En un reciente acto, el presidente Mauricio Macri demostró con obscenidad hasta dónde es capaz de llegar el clasismo abyecto de la “puta oligarquía”. Banaliza y por consiguiente se burla de los docentes que están siendo velados en Moreno, víctimas de la maldita insensibilidad de estos expertos en muerte y desamparo, que tendrán ser juzgados algún día con todo el rigor de la ley, y pagar por sus crímenes.