“No están perdidas, están desaparecidas para ser prostituidas”, denunció por Twitter la titular del bloque de diputados y diputadas kirchneristas en la Legislatura bonaerense, Florencia Saintout cuando convocó a movilizarse a un año de la desaparición de Johana Ramallo. Y la convocatoria fue respondida con claridad. “Una masiva movilización recorrió las calles de la ciudad de La Plata denunciando las complicidades y responsabilidades en la desaparición y búsqueda de Johana Ramallo: el Estado, la Justicia y la Policia. ‘Esta lucha es para siempre’, sostuvo Susana Trimarco, quien se acercó a acompañar a Marta, la madre de la joven platense que ya lleva un año desaparecida”.
“’No estamos todas, nos faltan miles de Johanas’, fue la bandera que colgaron desde La Poderosa en la Estación de Servicio de 1 y 63, donde las cámaras registraron las últimas imágenes de Johana Ramallo el 26 de julio del 2017. El jueves, esa esquina fue el punto de partida para una larga movilización encabezada una vez más por Marta, su madre, quien exigió con la compañía de Susana Trimarco y el movimiento de mujeres la aparición con vida de la joven platense de la que no sabe nada desde hace un año”, consigna este viernes la colega Daiana Gimenez en el sitio Contexto, de La Plata
Desde que desapareció Johana, su madre es quien empuja la búsqueda rodeada de organizaciones feministas y de derechos humanos, quienes sostienen que la joven de veinticuatro años fue desaparecida para ser prostituida por una red de trata que opera en ese lugar, con complicidades policiales y políticas.
A un año de su desaparición, fueron miles las personas que movilizaron por las calles de La Plata: las compañeras de Johana en el Programa Ellas Hacen-desmantelado por la Minisitra Stanley-, las amigas, aquellos que conformaban la Olla Popular de Plaza San Martín y daban alimento y abrigo a pibes y pibas como Johana, las integrantes de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, trabajadoras, estudiantes secundarias y universitarias, peronistas, socialistas y sobre todo feministas; coparon las calles marcharon hacia Gobernación denunciando a lo largo del camino las complicidades y responsabilidades de diferentes actores en la desaparición y búsqueda de Johana: la policía, la justicia y el Estado.
“La marcha se detuvo en la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de La Plata, ubicada apenas a unas tres cuadras del lugar donde desaparición la joven platense y acusada de entorpecer la búsqueda. ‘Yo sabía que a los próxenetas los cuida la policía’, era el canto que resonaba en calle 1, mientras el rostro de Johana se multiplicaba en pintadas en toda la zona. A solo unas metros de allí y a nueve cuadras fue vista por última vez Johana está la Comisaría Novena, responsable de la zona donde la joven desapareció y desde donde se sospecha que salen las amenazas hacia Marta, quien viene denunciando el accionar de esta fuerza de seguridad desde la desaparición de su hija. ‘No hay trata, no hay proxenetismo, sin una policía corrupta y corrompida’, sostuvieron las oradoras que encabezaban la movilización en 5 y 59, donde está este destacamento policial”, añade la crónica de Contexto.
Marta Ramallo, sostuvo que viene denunciando a la Novena y su complicidad, estando “muy segura” y, “a pesar de las amenazas, no me van a callar:la lucha no me la para nadie”. “Vengo nombrando la complicidad de esa comisaría en la desaparición de Johana. Estoy muy segura y lo vuelvo a decir una y mil veces más: por una amenaza no me van a hacer callar. La lucha no me la para nadie”, dijo la madre de Johana.
La desaparición de Johana fue denunciada como un presunto delito de trata y hoy en los Tribunales Federales, en manos del Juzgado Federal N° 1 a cargo de Ernesto Kreplak, la investigación es llevada a cabo por el fiscal Hernán Schapiro. “Todos sabemos que la causa avanza muy pero muy lentamente. La causa de Johana no se está encaminando como nosotros como familia venimos pidiendo: no se está investigando cómo tiene que ser investigada. Los proxenetas, los narcotraficantes y la policia complice de la desaparición de Johana no están siendo investigando por los delitos cometidos y por los que siguen cometiendo”, considero Marta Ramallo.
Según detalló Marta Ramallo a Contexto: ella entregó numerosas pruebas de quienes operan en la zona roja, en la que se incluían nombres, pero no se ha avanzado al respecto. “No sabemos qué pasó con todos los datos que aportamos. Esa pregunta se la hago todas las semanas a los jueces y fiscales que llevan la búsqueda y la responsabilidad de encontrar a Johana viva como se la llevaron”, sostuvo y agregó: “tenemos una justicia cómplice y patriarcal”.
La marcha por Johana culminó frente a la Gobernación. “El Estado no ha hecho nada para encontrar a Johana. Yo declare al intendente Garro y la gobernadora María Eugenia Vidal unos proxenetas más de la ciudad de La Plata. Me dieron la espalda desde el primer minuto y se llenaron la boca hablando de la búsqueda de Johana”, aseguró Marta Ramallo.
“Necesito que me devuelvan a Johana, que mi hija se vuelva a reencontrar con su pequeña hija y que cumplan todos los sueños que tienen”, sostuvo Marta. “Se la llevaron con muchos sueños por cumplir, se la llevaron sonriente y viva: y así espero que me la devuelvan”, agregó.
El 26 de abril pasado, cuando se cumplían nueve meses de la desaparición de su hija, Marta Ramallo exigía a la Justicia, al intendente Julio Garro y la gobernadora María Eugenia Vidal que tomen cartas en el asunto y se hagan cargo de la búsqueda de la joven de veinticuatro años desaparecida desde el día 26 de julio de 2017. En ese marco, Marta Ramallo sostenía que Vidal y Garro “no son personas normales: son personas que yo las declaro unos proxenetas más de la ciudad de La Plata. De la gobernadora como mujer esperaba otra cosa; yo esperaba que ella saliera y diera la cara, que me respondiera las preguntas que tenía para hacerle”.
La pregunta suerte la suerte que corrió Johana aún sigue vigente. Ni la Justicia ni el intendente Julio Garro, ni mucho menos la gobernadora María Eugenia Vidal dan respuestas. Desde un primer momento las sospechas de la familia y de los abogados se orientaron hacia la hipótesis de una red de trata para la explotación sexual, hecho que, de confirmarse, pondría a los poderes Ejecutivo provincial, al municipal y al propio sistema judicial y fiscal al borde de una siniestra complicidad.
“Ellas ya no están: son 3231 las mujeres desaparecidas. El grupo que concentra el mayor número de denuncias es el de 12 a 18 años; las principales causas son la trata de personas, la violencia de género y los problemas intrafamiliares”, reconocía el diario La Nación el 7 de enero de 2016, y se torna, difícil, por la trama de complicidades y por la falta de acciones del Estado, actualizar esa cifra. Entre las organizaciones que siguen el tema tiene la plena certeza que la inmensa mayoría de esas mujeres y niñas no están perdidas sino que son desparecidas entre las redes de la trata de personas para la prostitución y otras formas de explotación.