Los intelectuales que repudian “la vidriera del macrismo” debatieron filosofía en solidaridad con los despedido de Telam. “Varias veces me invitaron a participar de la Noche de la Filosofía (organizada por el gobierno). Varias dije que no, por razones políticas. No quiero estar en la vidriera del macrismo. Solo eso. Pero no me pareció objetable que muchas otras personas tomaran la decisión inversa, dándole más autonomía a las actividades culturales de un gobierno que repudiamos. La persona que me invitaba amablemente y discutía cada año mi decisión hoy es secretario de redacción de Télam. Allí donde este mismo gobierno que organiza la Noche de la Filosofía despidió centenares de periodistas y fotógrafos, De un gobierno que, si se nos permite la metáfora iluminista y moreniana, busca oscurecer las escasas luces que nos quedan, para que la noche más oscura advenga. Contra eso, nuestras fogatas nocturnas, nuestra vigilia, la amistad renovada y la conjura incesante, pero no los salones donde nos invitan a brillar mientras gendarmería avanza contra lxs trabajadorxs de prensa”. Así convocaba la socióloga y escritora María Pía López a una verdader jornada por la filosofía, la que tuvo lugar el sábado por la noche, frente a Telam y a contramano de la realizada en el cuarto piso del CCK.
“En la kermesse neoliberal, se ofrecen distracciones para todo tipo de públicos. La filosofía también puede ser convocada a prestar sus servicios en el ‘ágora del diálogo’, una vez que la máquina productora de consenso obligatorio ha hecho su trabajo, suprimiendo las aristas más punzantes de la conversación como pasión pública. La confrontación de ideas y la expresión de diferencias reales no está a la orden del día, y pretende ser suprimida como “orden en la noche” (donde todos los gatos son pardos), en La Noche de la Filosofía. La filosofía se transforma en un discurrir de palabras vacías cuando es convocada al “coversódromo” neoliberal, que la necesita como alimento espiritual sin proteínas para hacer olvidar que una política de destrucción de los cuerpos y las mentes –a través del ajuste y los despidos masivos, de la expansión de la pobreza, de la persecución de las disidencias, del endeudamiento y la hipoteca del futuro, del asesinato selectivo, de la coronación de una voz monolítica en la escena mediática– no es amiga del pensamiento. El macrismo no es amigo del pensamiento. Despide periodistas para ahogar voces públicas mientras hace gala de un ágora colectiva. No le dejamos ni la noche ni la filosofía”, escribía en su cuenta Facebook, María Pía López.
Firmaron la convocatoria, según ese misma mención en Facebook: “Gabriel D’Iorio / Mariana Gainza / Evelyn Galiazo / Gillermo Korn / Silvio Lang / María Pía López / Bruno Nápoli/ Cristián Sucksdorf / Diego Sztulwark / Diego Tatián / Javier Trímboli / Julián Ferreyra/ Paula Fleisner / Guadalupe Lucero / Noelia Billi / Virginia Cano / Gonzalo Santaya / Natalia Lerussi /Natalia Taccetta / Alan Patricio Savignano / Matías Soich / Iván Paz / José Hage / Gustavo Míguez / Anabella Schoenle / Florencia Abadi / María Natalia Catarelli / Paula Teijeiro / Mariana Santángelo / Esteban Bieda / Lucas Soares / Milton Laufer / Daniela Losiggio / Esteban Dipaola / Luciano Nocetto / Natalia Buacar / Pablo Roffé / Luis Ángel Castello / Marcos Perernau / Nayla Vaccarezza / Magalí Haber / Verónica Kretschel / Andrés Osswald / Mariano Gaudio / Pablo Pachilla / Malena Nijensohn / Valeria Sonna / Ezequiel Ludueña / Rafael Mc Namara / María Inés La Greca / Matías Farías / Laura Galazzi / Esteban Mizrahi / Carolina Faber / Mariela Solana / Muriel Vázquez / Martín Diese / Jorge Lucero / David Martín / María Martini / Mariana Colombo / Marcelo Raffin / Juliana Udi / Lux Moreno / Alejandro Kaufman / Juan Pablo Sosa / Luciano Lutereau / Mariana Casullo / Elsa Ducaroff / Rosana Sasubrino / Macarena Marey / María José Melero / María Giannoni / Gloria Arbones / Jazmín Ferreiro / Lucía Belloro / Bárbara Aguer / Horacio González / Diana Gómez / Luis Dib / Juan Nesprías / Nancy Miranda / Daniela Sueta Rozas / Solange Heffesse / Mariana Baxter / Carolina Mamilovich / Rodolfo Petriz / Gastón del Bono / Romina Rodríguez / Augusto Romano / Federico Pozzi / Gustavo Ruggiero / Cintia Córdoba /Rocco Carbone / Sebastián Russo / Gisela Catanzaro / Alejandra Rodríguez / Paola Miceli / Eduardo Rinesi / Natalia Vozzi”.
En tanto, y respecto de la jornada convocada por el gobierno de Mauricio Macri, el diario Página 12 consigna este domingo lo siguiente.
“Impiden leer una carta por los despidos en Télam. La Noche de la Censura”, y firma Ailín Bullentini
“¿Podés subir el volumen?”, le pidió Pablo Alabarces al sonidista de unas de las charlas abiertas que se llevaron a cabo ayer en el cuarto piso del CCK, en el marco de La Noche de la Filosofía. El micrófono lo tenía en una mano el filósofo Diego Singer. En la otra, Singer agarraba el documento que habían firmado junto con Alabarces y otros participantes de ese encuentro, en repudio a los despidos de Télam y en exigencia de la reincorporación de los trabajadores. Por orden de Marcela Boeris, una de las funcionarias responsables del evento organizado por el Sistema Federal de Medios Públicos, el volumen no subió durante la lectura del texto y se apagó cuando Singer le cedió el micrófono a uno de los trabajadores de la agencia. A viva voz, terminó explicando el reclamo que mantienen por la reincorporación de los más de 350 puestos de trabajo recortados por Hernán Lombardi. “Esto es un claro acto de censura”, denunció el filósofo Alejandro Boverio.
Rodeado de trabajadores de Télam con carteles en rechazo a los despidos, Singer leyó el manifiesto en el que los filósofos expresaron su solidaridad con los 357 trabajadores/as despedidos/as de Télam y exigieron su “inmediata reincorporación, así como el fin de toda otra política tendiente a empobrecer y limitar la libertad de información y el debate público”. Además de él, Boverio y Alabarces, acompañaron la nota Ezequiel Adamovsky, Lucía Alvarez, Esteban Buch, Diego Escolar, Maristella Svampa, Darío Sztajnszrajber, Horacio Tarcus y Pablo Wright, entre otros. Muchos de ellos estaban ahí y denunciaron como Boverio que la actitud de los organizadores de “acallar las voces” era un acto de censura.
Antes de la lectura pública, los filósofos y pensadores explicaron a PáginaI12 que sintieron una “provocación” y una “profunda incomodidad” por participar en un encuentro convocado por el área responsable de los despidos de Télam. “Nos preguntamos qué tipo de rol tenemos que cumplir en un encuentro del que Lombardi se jactó durante la misma entrevista en la que presumió de los despidos”, sostuvo Alabarces. Svampa explicó que evaluaron la posibilidad de retirarse del evento pero luego decidieron “usar el espacio para contestar”. “Darle lugar a la gente de Télam, leer esta declaración y expresar nuestra disconformidad no solo con las políticas culturales y de medios de este gobierno sino también con las políticas públicas en general”, completó. Algunos, como Svampa, volvieron a leer el manifiesto en sus espacios de expresión pautados durante la Noche de la Filosofía. otros, como Alabarces y Adamovsky, invitaron a los trabajadores y delegados de Télam a hacer uso de la palabra. Lucía Álvarez les cedió el tiempo completo de su exposición. Boverio fue de la veintena de pensadores que participaron de la AntiNoche de la Filosofía, organizada por los trabajadores en la puerta de la sede de la agencia que queda en Belgrano 347.
“Es muy importante poder trabajar”, explicó uno de los despedidos. Lo hizo a viva voz, mientras en las otras rondas del “Agora de diálogo”, los parlantes escupían decibeles exagerados. “Somos todos trabajadores. No hay actividad militante en Télam. Están echando a gente que hace 30 años que trabaja en la agencia, de todas las ideologías. Es lamentable”, remarcó. Lo aplaudieron. Varias personas se quejaron de que les cortaran el micrófono. Una de ellas, que vio a Boeris dar la orden, le pidió explicaciones. “Este es un espacio público, lo pagamos todos, no pueden decidir quién habla y quien no”, la increpó. “Si, lo pagamos caro. Porque se robaron todo”, contestó la funcionaria.