El del Altiplano se constituyó en el país más exitoso de Latinoamérica en lograr la desdolarización en su sistema financiero, apoyado por la estrategia de la bolivianización, la nacionalización de sus recursos naturales, y una serie de políticas monetarias.
Esto ha contribuido a la estabilidad del país y a su crecimiento económico, según un análisis del Banco Central de Bolivia (BCB), el gobierno y un experto del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Estas conclusiones se dieron a conocer en ocasión de la XII Jornada Monetaria denominada “Theotonio dos Santos”, realizada por el BCB el 18 y el 19 de julio.
Esta fue una de las actividades programadas en homenaje a los 90 años de su fundación, en la cual se abordó la temática de la “Desdolarización y Remonetización” y la “Coordinación de las Políticas Monetaria y Fiscal”.
La moneda nacional está a 7,5% de desplazar al dólar de las operaciones de créditos y depósitos en el sistema financiero en Bolivia, luego de un sostenido proceso de bolivianización que se implementa desde el 2006, de acuerdo con los datos proporcionados por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) y el BCB.
Hasta el 30 de junio, los créditos en bolivianos alcanzaron 98,1% del total,y los depósitos registraron 87%, es decir el promedio faltante para desplazar al dólar se ubica en 7,5%.
El presidente del BCB, Pablo Ramos, recordó que los créditos en 2005 en moneda nacional alcanzaban 8% y en dólares 92%, situación que cambió a junio de 2018, cuando los préstamos llegaron a 98,1%, pero en moneda nacional.
“La situación es casi similar en los depósitos, pues en 2005 en bolivianos alcanzaron 16%, y en junio de este año el ahorro en moneda nacional en el sistema financiero subió a 87%”, agregó.
A decir de Ramos, estos resultados muestran que la divisa estadounidense dejó de ser el indicador fundamental e influyente de las transacciones financieras y de comercio, incluso dejó de ser factor inflacionario, como sucedía en el pasado.
“El modelo de la bolivianización está prácticamente a 7 puntos de anular al dólar de las transacciones financieras en el país; el gobierno y, lógicamente, el Banco Central de Bolivia, seguirán innovando medidas para no depender de la fluctuación del dólar, como sucedía en el pasado”, señaló.
Ramos manifestó que el papel de la nacionalización de los recursos naturales permitió que el excedente que se iba a otros países “de la mano de las transnacionales” se quede en Bolivia.
Esta dinámica, continuó, posibilitó que el Estado se beneficie de mayores ingresos, lo que cambió la situación fiscal. “Un mayor flujo de divisas permitió apuntalar la bolivianización y se dejó de depender del dólar”, agregó.
Ramos consideró que la bolivianización exitosa en Bolivia logró mantener el poder adquisitivo de la moneda nacional basado en la confianza y credibilidad.
Desdolarización fuerte y exitosa. El economista principal del FMI, Etibar Jafarov, dijo en su exposición en la Jornada Monetaria que la desdolarización en los créditos y depósitos de Bolivia fue la más “fuerte y exitosa” en relación con otros países de Latinoamérica.
“Bolivia consiguió con mucho éxito la desdolarización (…). Con la estabilidad macroeconómica y el uso de medidas macropotenciales, Bolivia es el país con mejores resultados en este proceso complejo pero rápido de desdolarización en comparación con otros países de la región”, destacó.
A decir del experto, en Bolivia el proceso de desdolarización fue más notable entre los países de la región gracias a la labor realizada desde 2006, cuando Evo Morales asumió la Presidencia, con planes concretos de estabilidad financiera y de precios, y estimulando el crecimiento del PIB.
Por su parte, según AméricaEconomía, el viceministro de Presupuesto y Contabilidad Fiscal, Jaime Durán, dijo en su intervención que para el cambio efectivo en la valorización de la moneda local se modificó el marco normativo para ampliar la vigencia del impuesto a las transacciones financieras e imponerlo sólo a las operaciones en dólares.
Además, agregó, se tuvieron que incentivar las operaciones en bolivianos a través del gravamen a la venta de moneda extranjera, y reorientar líneas de crédito que otorga el Tesoro General a través del Banco de Desarrollo Productivo a la moneda local.
Durán manifestó que el proceso de bolivianización (o desdolarización) sigue aportando al fortalecimiento de la soberanía económica del país andino amazónico, disminuyendo los grados de dependencia que ejerce la economía hegemónica del norte y su moneda, el dólar.