Un preludio para entender la hora, gracias al recuerdo confiable que me llegó, aunque creo que circula en las redes, al menos ayer por guasap. “En Julio de 2011 Sergio «El Checho» Batista fue despedido como DT de la Selección mayor de futbol Argentino. Algunos acusan al mismo grupo «de los históricos de siempre» de haber operado para esa remoción. En su última práctica, El Checho llevó el libreto preparado. Los reunió a todos los cracs del futbol europeo, entre ellos obviamente a Messi, y en el círculo central les dijo: «muchachos, ustedes saben más que yo que no voy a seguir al frente de la Selección. Así que solo quiero decirles una cosa en esta despedida: «ustedes podrán tener mucha plata y mucha fama, pero yo tengo esta en el pecho (se levantó la camiseta y tenia colgada su medalla de Campeón del Mundo en México 86′) que vale mucho más que todo lo que ustedes tienen. Porque esta medalla está llena de orgullo y de gloria, ojalá algún día la puedan tener colgada como yo». Ahora sí, desde el título. U hojitas de afeitar. O palitos salados para el vermú. O planes de medicina privada. O rodajas de pan para sánguches de algo, de cualquier cosa. O ropa deportiva. O calzoncillos. O teléfonos celulares chinos. O lo que fuere. Tampoco hay que desdeñar u olvidar que entre los amigos de Lionel Messi, la mesa chica que le dicen los periodistas mundialeros, o también el club de amigos, como en cualquier camándula o camarilla, tienen su influencia, y marcada, las fantasías mandonas que suelen comerle la cabeza a los porteros en los edificios de departamentos, a los fulanos que cuidan autos en una playa de estacionamiento, a los burócratas todos, a los maridos machos – esos no fantasean sino que se mueren y matan por ejercer el mando – y a mis ciertas congéneres que suponen es necesario ser como ellos o parecerse, para enfrentarse al patriarcado…Y además, las palabras de la ministra de Cultura y Deportes israelí, Miri Regev, acerca de la suerte de Argentina en la Copa – «cuando se trata del pueblo de Israel, quien se mete con ellos, se estrella» –, que no fueron las de una loquita suelta: Jorge Messi, el papa y empresario del “niño mercancía” por oposición a “la mano de dios”, que el viernes cumplió un nuevo aniversario de su concreción, estrechó diálogos con Tel Aviv en las últimas horas para proteger sus negocios allí; y así fue que salió semejante bravata, por otra parte del tipo que es habitual entre las provocaciones preferidas de la derecha israelí.
Por Tania Molotova / Deben ser pocos, pocas, las argentinas y los argentinos que no están desde el jueves y así continuarán hasta el martes, al borde del abismo existencial, masticando clonazepam como si de caramelitos de fruta para engullir viendo películas se tratase. La bola corre y la suerte sólo se sabrá cuando suene el pito final, el del tiro que tendrá que salir o salir, en el partido con Nigeria y con calculadores en mano, para ver que acontece con croatas e islandeses; y no me van a negar que pocas cosas en la vida humana pueden resultar tan lamentables como aguardar aritméticas en tanto juezas de paz y guerra en un juego que sí es de geometrías, porque todas sabrán que el fútbol es una sucesión crítica e irregular de triángulos, algunos que atacan otros que intentan defenderse.
Pese al desastre que hasta ahora fue la Selección de Messi y su gavilla – quedan afuera los flamantes, aunque no sé a ciencia cierta si ya no fueron contagiados, porque el lumpenaje adinerado es como la peste, de rápida propagación -, también destacamos que tiene recursos para saltar el cerco de las cifras e incluso para seguir avanzando.
Las argentinas y los argentinos también están siendo bombardeados por una serie de versiones, rumores y contra palabras acerca del estallido de una crisis en el corazón mismo de la delegación a rayas celestes y blancas, como una suerte de infarto al miocardio en falsete, según el cual el plantel se habría sublevado contra el DT, el saltarín algo lento de intelecto, como el mismo lo reconoció, llamado Jorge Sampaoli.
Ye escribí en potencial lo de la sublevación porque de hecho la misma no es posible, al menos en el sentido que la reclamé en un texto anterior, en el que dije y reitero que se trata de un equipo de cobardes. Hay bronca sí, y como suele afirmarse, el vestuario post Croacia se puso al rojo vivo, con trompis, puteadas y demás – lo contaron algunos de los pocos colegas deportivos confiables porque por supuesto no estuve en los camarines – y mientras esto escribo en la TV, en el canal TyC Sport sus dizque comentaristas especializados, verdaderos energúmenos de grito fácil en su mayoría, aunque no todos, juraban que Sampaoli acusó este sábado a los jugadores de “traidores” y “golpistas”; también dan cuenta de la broncas entre la mano enfundada del presidente Mauricio Macri, el titular de Boca, voz fuerte en la AFA y traficante de influencias y servicios de inteligencia, Daniel Angelici, y “el Chiqui” Tapia, un yerno del capo camionero Hugo Moyano, ex barra brava y matón que llegó a la cima de esa asociación cuando su pariente de los volantes y la rutas (no se sabe cuando manejó uno por última vez) andaba en romances políticos con el propio Macri, hace apenas pocos meses.
Al respecto de todo esto, el diario La Nación fue cuidadoso aunque en una nota de este domingo, en primera plana, acerca de las “asperezas” que se vivieron en la Selección – que temprano no estaba ubicable en su página digital – prefirió la crónica bajas calorías, no sea cosa que un sacudón en los negocios que el fútbol conlleva los perjudique. Sí, desde sus títulos y enfoques dio cuenta de cómo Javier Mascherano, un ex excelente 5 devenido en vivillo que volvió del frío chino para quedarse con algunos miles o millones, y hombre de máxima cercanía respecto de Messi, es el que está dando la cara, haciéndose el jefecito, para cubrir al verdadero, que se puso bobalicón.
Messi, el “niño mercancía” y sus gavilla, no se sublevan en la cuerda que me refería en la otra nota ya invocada porque sublevarse implica proyecto de fondo adverso, y lo que existe dentro de esa Selección descontrolada son diferencias entre miembros de una banda, que como tal muchas veces ofrece intereses divergentes. Sampaoli, por su lado un impresentable, no es el primero en sufrir los ataques del 10 del Barcelona y sus cómplices: situaciones similares sufrieron todos y cada uno de los seis DT que pasaron frente al pelotón de una camarilla que no supo ganar ni uno solo título para la Selección. Ninguna de sus víctimas lo hizo público porque en el fútbol – un planeta de matufias rufianescas entre machos – existe eso que con mucho orgullo llaman códigos y que no es otra cosa que un macuto de manifestaciones de complicidad, pero es sabido que todos sí, en la intimidad, como dice el soez refrán, “se cagaron en la puta madre de Messi y Cia”. Por favor volver por un minuto al preludio de este texto.
Respecto del panorama actual de fútbol argentino en general y de la Selección en particular, escribía el jueves, después de la caída ante Croacia: en lo deportivo, desde hace muchos años este país exporta jugadores como si de commodities se tratase, pero perdió la brújula, su estilo, su personalidad. Y en lo político institucional, después de la caída de una mafia organizada, la de Humberto Grondona en la AFA y sus socios de la FIFA ya en desgracia, la federación local fue tomada por asalto por una banda de ex barra bravas, políticos de la derecha más corrupta, alcahuetes de los servicios de inteligencia y otras bondades malditas (después de la caída grondoniana, el titular de Boca y operador en trabajos sucios del presidente Macri, (el ya mencionado) Daniel Angelici, se juntaba con el tal Chiqui Tapia (en las última horas de descalabro en Moscú llegó a afirmarse que el propio Macri se comunico con “el Kun” Agüero, uno de los laderos de Messi, con la intención de mediar en desaguisado que está aconteciendo antes del partido del martes próximo con Nigeria). En una palabra el fútbol argentino esta yermó como deporte y es un basural como institución. Es lo que es y todo otro comentario puede resultar obvio, innecesario.
El “niño mercancía” y su padre Jorge son los jefes de una empresa informal (el club de amigo de Messi) que reparte contratos publicitarios entre sus integrantes (Mascherano, Agüero, Higuaín, Biglia y otros, entre ellos el arquero “Chiquito” Romero hasta su salida del equipo) por millones de dólares. El veterano periodista deportivo, quien fuera estrecho allegado a Julio Grondona, Ernesto Cherquis Bialo, uno de los más informados del medio, relataba el viernes por la noche ante las cámaras del canal C5N, que una estrella de la Selección (no lo nombró pero se refería a Messi) cobró 500.000 dólares por un breve corto publicitario de una hojilla de afeitar; y al indagar entre otras fuentes – en el medio futbolístico todo es hermético y el off the record es un hongo que crece, tanto que prácticamente atenta contra la propia práctica profesional, hasta el punto de que los especialistas argentinos en fútbol pueden pasar una vida de trabajo sin informar absolutamente nada – pudo constatarse que el volumen total de ese negocio de repartija entre los amigos de Messi trepó en los últimos dos meses a los 40 millones dólares, sin saber el cuánto de los nuevos contratos que el padre del supuesto mejor del mundo acaba de celebrar en Israel ( en los que van prendidos los mismo sujetos), y que fueron en algún punto adelantados el 15 de junio en la nota de nuestro director “De ‘la mano de dios’ al ‘niño mercancía’”, previamente publicada por la agencia Prensa Latina: “Esto publicaba la semana pasada, en el diario porteño Página 12, uno de los mejores periodistas deportivos argentinos, director además del documental “Deportes, desaparecidos y dictadura”, Gustavo Veiga, en torno al frustrado partido con la Selección de Israel: “Incluso, anoche circuló la versión de que Netanyahu le habría ofrecido a Macri trasladar el partido a Haifa de nuevo, la ciudad costera que iba a ser el escenario inicial. Pero su presión no surtió efecto. Los jugadores ya habían decidido. Incluso en contra de los intereses comerciales de Messi, quien mantiene un contrato de imagen vigente con una empresa israelí. Se trata de Sirin Labs, de la que se transformó en su embajador en diciembre de 2017. Es una startup de ese país que desarrolla productos electrónicos. En una publicación de Facebook, la compañía detalló: ‘lo elegimos por su capacidad de llevar el mensaje a un público más amplio’. Moshé Hogeg, el CEO de la sociedad, declaró en aquel momento que había llegado al futbolista por el ex presidente del club Barcelona, Joan Laporta, uno de los asesores de Sirin Labs. Otra empresa fue la que organizó el partido ahora suspendido. Comtec Group, que entre sus clientes tiene al club Barcelona, tal como indica el escudito blaugrana en su página corporativa. Su dueño se llama Danny Benaim. Un hombre de negocios con llegada a Jorge Messi, el padre del mejor jugador del mundo. De ahora en más restará determinar si estos vínculos comerciales ‘se verán afectados o no’”. Por la capital argentina se sabe que los negocios Messi comprenden también la colocación de equipamientos policiales de fabricación israelí a ciertos gobiernos suramericanos, entre ellos, por supuesto, al de Mauricio Macri. Y ¡Oh, sorpresa! El ex presidente de Cambrigde Analytica -la empresa que utilizó el banco de datos de Facebook para el trazado de campañas políticas-, Alexander Nix, acaba de confirmar ante el Parlamento británico que fue contratado para el trazado y puesta en práctica de estrategias mediáticas de desestabilización contra la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner. No pudo negar sus diálogos con actores financieros cercanos a Paul Singer -el mascarón de proa de los fondos buitres que jaquearon a este país desde la justicia de Estados Unidos- y que, además, tiene vínculos con los servicios de inteligencia de Estados Unidos e Israel (con el MI5 del Reino Unido también, aunque no lo dijeron cerca del Big Ben), y con empresas del complejo industrial, bélico y de seguridad de tan conspicuos países. En el Congreso argentino se baraja la seria posibilidad de que Nix coparticipe en la titularidad de una ONG internacional con Macri y que entre las corporaciones relacionadas con él figure la firma de inteligencia digital israelí Cellebrite, fabricante del rastreador telefónico celular UFED Physical Analizer, utilizado en estos días en Argentina para revisar los miles de mensajes registrados en el IPhone 6 de una joven acusada del asesinato de su novio. Entre quienes en Buenos Aires siguen las pistas de Nix, y su trama de empresas, crece la certidumbre de que Cellebrite mantiene relaciones estrechas con Jorge Messi, el ya citado padre y apoderado del crack argentino del Barcelona. Por estas comarcas los dueños de la tierra y el aire que respiramos aprendieron hace mucho que fútbol, TV, política y poder van de la mano”.
En ese contexto debe entenderse lo que también ya resalté: las palabras de la ministra de Cultura y Deportes israelí, Miri Regev, conocidas el viernes acerca de la suerte de Argentina en la Copa – «cuando se trata del pueblo de Israel, quien se mete con ellos, se estrella» – no fueron las de una loquita suelta: Jorge Messi, el papa y empresario del “niño mercancía” por oposición a “la mano de dios”, que el viernes cumplió un nuevo aniversario de su concreción, estrechó sus diálogos con Tel Aviv en las últimas horas para proteger sus negocios allí; y de allí salió semejante bravata, por otra parte una de las habituales provocaciones de la derecha israelí.
Lo afirmado en las anteriores y extensas parrafadas explica porque el empecinamiento de esa banda por estar y manejar a su antojo la Selección. Pero reitero lo que señalaba al principio de este texto: no hay que desdeñar u olvidar que entre los amigos de Lionel Messi, la mesa chica que le dicen los periodistas mundialeros, o también el club de amigos, como en cualquier camándula o camarilla, tienen su influencia y marcada las fantasías mandonas que suelen comerle la cabeza a los porteros en los edificios de departamentos, a los fulanos que cuidan autos en una playa de estacionamiento – como disfrutando de una soñada capacidad de mando -, a los burócratas todos, a los maridos machos – esos no fantasean sin que se mueren y matan por ejercer el mando – y a mis algunas congéneres que suponen es necesario ser como ellos o parecerse, para enfrentarse al patriarcado.
Por último y para reparar en lo futbolístico a secas: Messi tiene facultades físicas excepcionales como futbolista, más no así intelectuales y anímicas; es uno de los excelentes jugadores del momento pero dista de ser “el mejor del mundo” – nunca lo fue -, porque alguien que pretende ocupar esa calificación no demanda, como lo hacen él, su padre y representante, los DT que lo dirigen y el coro periodístico que lo acompaña, que el equipo sea conformado para darle (a Lio) la pelota. Los mejores del mundo hacen que sus escuadras luzcan, jamás al revés, como lo recordaba Maradona el viernes por la noche en su programa que va por Telesur, al evocar el Mundial México 86, justo en el día aniversario del gol de los goles, esa joya plebeya que fue el segundo a los ingleses…pero aquel era otro fútbol… aquella otra Selección… y el de entonces otro mundo.