Organismos de derechos humanos, partidos políticos, movimientos sociales y gremios protestaron frente al Ministerio de Defensa. También fueron contundentes las movilizaciones llevadas cabo en otras ciudades y pueblos del país. Cientos de miles de personas se manifestaron el jueves para rechazar el decreto del presidente Mauricio Macri, el jefe de gabinete Marcos Peña y el ministro de Defensa, Oscar Aguad, que pretende habilitar la militarización de la seguridad interior.
“Nos movilizamos en todo el país para decir ‘Fuerzas Armadas represivas, Nunca Más. No a la militarización de la Argentina’”, leyó en la Capital Federal desde el escenario Lita Boitano, de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, un documento que suscribieron Abuelas de Plaza de Mayo, Madres Línea Fundadora, CELS y APDH, entre otros.
“No a los milicos en las calles”, fue la consigna central, impresa en carteles sobre el escenario montado en un camión, junto a la tradicional
Lita Boitano, siempre sonriente, con los dedos en V y ahora también con pañuelo verde contra el aborto clandestino, leyó la primera parte del documento. “Rechazamos la decisión” de Macri, Aguad y Peña de “habilitar a las fuerzas armadas a intervenir en cuestiones de seguridad interior”, dijo y generó una ola de silbidos. “Este gobierno implementa la miseria planificada, organiza despidos masivos, el vaciamiento de las políticas sociales, la persecución a pueblos originarios y a las y los militantes populares con presos políticos, mientras aumenta la impunidad para los genocidas, con violencia institucional, represión de la protesta social y censura a la prensa”, contextualizó. El decreto “refuerza el modelo represivo de un gobierno que representa los intereses de pocos mientras empobrece a las mayorías”. “Este plan de ajuste sólo puede imponerse con repre-sión”, marcó cada sílaba. “El Gobierno está reeditando la teoría del enemigo interno para intentar acallar las protestas sociales y contener las crecientes movilizaciones” de repudio a “las políticas antipopulares del macrismo, basadas en exigencias impuestas por el FMI”, cerró, y la calle coreó varias veces “Patria sí, colonia no”.
El nieto recuperado Leonardo Fossati, en representación de Abuelas, destacó que la decisión del gobierno “viola la legislación vigente, lesiona gravemente el consenso social construido tras el retorno a la democracia y el debido respeto a los derechos humanos”. Recordó que “las experiencias regionales” de militarización nunca fueron “favorables para el pueblo” y advirtió que el decreto “se inscribe en una larga serie de acciones de cesión de soberanía en beneficio de los poderes imperiales”. “Mientras nada se dice sobre la base de la OTAN en Malvinas, no podemos desvincular la reorganización propuesta con los planes intervencionistas de los Estados Unidos en el continente, que no son sólo comunicacionales o judiciales sino también militares”, remarcó. Por último recordó que “la política menemista de involucrar a la Argentina en conflictos internacionales a favor de los imperios derivó en acciones terroristas que aún nos duelen y que además siguen impunes”.
El cordobés Di Toffino (Hijos) repasó los “antecedentes alarmantes en derechos humanos” de Aguad en los años ‘90, cuando era ministro del gobernador radical Ramón Mestre. “Protegió y avaló que en democracia siguieran actuando policías acusados de delitos de lesa humanidad como Carlos Alfredo Yanicelli, hoy condenado a prisión perpetua y preso en una cárcel común por sus crímenes”, recordó. “Su menosprecio a los derechos humanos también se vio reflejado cuando compartió un palco oficial con el genocida Luciano Benjamín Menéndez”, dijo, y una silbatina estalló. “Ese mismo milico Aguad, quien al llegar al Ministerio de Defensa tomó como una de las primeras medidas el desmantelamiento del área de derechos humanos”, apuntó, “es el mismo ministro que debe dar cuenta de dónde están los 44 tripulantes del ARA San Juan, hoy desaparecido”. “Desde aquí acompañamos a las familias de los tripulantes y nos unimos al reclamo de respuesta sobre lo que pasó, dónde están y quiénes son los responsables”, concluyó, en un escenario colmado por Madres, Abuelas y miembros de organismos de derechos humanos.
Taty Almeida, de Madres Línea Fundadora, recordó que “con la doctrina de la seguridad nacional” hace medio siglo “intentaron instalar la idea de un enemigo interno y así desaparecieron, torturaron, violaron, encarcelaron y asesinaron a miles de compatriotas”.