Breve. Un recuerdo en tiempos de furia, en épocas de un Mundial para el cual uno de los candidatos a fulgurar, Lionel Messi, “el niño mercancía” aparece vinculado a los negociados con los servicios de Israel. Trágico. Otras tramas, las mismas lógicas. No es de hoy. Hace 50 años los efectivos policiales, la represión, la violencia institucional, como si fuese hoy, se afanaba la vida de más de 70 argentinos porque al impedir a los palos y con caballos la salida del público tras en el clásico de los clásicos – aburrido empate en 0 entre River y Boca – en el Monumental, decenas de hinchas fallecieron aplastados, pisoteados, en la tragedia número uno de fútbol argentino.
Por Víctor Ego Ducrot (*) / Días antes, en el barrio de Saavedra, efectivos de la misma Federal nos habían corrido a palos de una esquina cercana a la General Paz desde la cual se cruza a la Provincia. Éramos estudiantes que terminábamos el secundario e ingresábamos a la Universidad y peleábamos contra la dictadura de Juan Carlos Onganía, el mismo facho que expulsó a los golpes a todo lo que fuera ciencia y conocimiento en aquella “noche de los bastones largos”, aquél 29 de julio de 1966, en invasión despiadada a las facultades de la UBA. Uno cuántos de nosotros no juntamos el 23 de junio del ’68 – el año glorioso del Mayo francés, hijo de la Revolución Cubana, como estaba por serlo un poco después nuestro Cordobazo – en la pizzería La Facultad, sobre la Av. San Martín casi las vías del Mitre, en Florida, Conurbano norte; luego fuimos a la cancha, algunos de River otros de Boca. El partido fue para el olvido, Ángel Clemente Rojas le manoteó la gorra al gran Amadeo Carrizo y poco más. Nos rajamos antes. Salimos por la Puerta 12. Habíamos caminados unos metros cuando oímos a la policía gritar, azuzar a los caballos de la Montada, comenzar a los golpes y bloquear aquella salida del Monumental. Así asesinaron a más de 70 personas. Nos salvamos por un par de minutos. Con el tiempo alguno sobrevivimos, otros fueron torturados y asesinados por otra dictadura cívico-militar, la del genocida Videla. El recuerdo para aquellos queridos compañeros.
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Así es el futbol. Sobre la pasión legítima que despiertan los colores del equipo de mis y de tus amores y la práctica de una de las pocas actividades lúdicas que los humanos practicamos casi exclusivamente con los pies, la maquinaria del poder se despliega con fiereza: barras bravas, policía, narcos, políticos, medios de comunicación y estrellas del negocio mundial; la FIFA y sus dependencias nacionales, una de las corporaciones transnacionales más poderosas, gobiernos y empresas auspiciantes de equipos, torneos, jugadores y televisaciones.
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Mundial Rusia 2018. Israel y Palestina que deber ser libre y soberana. La AFA que es Mauricio Macri en asociación con servicios de inteligencia, clubes y barras bravas. Hugo Moyano el capo de los Camioneros, el “Tano” Angelici. Messi, a quién bauticé “el niño mercancía” porque la mercancía es violatoria del deseo, de lo humano, y se me ocurrió y por antagonismo al trabajar por estas con algunos estudiantes de Comunicación la posibilidad de que ese gran texto de nuestra literatura, “El niño proletario” (violado por sus compañeritos garcas), de Osvaldo Lamborghini, se fuente estudio para entender que pasa entre los medios de prensa y la política.
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Y observemos lo que publicaba ayer el colega Gustavo Veiga en Página 12, y reproducíamos en esta agencia, respecto del partido Argentina- Israel que finalmente la AFA, sus jugadores y el plantel técnico tuvieron que recular: “Incluso, anoche circuló la versión de que Netanyahu le habría ofrecido a Macri trasladar el partido a Haifa de nuevo, la ciudad costera que iba a ser el escenario inicial. Pero su presión no surtió efecto. Los jugadores ya habían decidido. Incluso en contra de los intereses comerciales de Messi, quien mantiene un contrato de imagen vigente con una empresa israelí. Se trata de Sirin Labs, de la que se transformó en su embajador en diciembre de 2017. Es una startup de ese país que desarrolla productos electrónicos. En una publicación de Facebook, la compañía detalló: “lo elegimos por su capacidad de llevar el mensaje a un público más amplio”. Moshé Hogeg, el CEO de la sociedad, declaró en aquel momento que había llegado al futbolista por el ex presidente del club Barcelona, Joan Laporta, uno de los asesores de Sirin Labs. Otra empresa fue la que organizó el partido ahora suspendido. Comtec Group, que entre sus clientes tiene al club Barcelona, tal como indica el escudito blaugrana en su página corporativa. Su dueño se llama Danny Benaim. Un hombre de negocios con llegada a Jorge Messi, el padre del mejor jugador del mundo. De ahora en más restará determinar si estos vínculos comerciales se verán afectados o no”.
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Y días después, en el mismo diario. Otro colega. Santiago O’Donnell: “Llega el gobierno de Macri y un fuerte alineamiento con Trump y Netanyahu. Estado Unidos e Israel se vuelven a abrazar, solos contra el mundo, más unidos que nunca, y en la Argentina las fichas se terminan de acomodar. Patricia Bullrich ordena a gendarmería, una fuerza que nunca había realizado una autopsia en toda su historia, que invente una pericia trucha diciendo que a Nisman lo habían matado, atento al interés político del gobierno de Netanyahu y de su nuevo gran aliado Trump. No es un detalle menor que el marido de Bullrich, Guillermo Yanco, es socio de Claudio Avruj, actual secretario de derechos humanos y discípulo del histórico líder de la DAIA , Rubén Beraja, actualmente siendo juzgado por presunto encubrimiento del atentado a la AMIA. Yanco y Abruj dirigen “Vis aVis” un sitio de noticias de la comunidad judía en la Argentina que recibe abundante pauta oficial y que sirve de portavoz del gobierno israelí y de sus servicios. A su vez los principales voceros del gobierno israelí en la Argentina son los promotores de las marchas por Nisman, el fallido intento de juicio político al juez Rafecas por haber desestimado la denuncia de Nisman, y la narrativa de Nisman, el heroico fiscal que murió luchando contra los iraníes y la yegua que les dio inmunidad. Para resumir, por razones geoestratégicas el gobierno de Mauricio Macri ha optado por un fuerte alineamiento con las políticas de seguridad de Estados Unidos, y en consecuencia con las de su aliado íntimo, Israel. Y la resurrección permanente de Nisman es la evidencia más clara de esta política. (…) OK, vayamos a Jerusalén». Fútbol. Sucio. Poder y muerte.
(*) Periodista. Escritor. Doctor en Comunicación por la UNLP. Profesor titular de Historia del Siglo XX (Cátedra II) en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP. Director de AgePeBA.