falta de mantenimiento que atraviesan las escuelas con Vidal. Aunque el gobierno provincial responsabilizó al técnico que hizo los controles en las instalaciones de gas, ya que habían realizado reiterados avisos de una posible pérdida, el portal Infocielo dio a conocer este fin de semana pasado que el Consejo Escolar de Moreno estaba al tanto de la pérdida y se encontraba intervenido por la administración provincial. Según los documentos divulgados por el portal, en una hoja de Excel se advierte que se habían “dado de baja 13 equipos que tenían pérdida de gas”, mientras se habían “anulado otros”. Sin embargo, dos meses después, esa misma pérdida generó el accidente fatal que terminó con las vidas de Sandra y Rubén, pese a que la gobernadora mandó sus condolencias en lo que reconoció como una “tragedia” pero que en realidad era algo evitable.
Lo grave de esta situación es que el Consejo estaba intervenido y tenía a Sebastián Nassif como interventor designado por por propio gobierno que ahora dice desconocer los problemas que existían. Además, luego de la explosión del 2 de agosto, las cámaras de seguridad de la cuadra donde se encuentra el Consejo Escolar detectaron que Marcela Riela, secretaría de Nasif, extrajo cajas con documentos del edificio, lo que inició una investigación para descubrir el contenido de dichas cajas y comprobar su posible vinculación con el hecho en la escuela de Moreno.
La mentira y la falta de acción de Vidal por los más necesitados no tiene límites. Mientras la gobernadora la semana pasada inició sus habituales timbreos por los barrios para comenzar a preparar su imagen de cara al próximo año electoral, las autoridades de la escuela primaria N° 28 del barrio Las Américas, en Mar del Plata, se mostraron indignados por la escasa entrega de alimentos que la escuela recibe y que en la última entrega fue de comida podrida, lo que dejó sin alimento a más de 150 alumnos. La vicedirectora, Karen Esusy, afirmó en declaraciones al periódico local La Capital que este mes “nos trajeron cajones con bananas y papas podridas, ningún alimento para los chicos celíacos y galletitas de 20 gramos que no alcanza ni para ninguna criatura. Esto es una vergüenza”. Asimismo señaló que “también recibimos 6 kilos de ‘bife de chorizo’, pero nos lo entregaron con un remito sin razón social por lo que no tenemos maneras de saber de dónde viene y quién garantiza que esa carne esté en condiciones. Además, vino con mucha grasa y solo alcanza si lo mezclamos con otra comida. Todo esto me da impotencia, no puede ser que pase esto, ahora no hay manera de responder a una necesidad social real. Nuestro problema hoy es qué le damos de comer a los chicos”, concluyó indignada la docente.
Los comedores de la provincia benefician la alimentación de 1,6 millones de niños pero que según el último relevamiento del año pasado del Centro de Estudio sobre Nutrición Infantil (Cesni) y el Centro de Estudios sobre Política y Economía de la Alimentación (Cepea) sobre el Sistema Alimentario Escolar (SAE) en 1000 establecimientos de 57 municipios, sólo tres de cada 10 días los chicos recibían algún componente lácteo en el desayuno que se ofrecía en los comedores de las escuelas bonaerenses el año pasado. En el mejor de los casos los chicos deberían recibir una fuente importante de nutrientes propios de los lácteos, frutas y verduras, pero en muchos casos los docentes y el personal de las escuelas se tiene que conformar con brindar un mate cocido con galletitas, ya que si no se racionalizan las comidas al extremo las cantidades no alcanzan para alimentar a todos los alumnos durante todo el mes.
A nivel superior, las universidades no son la excepción. Ante esta situación a la que expone Vidal a los trabajadores, las universidades públicas del país pararán este lunes 6 de agosto y gremios como la Conadu Histórica realizarán un paro “por tiempo” indefinido ante el no aumento de salarios y un recorte de unos 3 mil millones de pesos para la educación universitaria. Esta será una medida de fuerza que marcará un quiebre en la realidad educativa, ya que las autoridades de varias instituciones alertan que muchas casas de altos estudios podrían cerrar el próximo cuatrimestre si se convalida el feroz ajuste que el gobierno de Vidal lleva adelante (este es el caso de la Universidad Arturo Jauretche de Florencio Varela). Las clases en las 57 universidades públicas nacionales de todo el país no iniciarán este lunes, principalmente en repudio al aumento de sólo el 5% para los más de 150 mil docentes que cubren el área de altos estudios. Para tomar noción de la gravedad del estado universitario, el gremio Conadu decretó un paro por 5 días, mientras que la Conadu Histórica decidió decretar un paro de tiempo “indefinido” hasta que el gobierno nacional y en los casos que sea necesario provincial, ofrezcan mejorar los aumentos y destinar un mayor presupuesto. En los casi ocho meses que lleva este año, los docentes sólo recibieron un aumento del 5%, a lo que se le sumó un 2,7% correspondiente a una recomposición salarial correspondiente al 2017. La última oferta por parte de las autoridades fue de un 15%, en donde la última cuota se iba a pagar a comienzos de 2019, propuesta rechazada mayoritariamente por los profesores y profesoras.
Sumado a la cuestión salarial, las Universidades Públicas también se enfrentan a una partida presupuestaria muy por debajo de lo habitual. Actualmente las autoridades universitarias enfrentan una demora del envío de las partidas mensuales del presupuesto universitario de 2018 que comprende unos 103 mil millones de pesos, de los cuales 3 mil millones quizá nunca llegarán porque se espera un recorte que se estima alcanzará esa suma. Los gremios universitarios publicaron esta semana pasada un comunicado en el que denuncian que “casi el 90% del presupuesto se destina al pago de salarios”, por eso consideraron que “la quita supone una afectación de un 23% de los fondos remanentes para funcionamiento del conjunto del sistema. Y continúa: “Ante esta grave situación, los rectores manifestaron su preocupación y alertaron que no están garantizadas las condiciones para sostener las actividades pilares de la Universidad pública durante el segundo cuatrimestre”.
El secretario general de Conadu, Carlos de Feo, por su parte advirtió que “así no se puede seguir, el salario de los trabajadores continúa deteriorándose y las universidades están en peligro de no poder afrontar sus compromisos hasta fin de año”. Según un estudio realizado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), en el cual se pudo constatar que en los primeros seis meses de este año, los docentes universitarios perdieron el equivalente a un salario entero en relación a los niveles de inflación. Por esta realidad, además del cese de actividades que se iniciará este lunes, en La Plata la Asociación de Docentes Universitarios de La Plata (ADULP) se movilizará el miércoles 8 de agosto.
La crisis educativa atraviesa a todos los niveles, desde los más chicos hasta los adultos que sueñan con progresar en estudios universitarios se encuentran en peligro porque el futuro de la educación depende indiscutiblemente del aporte de fondos estatales. Con gobiernos como el provincial y el nacional que no convalidan esta premisa que ha puesto a la Argentina siempre como un ejemplo en materia de educación gratuita y accesible para todos los ciudadanos, el futuro de las próximas generaciones entra en peligro más que nunca. Cambiemos realiza un vaciamiento de los sectores que no considera fundamentales y carga con medidas como la reducción de salarios a los docentes que sean combativos para defender a chicos y grandes. Ante este triste presente, ¿cómo piensa el gobierno lograr una estabilidad social si hunde en el hambre a los más necesitados y desconoce las responsabilidad de alimentar y educar a millones de niños que hoy ven como las paredes de las escuelas se caen y los docentes tienen que salir a las calles porque el salario no alcanza para vivir? Quizá la respuesta de Vidal sea castigar a los que protesten y meter presos a todos en las nuevas cárceles bonaerenses, el mayor logro de su gestión.