La fuga neta de billetes y divisas acumuló en la primera mitad del año 16.676 millones de dólares, cuando había sido de 7648 millones en el mismo período del año pasado. Se trata de un aumento del 118 por ciento. Estos datos indican que en seis meses la economía perdió con la salida de capitales del sector privado una cifra equivalente a la cuarta parte de las reservas internacionales del Banco Central. Economistas indican que este ritmo de fuga muestra la falta de confianza en el modelo macro. El acuerdo con el Fondo y la recalificando del país como mercado emergente resultaron insuficientes para revertir la incertidumbre del mercado.
“La fuga de capitales se mantuvo en junio en niveles muy elevados. El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional no fue suficiente para frenar la salida de divisas de la economía local. El documento de balance cambiario del Banco Central registró que el mes pasado se fueron 3803 millones de dólares por compras brutas de billetes y 3075 millones por compras netas de billetes y divisas. La cifra no superó los picos de mayo, cuando se intensificó la corrida cambiaria, pero se ubicó muy por encima del promedio de la fuga registrado en los últimos dos años. El turismo continuó siendo otro elemento de tensión para las cuentas externas, aunque en menor grado que el mes anterior, en tanto que la inversión extranjera apenas compensó el giro de dividendos de las multinacionales”. Así con signa el colega Federico Kucher este martes en el diario Página 12, que pasamos a reproducir.
En junio hubo record de clientes que compraron divisas en el mercado cambiario. Informó en Banco Central: “Las compras de billetes de residentes fueron realizadas por 1.114.000 clientes, lo que representó un incremento de 30.000 clientes respecto de mayo”, mencionó el documento. Detalló que “el 96 por ciento de los clientes operó en el estrato (minorista) de hasta 10 mil dólares por operación. Este segmento adquirió el 39 por ciento de los 3803 millones de dólares comprados en billetes el mes pasado”. Esto implica que hubo un 4 por ciento de clientes (44.560 cuentas) que compraron billetes por 2319 millones. Hubo además 2700 clientes hicieron transferencias de divisas por 1705 millones.
La fuga neta de billetes y divisas acumuló en la primera mitad del año 16.676 millones de dólares, cuando había sido de 7648 millones en el mismo período del año pasado. Se trata de un aumento del 118 por ciento. Estos datos indican que en seis meses la economía perdió con la salida de capitales del sector privado una cifra equivalente a la cuarta parte de las reservas internacionales del Banco Central. Economistas indican que este ritmo de fuga muestra la falta de confianza en el modelo macro. El acuerdo con el Fondo y la recalificación al país como mercado emergente resultaron insuficientes para revertir la incertidumbre del mercado.
El problema estructural de la economía local sigue sin resolverse. El país importa más de lo que exporta, no recibe inversiones extranjeras directas suficientes, mantiene abiertos los flujos de capitales potenciando la fuga de divisas, pierde sumas abultadas de dólares por el rojo de la cuenta turismo y no consigue convencer a los inversores que le presten nueva deuda a tasas de interés razonable. En el documento de balance cambiario del Central pueden observarse en detalle estos focos de desequilibrio. Uno de los datos relevantes fue la caída del cobro de exportaciones en junio respecto del mismo mes del año pasado. En el rubro de alimentos y bebidas se anotó un retroceso del 6 por ciento, al tiempo que la baja fue del 24 por ciento en la industria química, caucho y plástico, del 50 por ciento en minería, del 19 por ciento en agricultura y ganadería (exceptuando a las oleaginosas), del 64 en industria automotriz, del 17 en los metales comunes, del 6 en textil y curtidos y del 23 en productos de comercio. El turismo es otro frente de importante tensión. El informe de la autoridad monetaria estimó que en junio se perdieron 588 millones de dólares por los egresos netos en viajes, pasajes y pagos con tarjeta en el extranjero. La cifra fue un 33 por ciento menor respecto de la registrada en junio del año pasado, pero con un salto del dólar que superó el 60 por ciento en los últimos 12 meses. Esto indica que el turismo continuó siendo un problema para las cuentas externas pese a la suba del tipo de cambio. “La salida neta del turismo se originó en pagos a emisoras de tarjetas por 381 millones, en tanto que hubo egresos netos de aerolíneas y otros transportes de pasajeros por 116 millones y pagos de operadores turísticos por 96 millones”, detalló el Central. En lo que refiere a la entrada de inversiones extranjeras directas, se anotó en junio una entrada de 212 millones de dólares y de 862 millones en lo que va del año. Las cifras no están muy por encima del giro de utilidades y dividendos que hacen las multinacionales a sus casas matrices. El mes pasado enviaron 121 millones de dólares y acumularon una salida de 771 millones en la primera mitad del año.
El poco entusiasmo generado por las inversiones productivas del exterior se potenció con la salida neta de las inversiones de portafolio (es decir, las divisas que entraron para hacer ganancias de corto plazo y ahora abandonan el país). “Los flujos por inversiones de no residentes anotaron una salida neta en el mercado de cambios por tercer mes consecutivo, anotando un rojo de 637 millones. La cifra puede separarse en egresos netos por inversiones de carteta por 848 millones de dólares, que en parte se compensó por la llegada de inversión directa por 212 millones”, cerró el Central.