Según encuestas, hace un año, la aprobación social de la gobernadora María Eugenia Vidal superaba por 20 puntos al rechazo que ella misma provocaba, pero cambia, todo cambia, inclusive para Cambiemos, y por más que haga caritas de buena – ¿”la gobernadora emoticón” se la podría llamas – y lance balbuceos virginales, en estos días pasa por su peor momento desde que administra el principal distrito del país. A la crisis económica se suma el escándalo por los aportantes truchos a las campañas de 2015 y 2017. Por primera vez, la sociedad empieza a cuestionar a Vidal por la mala gestión de Cambiemos.
Según una encuesta de la consultora Circuitos, la gobernadora bonaerense empieza a dejar atrás una imagen de inmaculada para el electorado. Aunque la valoración positiva sigue alta, por segundo mes consecutivo fue superada por la negativa. Así daba cuenta d ello el sitio Primereando.
En mayo y en junio se repitió el escenario: la imagen negativa fue del 44%, mientras que la positiva quedó en 42%. Hace un año, Vidal tenía 52% de aprobación y 32% de rechazo.
Según los analistas, los motivos son económicos y políticos. En el primer plano, impacta de lleno la devaluación del peso que golpea sobre la actividad económica y la inflación, en alza desde marzo. En 2018 la suba de precios superará el 30%. Además, el macrismo debió apelar al FMI, con pasado oscuro en el país.
En el plano político, también golpea la falta de definiciones del Gobierno en torno al conflicto docente. Los maestros siguen sin acordar paritarias cuando ya avanzó medio año. Además, una investigación periodística puso el acento sobre el manejo irregular de fondos para las campañas electorales del macrismo en Buenos Aires, en 2015 y 2017. Se habría ocultado, por lo menos, el origen de 40 millones de pesos. Vidal es, nada menos, que la presidenta del PRO bonaerense. Tres causas judiciales se iniciaron por el caso, que todavía tiene tela para cortar.